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El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, no desconoció los últimos hechos de inseguridad registrados en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, los atribuyó, en parte, al accionar de “jueces permisivos” y aseguró que habrá que “ajustar las clavijas para no dar oportunidad a que un preso tenga posibilidad de salir con tanta facilidad”.
El funcionario consideró un “problema” cuando los magistrados “interpretan las cosas de una determinada manera y allanan el camino de quien delinque”.
“Si hay jueces que son permisivos en ese marco, nosotros debiéramos ajustar las clavijas para no dar oportunidad a que un preso tenga posibilidad de salir con tanta facilidad”, sostuvo el jefe de ministros nacional.
En declaraciones formuladas horas después de la dramática toma de rehenes que se extendió por más de 10 horas en el barrio de Palermo, Fernández advirtió que este accionar de los magistrados hace que los criminales recuperen con “rapidez la libertad” y se pierde “el horizonte para la resolución de la problemática”.
Además, el jefe de Gabinete puso de relieve su preocupación a que se “sobredimensione” la situación de la inseguridad.
“Lo que más preocupa es que a veces se genere o se sobredimensione una situación que hace a la gente tener una preocupación mayor”, remarcó Fernández.
Al respecto, Fernández remarcó que desde 2003 a la fecha, el Gobierno puso “al máximo nivel posible” a las fuerzas de seguridad y se recuperó la “cantidad de personal que había hace 20 años”.
“Volvimos a las condiciones para la prevención del delito. Ahora decir que eso está resuelto sería una estupidez“, enfatizó el jefe de ministros.
Estas declaraciones se sumaron a las formuladas ayer por la presidente Cristina de Kirchner y su marido, el diputado Néstor Kirchner, quienes salieron en tándem a pronunciarse sobre el problema de la inseguridad, un tema que suelen evitar en sus discursos públicos, con fuertes críticas a la Justicia y promesas de inversión en la materia.
En medio de la conmoción generada por el caso de la mujer embarazada que perdió a su bebé durante una salidera bancaria, el matrimonio presidencial salió a reclamar que se cumplan las leyes penales vigentes y prometió mayor “inversión” para combatir el delito.
En un acto en el teatro Cervantes, la Presidente descartó la necesidad de impulsar reformas legislativas y endurecer las penas, tal como promueven algunos sectores, al asegurar que “si se cumplieran las leyes que están vigentes y los Códigos Penal y de Procedimiento, bastaría para tener una sociedad más segura”.
Cristina hizo una breve mención al problema de la seguridad durante un extenso discurso que brindó al cerrar el foro “La Justicia en el Bicentenario” organizado por la Unión de Empleados Judiciales, al que asistieron el titular del gremio Julio Piumato, el jefe de la CGT, Hugo Moyano, y el ministro de Justicia y Seguridad, Julio Alak.
En cambio, Néstor Kirchner dedicó al tema varios minutos de su discurso y aseguró que la seguridad es uno de los “pilares” del Gobierno, al tiempo que criticó las excarcelaciones que ordena la Justicia y prometió “mucha inversión” para combatir el delito en los lugares más críticos del país.
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