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Inseguridad: los argentinos que se van del país

Por: Liliana Nartallo

Un buen día, hace de esto algunos años, el país se conmovió por la noticia de que miles de argentinos comenzaron a emigrar, irse del país, en razón de la ausencia de posibilidades laborales. Muchos fueron los que procuraron un mejor destino que su Patria les negaba. Algunos lograron el sueño, otros debieron retornar por diversas razones. En todos los casos, el echar de menos a la tierra donde se había nacido fue el lugar común. El paso del tiempo y la verdad (no todo en otros puntos del planeta está tan bien como se pinta) morigeraron la ola emigratoria.

Hoy, parece que emigrar vuelve a estar de moda; mejor dicho, es una alternativa a un problema que angustia a familias enteras: la inseguridad. Es por eso que lisa y llanamente muchas personas deciden irse del país ¿Es increíble verdad?, pero parece ser bastante cierto.

 Una pareja de jóvenes que estuvo viviendo y trabajando en Tenerife, volvió a Argentina, su país, donde tienen sus raíces, sus seres y cosas amadas. Decidieron radicarse en Buenos Aires, pero el retorno a la amada Patria duró poco, pues por estos días están averiguando y pidiendo ayuda a amigos que quedaron en el viejo continente para retornar allá. “¿El motivo?”, preguntaron los amigos europeos, y la respuesta no dejó lugar a dudas: “La falta de seguridad”.

 Hace pocas horas atrás, una persona conocida de quien esto escribe averiguó en una institución que gestiona la ciudadanía italiana todo lo relativo a la obtención de la misma. La empleada que la atendió le dijo que el turno para hacer los trámites pertinentes lo podía conseguir, con un poco de suerte, para dentro de un año. La muchacha le comentó que en este momento están desbordados de trabajo, puesto que mucha gente se quiere ir a Europa. Una de las principales causas de la emigración parece ser la inseguridad que se padece aquí.

 Todos los días los medios dan cuenta de diversos delitos. Es ciertamente tremendo y patético que en este país quienes deberían hacerse cargo de solucionar esta situación permanezcan indiferentes, mientras matan a sus habitantes.

Con frecuencia se escucha hablar de la relación de estos hechos con la minoridad, pero el asunto es mucho más complejo y no puede dejar de analizarse la falta de condenas efectivas, pues es habitual que todas estas personas, como se dice vulgarmente, ingresen al penal por una puerta y salgan por la otra. Y son muchos los casos de delincuentes con antecedentes que, a pesar de todo, están en la calle, libres y dueños de la vida de los demás. ¿Hay gente que elige irse? Parece que sí. La delincuencia aumenta, el miedo crece, y si esto sigue así Argentina va a ser un país al que nadie querrá venir y del que muchos se querrán ir.

 A tal punto se ha llegado que no pocas personas, en una actitud no recomendable, han decidido armarse para defender sus bienes y sus vidas. El hecho sucedido hace unos días atrás en Floresta, entre otros, es ejemplo de lo que se expresa. Ya no alcanzan las rejas, las cámaras de vigilancia y las alarmas, hoy se apela a las armas en algunos casos.

 Ciertamente, la sociedad argentina vive momentos angustiantes en materia de seguridad y los responsables, como se ha expresado, persisten en la atención de cuestiones que sólo a ellos les interesa, tales como el mantenimiento del poder para fines poco claros.

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