Cinco considerados integrantes locales de la firma que se promociona como Global Intergold, GIG-OS o BLC fueron imputados este jueves por estafar a casi una decena de ahorrista e inversores de la ciudad. La investigación está cargo del fiscal de la Unidad de Delitos Complejos Mariano Ríos Artacho, quien canalizó las denuncia por un fraude que supera los 35 mil dólares presentada por el abogado de las víctimas, Orlando Nicolás. La jueza Valeria Pedrana presidió la audiencia y aceptó la acusación para el quinteto mientras que la firma continúa acumulando cientos de denuncias por operar con el mecanismo de “estafa piramidal”, en la forma conocida como “esquema Ponzi” en las provincias de Entre Ríos, Córdoba y Buenos Aires como también en Uruguay.
La causa que busca desbaratar “una asociación con permanencia en el tiempo destinada a cometer delitos de manera organizada” a través de la empresa multinacional que funciona con los nombres de Global Intergold, GIG-OS o BLC en diferentes países se conoció el jueves de la semana pasada cuando el personal de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) hizo dos allanamientos en nuestra ciudad y en Villa Gobernador Gálvez.
Los operativos fueron en un domicilio de la cuadra Valle Hermoso al 1700, en zona norte, y el otro en pasaje Capuchinos al 2300, en el sudoeste villagalvense. En esa oportunidad quedó detenido Fernando Martín Vitar, considerado por la Fiscalía como uno de los líderes de la estafa piramidal, quien “simulaba dedicarse a la actividad financiera y de esa manera defraudar a las víctimas”, explicaron voceros del caso en dicha oportunidad.
Global Intergold es comparada con la local Generación Zoe, cuyo titular, Leonardo Cositorto, está detenido por aplicar una metodología similar.
Luego fueron identificados Sebastián Matías Colman, Marcos Daniel Acevedo, Rubén Darío Ruibal y Santiago Matías Cian, quienes también están considerados como cabecillas de la red y por ello fueron imputados en la misma jornada donde la acusación destacó que ostentaban por redes sociales una vida de lujos a través de autos de alta gama y viajes al exterior.
El único que llegó privado de la libertad a la audiencia fue Vitar donde se conoció que el accionar de la banda consistía en ofrecer servicios a sus víctimas como si fueran operadores de bolsa, cosa que no eran, donde las incentivaban a invertir en pesos o divisas extranjeras e incluso transferencias bancarias, que luego decían eran «transformadas» en criptoactivos los cuales impactaban en la plataforma de Global Intergold (Fractal o GIG-OS)”. Además, remarcaban que la sociedad invertía en oro.
Desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) especificaron que el presidente de Global Intergold, que usa el eslogan de Creemos en el Oro, “sería el llamado Dmitriy Aksyonov, de nacionalidad rusa”, y agregó que la tasa de interés que ofrecían podía rondar entre un 14 y un 18 por ciento anual”.
Sin embargo, cuando algunas de las víctimas intentaron retirar sus fondos se encontraron con que no podían a menos de que hicieran ingresar a un nuevo inversor.
Voceros judiciales y policiales explicaron que el negocio tenía diferentes modalidades: “la primera era Cliente Comprador o Ganancias Pasivas por el cual la persona compraba Títulos Valores de la empresa, los cuales partían de 550 dólares, y que en fecha 1º de enero de 2021, esos Títulos Valores se transformarían en acciones de la misma y se podían comercializar o vender entre una de las posibilidades”. Otra modalidad era la de “Socio Comercial o Ganancias Activas, en donde proponían la captación de inversores y a partir del ingreso de tres personas accedían a una ganancia mayor, como así también sumaban puntos para llegar a ser líderes”, detallaron los pesquisas.
“Todo ello se desarrolló a sabiendas de no poder abonar lo prometido, ya que en el mes de enero de 2021, por una supuesta votación que debían realizar todas las personas que habían invertido en la plataforma y la cual no fue notificada a las víctimas, se decidió prorrogar el plazo de la entrega de dinero hasta el año 2025, por lo que las mismas no lograron recuperar el capital inicial ni el interés prometido, suma que rondaría aproximadamente 36.300 dólares, 20.020 euros y 418.000 pesos”, concluyeron las fuentes.
La jueza Pedrana aceptó la acusación para el quinteto por conformar una red dedicada a la estafa piramidal y también imputó a un sexto sospechoso, identificado como Claudio B., pero no por integrar la organización sino por intimidación pública. Es que este hombre fue acusado por el fiscal Artacho por mandar mensajes con amenazas a los inversores que quería salir del sistema o que insistían en recuperar su dinero.
Alerta del Banco Central de Uruguay
Toda la causa parece enmarcarse en lo que se conoce como el “esquema Ponzi”, que hizo conocido –y millonario– al italiano Carlo Ponzi en Estados Unidos en 1919, aunque había antecedentes ya en el siglo XIX de estructuras similares.
Básicamente consiste en atraer inversores con ganancias fabulosas, que efectivamente se concretan, atrayendo así nuevos inversores. Pero la renta comprometida a los asociados más antiguos o con mayor inversión se toman de los nuevos inversores, no de operaciones reales, que de igual modo pueden existir. El derrumbe se genera cuando la rueda de detiene.
En ese marco fue que en febrero de 2022, el Banco Central de Uruguay (BCU) emitió una advertencia sobre la firma.
“Se pone en conocimiento del público en general y a los inversores o ahorristas en particular, que las firmas denominadas GLOBAL INTERGOLD, BLC (BUSINESS LEADERSHIP COMMUNITY) y GIGG-OS que publicitan sus servicios a través de redes sociales y distintos medios, bajo la modalidad de cursos de capacitación o eventos, no se encuentran inscriptas bajo ninguna forma ante el Banco Central del Uruguay ni cuentan con habilitación para operar por parte de la Superintendencia de Servicios Financieros. Estas empresas que convocan a invertir o ahorrar, prometiendo rentabilidades sobre la inversión, podrían involucrar operaciones fraudulentas basadas en esquemas “piramidales”, las cuales carecen de sustentabilidad financiera”, comienza el comunicado del ente financiero del país oriental.
Una muestra de ello son los grupos de la red social Facebook: uno, cerrado, tiene más de 1.400 miembros y se llama “Estafados por Global Intergold”; el otro, que permite su visibilidad total, tiene 500 miembros con el nombre “Estafados Global Intergold”. Ambos comparten la misma imagen, la representación gráfica de la firma, pero con la leyenda: “Estafadores seriales”.
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