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Increíble pero cierto: Michael Jackson “vive” y es peruano

Jhon Palacios, uno de los tantos imitadores del “Rey del Pop”, se radicó en Rosario y despliega su arte en la peatonal.

Se detuvo en la esquina de Córdoba y Entre Ríos. En un escenario casi improvisado apoyó una valija de la que sacó un grabador que contenía más de 300 canciones del “Rey del Pop”. La gente comenzó a amontonarse para verlo bailar como Michael Jackson. No le hizo falta mucho esfuerzo para hacer la famosa “caminata lunar”, que consiste en una serie de pasos deslizando un pie tras otro sin despegarlos del suelo, con la que el astro caminaba hacia adelante pero su cuerpo iba para atrás. Cuando terminó su primera coreografía, el público se acercó y lo ovacionó: “¡Sos Michael Jackson!”, “Quiero una foto con vos”, “Excelente”, “Te felicito”. Y pedían bis.

A Jhon Palacios –un muchacho de 34 años nacido en el pueblo peruano de Ramón Castilla y que vive desde hace un año en Rosario– le llevó 45 minutos parecerse a Michael. Es un arte, pero también su trabajo simular ser. Pero si se trata de convertirse en un personaje tan exigente y particular como lo era el Rey del Pop, es casi como un don.

“Cuando tenía cinco años no sabía quién era Michael Jackson ni cómo era su cara ni cómo bailaba. Mi papá, en ese entonces, tenía long-plays con su música y empecé a escucharlo. Cuando miré el video de la caminata lunar quedé impactado y me agarró esa fiebre de querer imitarlo”, describió Jhon.

Jhon rememoró una parte de su niñez que guarda tapizada en su memoria y confesó que su padre, que hoy ya no está, fue el que lo inculcó a bailar en las calles de su Perú natal.

“Me decía que muchos podían bailar pero yo tenía algo especial que sobresalía del resto. Miraba los videos de Michael, los retrocedía, los avanzaba y miraba el movimiento de sus manos, sus piernas, combinando velocidades y deslizando los pies para que generara un efecto óptico. Me gustaría aprender a cantar como él, la voz es muy finita y tiene como un raspado particular. Es un artista muy completo”, dice.

Así comenzaron sus primeras coreografías en las plazas y en los parques de su tierra, donde ya lo contrataban para hacer su espectáculo en fiestas o en shows. Hasta que decidió cambiar de rumbo y venir a la Argentina.

A corto plazo el Michael Jackson peruano –rosarino por opción– planea recorrer distintas ciudades del país, como Córdoba, Mendoza y Mar del Plata, al menos. “Quiero que me vean bailar en distintos lugares y que el público me extrañe. Rosario es una ciudad muy hospitalaria y quiero quedarme a vivir. En mi país no apoyan a los artistas callejeros y todos tenemos derecho a trabajar”, expresó.

Uno de los sueños de la semblanza del Rey del Pop es hacer conciertos a beneficio para la gente que más lo necesita, pero paro eso requiere él mismo de ayuda.

“Un día estaba haciendo mi coreografía en Perú y un grupo de personas que eran de la misma congregación religiosa que la madre de Michael me filmó y me prometieron que se lo iban a mostrar a ella. Quisiera que todo el mundo me conozca como un buen imitador de Michael Jackson. Cuando lo emulo dejo de ser Jhon Palacios”.

Los días de semana, después del mediodía, el doble de Michael Jackson baila sobre la peatonal Córdoba la coreografía de “Billie Jean”, entre otras canciones. Su actuación es única, ya que además de su vestuario y de lo físico, le agrega lo espiritual.

El imitador de la estrella pop define a su ídolo como extraordinario y lo convirtió en una razón para vivir. “Michael Jackson no está muerto porque el espíritu es eterno”, sostiene. Y en la tierra sigue vivo por personajes como Jhon Palacios.

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