Un adolescente de 17 años falleció anteanoche en el Hospital de Emergencias, dos días después de ingresar con una herida de arma blanca en el tórax. La Policía investiga las circunstancias en las que fue agredido el menor, aunque hasta ayer las pistas eran mínimas. El pibe fue identificado por la Policía como Diego Nicolás Ríos y vivía con su familia en uno de los monoblocks del Fonavi ubicado en Grandoli y Gutiérrez, en la zona sur.
Según voceros policiales, minutos antes de la medianoche del lunes pasado el muchacho ingresó con un puntazo en el abdomen al hospital Roque Sáenz Peña y luego fue trasladado al Clemente Álvarez (Heca) por la gravedad de su lesión.
En un principio su salud había mostrado mejoría, por lo que quedó en observación en una sala común, pero el cuadro se complicó y falleció a las 22.30 del viernes. Voceros del caso agregaron que no alcanzaron a tomarle declaración, situación que dificulta el esclarecimiento del homicidio.
Su muerte dejó más dudas que certezas y los investigadores aducen un obstáculo que se repite en varias zonas de la ciudad: “En el barrio nadie quiere hablar y tampoco colaboran los familiares de la víctima”, que no registraba antecedentes penales, indicaron voceros de la pesquisa.
El muchacho vivía junto a su madre y hermanos en Lorenzini al 4600, una zona conocida como villa de cemento, calificada como “caliente por su constancia en las crónicas policiales”.
De las averiguaciones emprendidas por los uniformados, se pudo establecer que Ríos fue agredido en la intersección de las calles Necochea y Garibaldi, durante una supuesta discusión con otros jóvenes.
El homicidio es investigado por el Juzgado de Instrucción de la 15ª Nominación, a cargo de Jorge Baclini, con la colaboración de la sección Homicidios de la UR II y la seccional 11ª, con jurisdicción en la zona.
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