Policiales

Inhuman restos del joven muerto por bala policial e indagan al agente

Familiares y amigos del joven reclamaron justicia y pidieron que el policía detenido por el hecho, que aún no fue indagado, sea declarado culpable de homicidio. Trágica muerte de un joven

Los restos de Ariel Domínguez, el joven muerto por una bala policial en un confuso episodio el miércoles último en San Telmo, serán inhumados hoy en el cementerio de Avellaneda. 

El cortejo partirá de la cochería Núñez, situada en avenida Mitre al 6600, de Wilde, donde se lleva a cabo el velatorio desde ayer, rumbo al cementerio de Avellaneda, en Agüero al 4.000, de ese partido del sur del conurbano.

Familiares y amigos del joven reclamaron ayer Justicia y pidieron que el policía detenido por el hecho, que aún no fue indagado, sea declarado culpable de homicidio.

Al mediodía, la jueza de Instrucción porteña María Gabriela Lanz, que impuso el secreto de sumario en la causa, indagará este mediodía al policía Ariel Mendoza, detenido por el hecho.

Así lo informaron fuentes judiciales, quienes explicaron que la magistrada dispuso mantener el expediente bajo secreto hasta reunir todos los elementos vinculados a los peritajes que dispuso.

Los voceros dijeron que esta mañana Lanz recibió el sumario que instruyó en su mayor parte la Gendarmería Nacional y los “anticipos” de los resultados de la pericias que ordenó.

En tanto, el policía Mendoza fue trasladado en las últimas horas desde el Edificio Centinela, donde estuvo detenido, hasta la alcaidía del Palacio de Justicia, donde aguarda a ser conducido al despacho de la jueza para ser indagado, agregaron los informantes.

Además se aguardan los resultados de algunos peritajes al arma policial.

Uno de los estudios fundamentales a tener en cuenta son los realizados por expertos de Gendarmería sobre el arma del policía, ya que se busca conocer si es posible que éste se pudiera haber disparado sola al caer al suelo, como indican las versiones policiales, rechazadas por la familia de la víctima.

Voceros vinculados a la investigación aseguraron que la pistola marca Bersa Thunder calibre 9 milímetros que portaba el cabo primero presenta dos golpes en el martillo y en el alza de la mira.

De todas formas, los peritos de Gendarmería anticiparon de manera preliminar que “en condiciones normales, (esos dos golpes) no alcanzan para producir el disparo”.

La ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, había asegurado que “como mínimo, existió negligencia” por parte del policía y agregó que “ya fue pasado a disponibilidad preventiva” debido a que está “acusado de un delito muy grave, como lo es el homicidio”.

La ministra explicó que el policía “no ha tenido la debida diligencia que supone que tenía que tener con respecto al arma, por ejemplo el seguro puesto”, y agregó que “se tomarán las medidas más severas si hubiera algún tipo de dolo o negligencia por parte del cabo Mendoza en el hecho”.

“En principio, el peritaje balístico demostraría que la trayectoria de la bala fue de abajo hacia arriba, pero de todas formas queremos esperar el resultado final”, dijo Garré.

La ministra resaltó que “es muy poco común que pueda darse que se dispare el arma a un policía porque se le cae al piso” y dijo que envió al subsecretario de Delitos Complejos del Ministerio, Miguel Robles, para supervisar todos los peritajes que realicen en el marco de la causa.

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