La Policía del departamento uruguayo de Maldonado trabaja a varias puntas en el caso del asesinato del profesor de inglés Edwar Alexis Vaz Fascioli (45), ultimado en la suntuosa mansión Gyspy Queen, en Punta del Este, de un balazo en la sien, aunque las prioridades son dos: encontrar a los matadores y definir claramente cómo y por qué fue el encargo. Un aviso publicitario reveló los interiores de la propiedad, que poseía habitaciones temáticas y se promocionaba como “el mejor camino entre el deseo y la conquista”.
A pesar de que la prensa centró la noticia en aspectos vinculados con las fiestas swinger que se celebraban en Gypsy Queen, y al origen de la propiedad –que aún no está claramente establecido–, la Policía trabaja en otras pistas, publica el portal maldonadonoticias.com.
La prioridad de la investigación es llegar a los dos sujetos que mataron de un balazo al docente en la puerta del edificio en el que habitaba en la avenida Lavalleja de Maldonado, y aclarar si hubo alguna conexión intermedia entre quién ordenó matarlo y los ejecutores.
Por el momento la pesquisa apunta a la ex mujer de Vaz Fasciolo, L.J.M.M., quien cumple prisión preventiva como presunta autora intelectual del asesinato, cuyo móvil parece haber sido exclusivamente económico, al margen de otras diferencias.
Los efectivos de Homicidios del Distrito 4 y de Policía Científica, estuvieron por una hora y media aproximadamente en la gigantesca mansión. Es el segundo allanamiento efectuado hasta el momento, luego del primero donde resultó detenida la ex mujer de Vaz y se incautó un arma de fuego.
El operativo fue encargado por la fiscal del caso, que procura reunir pruebas que sustenten la presunción de que la ex mujer del docente fue quien ordenó matarlo por las profundas diferencias que existían desde la separación, atribuidas a cuestiones económicas.
Por el momento, según maldonadonoticias.com, la Policía no estaría investigando el origen de la propiedad que la mujer acusada dice haber construido con una amiga, de iniciales L.G., a partir de la donación del terreno realizada por un influyente funcionario argentino a quien le atribuyen conexiones con el ex presidente Carlos Saúl Menem.
Según esta hipótesis, ese ex funcionario mantuvo una relación sentimental con la amiga de la principal sospechosa de haber ordenado la muerte de Vaz Fasciolo. Entre ambas, habrían construido luego la imponente mansión con recursos que no está claro de dónde surgieron.
Los autores
Los ejecutores del crimen, que habrían viajado en ómnibus desde Montevideo a consumar el asesinato, presuntamente por encargo de L.J.M.M., no han podido ser identificados, razón por la que no se ha librado ningún pedido de ayuda a la población uruguaya para lograr su captura.
Según declaró F.G.S.H, el joven de 25 años que los trasladó, la ex mujer de Edwar Alexis Vaz le había pedido que los recogiera el lunes 9 en el entorno de la hora 21.30 a la altura de las paradas 41 o 42 de la Playa Mansa de Maldonado, y luego los retornara al mismo lugar.
Este hombre, que realizaba esporádicos trabajos de albañilería en la mansión, declaró que la ex esposa del docente le había dicho que eran amigos que venían a “darle un susto”, y que no sabía que en realidad habían viajado para matarlo. Aseguró que no conocía a los individuos, y que tal cual se lo pidió L.J.M.M., los esperó estacionado sobre calle Solís para llevarlos nuevamente a la costa (tras el homicidio) donde los ejecutores –se presume– esperaron otro ómnibus para regresar a Montevideo.
Edwar Vaz y L.J.M.M. habían contraído matrimonio el 14 de abril de 1997 y se divorciaron el 3 de junio del año 2016. Tenían dos hijos en común: un varón de 16 años que vivía con el padre y una chica de 20 años (que se encuentra internada) que ya se había independizado.
Tras la separación y divorcio, las diferencias entre ambos –por distintas razones, tanto materiales como sentimentales– se agudizaron, lo que es corroborado por una serie de intervenciones de la Unidad Especializada en Violencia Doméstica y de Género (Uevdg) de Maldonado. También hay expedientes judiciales en una sede de Familia, Paz y Civil a fin de dilucidar cuestiones relativas a los bienes que poseía el matrimonio, razón por la cual Edwar Vaz estaba a punto de presentar una demanda por aproximadamente US$ 1,5 millones cuando fue asesinado.
La mujer se reconoce como gestora de las orgías en la mansión, pero niega su responsabilidad en el asesinato Vaz, a quien acusa de haberla explotado sexualmente por años. “Tanto yo como mi amiga nos prostituimos obligadas. Después de nueve años intenté divorciarme pero nunca pude. Él era un tipo muy chiquito, pero con ideas nazis y estaba armado”.
El abogado de la víctima, Martín Etcheverry, aclaró que la suntuosa propiedad de la calle Curupay del barrio Beverly Hills no está incluida en esa disputa, pues era propiedad de la mujer antes de concretarse el matrimonio con Edwar Vaz, y estaba a nombre de una amiga de L.J.M.M.
A su vez, la mansión habría sido adquirida años atrás por un poderoso empresario brasileño que, curiosamente decidió que las anteriores dueñas de la propiedad se mantuvieran viviendo allí y se encargaran de su mantenimiento, oficiando de caseras.
La demanda es por otra serie de bienes que sí debieran ser repartidos entre los integrantes de la pareja, figurando un apartamento en un lujoso edificio de Punta del Este, varios automóviles y camionetas que hoy también estarían a nombre de la amiga de la ex esposa de Vaz, entre otras cosas.
Entre el deseo y la conquista
“Enclavada en el corazón de Beverly Hills, el barrio más glamoroso de Punta del Este y de América del Sur, es el mejor camino entre el deseo y la conquista”, comienza el aviso publicado en un portal dedicado a la compraventa de inmuebles que ofrece la glamorosa Gypsy Queen . Luego, describe las diez habitaciones como “dormitorios tématicos exclusivamente decorados”. Cada cuarto tiene una denominación particular, empezando por la suite principal que lleva el nombre de la dueña de casa: Lulukhy. Luego le sigue otro llamado Golden. Por su orden sigue el resto de las habitaciones: Princess, seguida por la conocida marca italiana de automóviles Ferrari (cuya cama está montada en una copia de un vehículo). El dormitorio Leopardo tiene algunos componentes al estimo animal print. Otra de las habitaciones recuerda el nombre en latín, Cristoforo Colombo, del descubridor de América. Luego siguen las habitaciones Classic, Winnie the Pooh, Green y Versace. La propiedad tiene a su vez diez baños con cabina de ducha escocesa; con música, sauna, teléfono, hidromasaje y chorros jet en los principales.
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