Policiales

Tribunales de San Lorenzo

Imputaron al camionero de Totoras acusado del aberrante crimen de Bruno Galetti

Al apodado Poroto de 37 años lo acusaron por el homicidio de su vecino totorense, cuyo cuerpo apareció calcinado y con dos heridas de arma blanca en un utilitario incendiado en un campo de Luis Palacios. Le dictaron prisión efectiva por el plazo de ley.


Al apodado Poroto, un camionero de Totoras, lo vieron caminando bajo la lluvia, la mañana que apareció calcinado el cuerpo de Bruno Galetti. Deambulaba cerca del puente que conecta a las localidades de Luis Palacios y Lucio V. López, a unos kilómetros del macabro hallazgo.

Aquella lluviosa mañana del 15 de enero, Poroto pidió auxilio a un patrullero que realizaba controles viales sobre la Ruta 34. Le contó al efectivo policial que se le había roto el camión en la Estancia Los Hermanos, de Luis Palacios. Y preguntó si lo podían acercar hasta una garita de colectivo.

Según reconstruyó el fiscal Aquiles Balbis en su investigación, Poroto no manejaba ningún camión por la zona. Había caminado dos horas y provenía de un campo de soja, en donde apareció calcinado el cuerpo de Bruno Galetti en el interior de una Fiat Fiorino consumida por el fuego.

En la audiencia imputativa celebrada este sábado en Tribunales de San Lorenzo, el juez Álvaro Campos dictó prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para Mario Santiago “Poroto” D., a quien el fiscal Balbis acusó como partícipe primario del homicidio simple de Galetti.

La causa refiere que el empleado policial de la comisaría de Lucio V. López aceptó cargar a Poroto en la caja del móvil policial, a la altura del puente Reconquista. Lo identificaría como el hijo de un conocido camionero de Totoras, que lleva el mismo nombre y apellido. Lo acercó a la garita que le había pedido, aunque horas después en un nuevo patrullaje volvió a verlo en el mismo sitio.

Señalaron que Poroto le preguntó al policía si conocía algún número de remís para volverse a Totoras, a lo que el uniformado concedió llevarlo hasta su casa de Saavedra al 800 de dicha localidad del departamento Iriondo.

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En la imputación, Balbis expuso las pruebas recolectadas para acusar a Poroto del aberrante crimen. Indicó que aquella madrugada del 15 de enero, Galetti salió a las 3.09 de la casa de Suipacha y Godoy Cruz que compartía con su pareja Paola y dos hijos. “Les comunicó a familiares que tenía otra orden de trabajo”.

La Fiorino era propiedad de la empresa Sergen SA en donde trabajaba Galetti y contaba con un sistema de rastreo satelital que registró el ingreso del utilitario a las 3.39 horas del 15 de enero al garaje de la casa que Poroto alquila en Saavedra al 800. Las pruebas científicas de luminol ordenadas por Fiscalía dieron positivo: hallaron rastros de sangre en la cochera de dicha vivienda.

Días después del crimen, Poroto mudó algunas cosas al domicilio de su suegra, en Fray Luis Beltrán al 1400, sostuvieron. “Se fueron de la noche a la mañana sin rescindir contrato ni avisar al locador”, advirtió Balbis.

 

La autopsia

El cuerpo de Bruno presentaba dos heridas de arma blanca en el tórax, según el pre informe elaborado por el doctor Germán Sánchez Caranicolis del Instituto Médico Legal. Dichas lesiones tenían características compatibles con vitalidad. “Es decir que fueron provocadas cuando Bruno estaba con vida”, redundó Balbis en su acusación.

Por otra parte, las pericias de Bomberos Zapadores descartaron pérdidas de combustible o desperfectos eléctricos o mecánicos que hayan ocasionado el incendio de la Fiorino en la que apareció carbonizado Galetti. “La combustión se produjo en la cabina del vehículo”, determinaron.

Balbis pidió prisión efectiva por el plazo de ley para Poroto, en tanto que la defensa del camionero de 37 años, a cargo del letrado Sebastián Darrichón, propuso una medida cautelar de prisión domiciliaria atendiendo que el imputado es sostén de familia, además del pago de una caución de 100 mil pesos. Finalmente el juez Campos dio lugar a la petición del fiscal.

Acompañados por el abogado Luis Rossini, familiares de Galetti asistieron a la audiencia y le concedieron la palabra antes de que se conociese la resolución del juez Campos.

“Esto fue horroroso. No tengo trabajo y quedé sola con mis dos hijos. Todos tenemos miedo en mi familia. No queremos vivir en la misma ciudad que esta persona”, manifestó Paola, la viuda de Galetti. “Somos cuatro familias destrozadas. El sentimiento de pérdida es irreparable”, expresó Franco, hermano de Bruno.

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