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Insisten para que Nación habilite la producción de aceite de cannabis

Agrupaciones de usuarios medicinales de Santa Fe dieron un abrazo simbólico al laboratorio desde donde presentaron tres proyectos al gobierno de Cambiemos para fabricar el preparado


Este miércoles por la mañana distintas agrupaciones de usuarios medicinales de cannabis dieron un abrazo simbólico al Laboratorio Industrial Farmacéutico Sociedad del Estado (LIF) en la capital provincial. Después mantuvieron una reunión con los directores para acordar estrategias para que la Nación autorice a Santa Fe a importar flores de marihuana con las que el laboratorio pueda producir aceite de cannabis. Tal como publicó El Ciudadano, entre 2017 y 2018 el gobierno santafesino presentó tres proyectos para lograrlo: uno para traer la materia prima desde Uruguay, otro para poder cosechar en un predio de una hectárea en la provincia, y el último para traer “a granel” el aceite desde el exterior y fraccionarlo. Aun cuando la Nación habilitó al hijo del gobernador de Cambiemos, Gerardo Morales, para producir en Jujuy, no hizo lugar a ninguno de los pedidos de Santa Fe. “Esperamos que el Ministerio de Seguridad y la Nación puedan tener empatía por la salud de los santafesinos”, dijo a El Ciudadano, Laura Acosta, representante de la Asociación Civil Madres del Cannabis Medicinal de Santa Fe (Macame).

Abanderados

Cerca de las 10 integrantes de asociaciones que buscan un mejor acceso a los preparados de cannabis colgaron banderas blancas y verdes en la puerta del laboratorio en French al 4900. Minutos más tarde se entrevistaron con Jorge Stettler, Guillermo Cleti, Carlos Arques y Horacio Coutaz, a cargo del LIF. “Entendimos que la voluntad de Santa Fe para garantizar el acceso está, pero la traba la pone Nación. Estamos a dos años de la ley provincial que habilita el uso, pero no hay un producto accesible”, explicó Acosta, que formó parte de la reunión.

El complicado acceso hace que deban cultivar –algo que está penado por la ley–, extraer o volcarse a comprar en el mercado negro, que no garantiza los resultados. Por eso, pidieron a las autoridades del LIF que mientras avancen los proyecto de producción el Gobierno de Santa Fe habilite un testeo gratuito de aceites para conocer qué tienen y cómo pueden mejorarse para los tratamientos. El examen es conocido en Rosario. La Facultad de Bioquímica de la UNR lo hizo durante 18 meses como un proyecto de extensión y este mes las autoridades anunciaron que será un programa estable de la casa de estudio. “Los aceites en el mercado negro cuestan mucha plata y el autocultivo es un riesgo para muchas madres que ya están luchando en el día a día con la enfermedad de sus hijos”, apuntó Acosta.

Macame, como otras organizaciones en el país, asesora en los usos del cannabis medicinal junto a cultivadores recreativos y profesionales de la salud. El acompañamiento, que incluye dar información sobre cómo cosechar y extraer los componentes medicinales de la planta, creció desde 2016. “Cada vez hay más personas interesadas en saber cómo. No sólo chicos, que son nuestra prioridad, sino adultos mayores. Insistimos en que se haga con el control de un profesional de la medicina”, agregó Acosta.

Estratégico

Para la mujer, que trata a su hija Narella, de 11 años, con los aceites a base de marihuana por los ataques de epilepsia, lo que pase en el LIF es clave. “En Macame trabajamos con médicos, pero son pocos los profesionales de salud que se involucran porque todavía no hay fabricación local”, explicó Acosta.

Participaron del abrazo al LIF Mamás Cannábicas Santafesinas, el Centro de Investigación e Información de Cannabis para uso Medicinal (Ciicme), de Esperanza, Mamás Cannabis Medicinal Santa Fe (Macame), Fundación Miradas, Despenalización Ya Santa Fe, CannabiCultura Santa Fe, Quiero Ser Legal, de Santo Tomé, Cultivadores de Firmat y la Asociación Rosarina de Estudios Culturales (Arec). Juntos pidieron la rápida implementación de la ley nacional 27.350 que habilita el uso medicinal y alienta a la investigación. Esto teniendo en cuenta que el presupuesto nacional sólo destinó mil pesos por día en 2019 para indagar sobre el efecto del cannabis en pacientes. Entre los estudios e investigaciones del uso medicinal de la planta de cannabis, sus derivados y tratamientos no convencionales, está el que oficializaron a fin de año. Dos centros de investigación en el país, incluido el Hospital Garrahan en Buenos Aires, harán un estudio del preparado con 100 usuarios y usuarias del aceite que sufren de epilepsia refractaria, la única enfermedad que Nación admite para autorizar el ingreso del aceite. Durará dos años y la mitad de los pacientes serán de afuera de Buenos Aires. Autoridades de Santa Fe confirmaron que la demanda en la provincia es mucho mayor, por lo que insisten en importar en cantidad, fraccionarlo, entregarlo y monitorear a los pacientes.

Un guiño desde la Legislatura

El 22 de noviembre la diputada Alicia Gutiérrez presentó un proyecto para habilitar el autocultivo y la fabricación doméstica del aceite de cannabis para uso personal y medicinal. La idea es que todas las personas que tengan una afección pueda mejorárseles la calidad de vida. Incluso prevé que una persona los haga por ellos si es que no pueden por sí mismos, como en el caso de niños y niñas, o adultos mayores.

“Santa Fe ha sido pionera en sancionar en 2016 la ley 13.602, que permite la utilización de cannabis medicinal para el tratamiento de determinadas enfermedades crónicas. A través de esta norma se autoriza al LIF. Queda claro que con el dictado de esta norma la provincia se manifiesta a favor del uso de cannabis, apartándose del concepto punitivista de su consumo, reconociendo sus principios activos”, escribió Gutiérrez en el proyecto. “Sin embargo, a pesar de esta decisión política, enmarcada en el derecho humano a la salud, y debido a que en nuestro país no está permitido el cultivo de la planta de cannabis, Santa Fe debe importar la materia prima. Las cuestiones burocráticas demoran el proceso de fabricación de los productos, y mientras tanto se priva a las personas de recibir este tratamiento”, agregó la legisladora.  “El gobierno nacional ha acotado a el empleo de esta sustancia a una sola patología –epilepsia refractaria– provocando así el descontento de un sinnúmero de personas que han comprobado el beneficio del tratamiento en otras enfermedades y, ante la falta de provisión por parte del Estado, tratan de autoabastecerse”, concluyó Gutiérrez.

El proyecto entrará en discusión en las comisiones de Salud y Asistencia Social, de Presupuesto y Hacienda, y de Asuntos Constitucionales, que retomarán la actividad el 1 de mayo.

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