Policiales

Baleó a ladrón por la espalda

Imputan a policía por gatillo fácil

Quedó en prisión preventiva por 90 días tras ser acusado de dispararle a un asaltante desarmado, quien sobrevivió. Además le achacan haber falseado el acta tras plantarle el arma al joven baleado, lo que fue captado por un domo municipal


El suboficial brindaba servicios en la seccional 2ª, que tiene jurisdicción en la escena del robo.

Un suboficial quedó preso tras una audiencia imputativa donde la fiscal de la Unidad de Violencia Institucional Karina Bartocci lo imputó de tentativa de homicidio. Una de las pruebas más fuerte de la acusación es la filmación de un domo municipal que captó el momento en el que el policía interviene en un hecho de robo y balea a un ladrón cuanto intentaba escaparse. Según la secuencia el asaltante, en vez gatillarle, le arrojó al uniformado el arma que tenía en la mano –la que le golpeó el pecho– y corrió, aseguró la fiscal. Una vez desarmado, el uniformado le dio un tiro en la espalda y colocó, junto al muchacho, el arma que le había arrojado para adulterar la escena. El juez resolvió dictar una medida cautelar contra el policía por el plazo de ley (90 días según la reforma procesal de diciembre pasado). Entendió el magistrado que los hechos son muy graves: si bien la secuencia se inicia con un accionar policial que, en principio, está vinculado con el cumplimiento de un deber, termina con una actuación en apariencia delictual. Por un lado el disparo del arma y, lo que es más grave aún, la probable falsificación de documento público –el acta policial– ya sea para lograr impunidad o como un grado de violencia institucional, dijo.

Eran las 11.30 de 13 de febrero pasado. El policía Maximiliano Agustín Córdoba, suboficial de la comisaría 2ª, salió de la dependencia policial en su auto particular a hacer una diligencia. En Maipú y Mendoza observó una moto en contramano y en marcha. Una persona estaba al mando y otra salía de un supermercado de capitales orientales con un arma en la mano. A partir de allí hay una versión que dio el policía y otra que surgieron de las evidencias que recogió la Fiscalía.

La fiscal Bartocci dijo que el hombre al ver al policía le arrojó el arma que llevaba en la mano, le pegó en el pecho y corrió. Esta secuencia quedó grabada en la filmación de un domo municipal ubicado en la esquina, aseguró. El policía lo siguió. La moto se fue poco antes que su compinche pudiera subirse y el policía le disparó por la espalda, explicó. La fiscal lo imputó de dispararle al ladrón cuando ya estaba desarmado y huyendo. A lo que sumó que, luego del ello, caminó hasta el lugar donde había quedado el arma y la ubicó en cercanías de la víctima del balazo, induciendo a error a sus colegas que confeccionaron el acta policial del hecho.

Los dichos del suboficial

El policía declaró. Contó que se bajó del auto al ver la secuencia. Sacó el arma, dio la voz de alto y el ladrón corrió. Aseguró que no vio que el asaltante hubiese descartado el arma. Dijo que la persona a bordo de la moto estaba armada y se alejó al verlo bajar del auto. El otro siguió corriendo, entonces el suboficial hizo un disparo intimidatorio al piso pero el ladrón no se detuvo, afirmó. “En ese momento una persona que salió entremedio de unos contenedores le hace una trabada y logro agarrarlo. Intento detenerlo, forcejeamos”, añadió.

Explicó que luego del primer disparo intimidatorio que hizo el arma quedó lista y como es un arma muy sensible al forcejear se le escapó el tiro, dijo. Con el hombre herido y en el piso llegaron refuerzos y llamó al 911 para pedir una ambulancia. En eso, otra persona le contó que “en la esquina había algo”, aseguró. Caminó y vio el arma. Y añadió: “Por la hora había mucha gente; ahí que sabe haber una persona que no está bien de la cabeza y tuve miedo que el de la moto volviera”. Por eso dijo haber tomado el arma y le llevó para resguardarla donde estaban sus compañeros: “No pensé en lo que tenía que hacer”. Era un arma calibre 40 y se constató que era apta para el disparo, concluyó.

Su defensor José Alcacer cuestionó desde la calificación del hecho hasta el cambio de postura de la Fiscalía. Dijo que la imputación se hizo dos meses después del hecho con los mismos elementos que había. Aseguró que en el video no vio al ladrón arrojarle el arma a su cliente y pidió la libertad; subsidiariamente un arresto domiciliario para contrarrestar el pedido de prisión preventiva que realizó la Fiscalía.

Pero el juez Hernán Postma, luego de escuchar las partes, dijo que la evidencia es indiciaria e incriminante. Aseguró que los encuadres legales son provisorios y que la declaración del imputado no está apoyada en la evidencia. Refirió que hay dos procesos diferentes: uno por el robo, que tiene al ladrón detenido y el otro referido al accionar del policía. Explicó que la actuación del imputado se divide en secuencias: la primera, cuando el suboficial balea al ladrón, y la segunda y más grave tiene que ver con la incorporación en el acta policial de hechos que no pasaron como los describió. “Si bien la secuencia se inicia con un accionar policial que, en principio, estaría vinculada al cumplimiento de un deber, termina con una actuación en apariencia delictual”, dijo y dictó la prisión preventiva de Maximiliano Córdoba por el plazo de ley.

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