El Hincha

Delpo está de regreso, una gran noticia

Por Federico Cánepa.- Si bien ya lo venía insinuando desde el comienzo de la gira norteamericana de canchas duras, el primer Masters 1000 del año fue la confirmación. Juan Martín Del Potro está de vuelta, y en las primeras planas.

Perdió pero ganó. La semana de Delpo va más allá del resultado en el cartel. El tandilense está de vuelta y preparado para la gran pelea.

El torneo de Indian Wells que acabó ayer con el triunfo del serbio Novak Djokovic, terminó siendo bastante lógico y poniendo sobre la mesa un mapa bastante lógico del tenis mundial de hoy en día.

Para todo organizador, no hay mejor escenario posible que a las instancias semifinales lleguen el uno, dos, tres y cuatro de los clasificados. Y si ellos son los uno, dos, tres y cuatro del mundo, mucho mejor. Este contexto generalmente puede pensarse en los Grand Slam o en los Masters 1000 donde ninguno de los mejores se ausenta de esa clase de torneos, salvo lesión.

Claro está, que no siempre se dan las circunstancias y las semifinales soñadas no muy seguidas se dan. Y si bien en este Masters 1000 de Indian Wells no se dieron de manera numérica como estaban los cabezas de serie distribuidos, bien podría decirse que sí fueron unas semifinales ideales.

Con Rafa Nadal, el uno, Roger Federer, el dos, Novak Djokovic, el tres, y Juan Martín Del Potro entre ellos, más no podían pedir los organizadores. Y si bien no fueron el uno, dos, tres y cuatro del mundo, si se podría decir que fue un torneo bien lógico y que empieza a poner las cosas en su lugar.

Nada se puede agregar y decir del trío que marca la pauta del ranking mundial desde hace cinco años. Los tres fantásticos tienen su lugar en el olimpo tenístico muy bien ganado. Pero a partir de allí, siempre se buscó al cuarto integrante.

En algún momento la irrupción y posterior consolidación de Andy Murray hizo pensar que el escocés sería quien ocuparía ese sitio. De hecho ha finalizado los últimos tres años en ese escalón del ranking mundial.

Pero la falta de un título de Grand Slam, falló en los dos intentos que tuvo en finales de Australia 2010 y 2011, abren un interrogante sobre su real merecimiento para dicho lugar.

Y allí. En ese aspecto tan fundamental como lógico para aspirar a lo más alto como es lo que representa ganar un pez gordo, fue Juan Martín Del Potro con su brillante y glorioso Us Open 2009 quien presentó firme candidatura para esa privilegiada posición. Y tanto que confirmó su candidatura con la final del Masters de Maestros de aquel 2009.

Quiere más gloria. Una gran ventaja en este regreso. Ya sabe lo que significa estar y el camino para el retorno a aquella imagen del Us Open 2009 puede ser menos pesada.

Pero la lesión en la muñeca y un 2010 casi en blanco pusieron un freno y abrió un gran signo de pregunta sobre su futuro. Hoy ya de retorno a pleno al circuito (luego de algunos partidos sobre fin de año pasado) las respuestas empiezan a aparecer y parecen ser tan contundentes como esperanzadoras.

En apenas un mes y medio (el lunes 7 de febrero el ranking lo encontraba en el puesto 484º), hilvanó tres semifinales (San José, Memphis y la de Indian Wells); un título (Delray Beach) y subió 433 puestos para escalar al puesto 51 que lo encontró el listado de la ATP publicado hoy. Es además con 18 victorias y sólo cinco derrotas uno de los cinco tenistas que más partidos ganaron en este 2011.

Pero más allá de lo estadístico, tres de esas cinco derrotas fueron ante jugadores ubicados en el top ten (Verdasco, Roddick y Nadal). Y en todas tuvo sus oportunidades. Un dato no menor.

Quizás aún le falte competencia para vencer a los que hoy figuran entre los diez mejores. El ritmo continúo de pelota lo llevan a veces a pegar una milésima de segundo tarde y contra esos jugadores se paga con puntos.

Pero ya en tan sólo un mes y medio puso algunas cosas en su lugar. Le gana a quienes le tiene que ganar. Gana aún sin jugar bien. Impone sus condiciones ante todos. El paso final llegará con partidos y competencia.

Y cuando eso pase, más temprano que tarde seguramente y todo gracias al talento del tandilense, Delpo estará listo para volver a ocupar su lugar. Ese que por ahora no tiene dueño en el circuito y es posicionarse como el primer retador a los tres magníficos. Para con competencia y crecimiento completar lo que aquel final de 2009 insinuó. Que el grupo de tres, pase a ser cuatro y la Torre de Tandil tenga allí su merecido lugar en la plana mayor del olimpo tenístico.

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