Detrás de la sigla, Farco, hay años y espacio. El Foro Argentino de Radios Comunitarias reúne un centenar de emisoras detrás de las cuales no hay empresas sino la voluntad de contar la realidad cercana que moviliza a asociaciones civiles, vecinales, cooperativas, sindicatos o mutuales. No buscan ganar dinero, sino voces. Y tienen una agencia de noticias, colaborativa, con una agenda que remite a lo que sucede en los barrios, a la mirada de la gente de a pie que se organiza desde los territorios a lo largo de todo el país. Crearon un noticiero que, este viernes, cumple 15 años y se produce desde Rosario. Y lo van a festejar en su casa, que es la del Sindicato de Prensa Rosario (SPR). Desde las 18, en vivo por internet y en las instalaciones de calle Santiago 146 bis, en pleno barrio de Pichincha.
A Farco la integran un centenar de emisoras. Cerca de la mitad, con sus producciones, alimentan la agencia de noticias y el informativo que está de festejo sobre el final de esta semana. Además de la edición especial por su canal de streaming, habrá una jornada en el local del SPR con varios invitados, entre integrantes del Foro, autoridades de todos los niveles del Estado, organizaciones sociales, de derechos humanos y barriales, del Sindicato de Prensa, entre otras, que celebrarán la continuidad y crecimiento de esta construcción colaborativa de información pública con una agenda que los medios de comunicación tradicionales no contemplan. Y, también, una mirada distinta.
El centro de producción del informativo tuvo como su primera dirección en Rosario una vieja casa, que antes funcionaba como geriátrico, de Tucumán al 3900. Fue un espacio compartido con otras organizaciones, como el Nodo Tau, la Agupación Obispo Angelelli y el Instituto de Género, Derecho y Desarrollo (Insgenar). En 2012 se mudaron a lo que se conoce como el Centro de Formación Profesional Pichincha. Desde allí producen el informativo que emiten las radios asociadas, y que se nutre de sus propias entrevistas, notas e investigaciones. Es un abanico que se extiende por todo el país. Las más cercanas son la emblemática Aire Libre, nacida en 1988 en el patio de la Escuela Pablo Pizzurno, con el mástil de la bandera como primera antena, Radio La Hormiga, en Tablada, la FM Poriaju de Capitán Bermúdez y la FM Qadhuoqte, asentada en el bario qom Los Pumitas de Rosario.
Mucha agua pasó bajo el puente desde que, en febrero de 2005, las radios de Farco arrancaron con el noticiero nacional, coordinado desde Rosario, que se emite sin interrupciones de lunes a viernes en dos ediciones: a las 08.30 y a las 12.30.
Lo que tienen en común todas esas emisoras que aportan contenidos y reproducen el noticiero, desde el norte argentino hasta la Patagonia, es el concepto de información como un derecho humano esencial, no un medio para obtener ganancias. El informativo responde a esa premisa. Lo que importa son las realidades regionales, los problemas y los logros de las comunidades en cada rincón del país.
Desde las 18 de este viernes, en Santiago 146 bis, celebrarán con la emisión del informativo en vivo, que invitan a presenciar a quien quiera. No prometen choripán gratis para todos, se ataja uno de los mentores de la iniciativa, Pepe Frutos, pero intentarán que todos se sientan a gusto compartiendo el cumpleaños.
Las radios comunitarias se caracterizan por considerar a la comunicación como un derecho humano esencial. A diferencia de las comerciales, no persiguen un fin de lucro ni tienen un dueño, sino que son gestionadas en forma democrática y participativa por grupos de personas agrupados en asociaciones civiles, vecinales, cooperativas, sindicatos, mutuales. En la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, las radios comunitarias están contempladas dentro de los prestadores de “gestión privada sin fines de lucro”.
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