Maite convalece en un sanatorio céntrico de Rosario. Conoció la peor cara de la violencia machista cuando su pareja la roció de alcohol y la prendió fuego tras una discusión. Antes había sido había amenazada muchas veces, al punto de pedir a la Justicia una orden de restricción. El martes por la noche, Nicolás R. fue detenido a pedido de Fiscalía, pese a que atribuyó las quemaduras a un accidente doméstico. Este jueves será imputado.
Maite y Nicolás conviven desde 2014 en la localidad de Pérezy tienen un hijo en común de dos años. Por la violencia reiterada, hace un año Maite fue socorrida por Betina Zubeldía, representante de Ademur (Asociación de Mujeres Resilientes), y logró interponer una orden de restricción sobre su agresor, contó Fernanda Serna, de esa misma ONG. El miedo y su situación ecónómica vulnerable se conjugaron para que volviera con su pareja un tiempo después. El cuadro violento estalló otra vez el 26 de junio pasado, cuando tras una discusión su pareja la roció de alcohol y le arrojó un fósforo, relató Serna. La violencia no terminó ahí. La joven tuvo que socorrerse por sus propios medios, metiéndose en la ducha y yendo al sanatorio sola. Una vez allí, alcanzó a decir que había sido atacada, pero se negó a presentar una denuncia: su pareja estaba con el hijo. Por una cuenta falsa de Facebook alguien le decía: “Si llegás a decir algo, mato al nene”.
A través de la asistencia de Ademur, la mujer juntó coraje y decidió denunciar. El acompañamiento fue clave, recalcó Serna. Maite será operada por cuarta vez este jueves. Tiene quemado parte del tórax, la axila y la cara. En el sanatorio continuó recibiendo amenazas. Finalmente, el martes por la noche su pareja fue detenida y el niño ahora está bajo la tutela de un familiar cercano a ella. El fiscal de la Unidad Especial de Violencia de Género Álvaro Campos lo imputará pasado el mediodía de hoy en Tribunales.
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