Policiales

Caso Sobrero

Imputados por matar a golpes a muchacho en San Francisquito quedaron libres

Tres jóvenes fueron acusados de reducir y maniatar a un joven que irrumpió en su vivienda de Vera Mujica al 2700 para someterlo a una golpiza fatal. La fiscal los acusó de homicidio preterintencional, ya que –según entendió– obraron con intención de lesionar, pero no de matar: se fueron a sus casas


Dos hermanos y su amigo quedaron acusados por matar a golpes a un muchacho de 29 años en un confuso episodio que ocurrió el 11 de marzo pasado cuando la víctima irrumpió en dos viviendas, en Vera Mujica al 2900 y al 2700. Tras ser imputados este viernes por el delito de homicidio preterintencional –indica que obraron con intención de lesionar, pero no de matar– y hurto calamitoso, ya que aprovecharon el estado de inconsciencia de la víctima para sacarle sus pertenencias, recuperaron la libertad, con una caución de 15 mil pesos cada uno.

El 11 de marzo pasado, alrededor de las 3, un vecino llamó al 911 y alertó que tenían retenido a un muchacho ya que había ingresado en una vivienda de Vera Mujica al 2700 y agredido en forma física y verbal a una chica de 20 años, embarazada de 8 meses.

Cuando los uniformados llegaron, también se encontraron con un vecino de 22 años, quien contó que el sospechoso se había presentado en su casa de Vera Mujica al 2900 y agregó que lo había podido echar.

Personal de Comando Radioeléctrico detuvo al joven, identificado como Hernán Sobrero, de 29 años, y –según las fuentes policiales– como se encontraba bajo los efectos de estupefacientes decidieron trasladarlo a la oficina de Medicina Legal, donde el médico lo derivó al hospital Emergencias Clemente Álvarez (Heca), ya que debido a “la ingesta de gran cantidad de estupefacientes podría padecer un ataque de hiperactividad”, explicaron los pesquisas en dicha oportunidad.

Sobrero quedó internado en el Heca hasta pasado el mediodía, cuando los médicos informaron que había fallecido. La fiscal Georgina Pairola quedó a cargo de la investigación y ordenó que el cuerpo fuese enviado al Instituto Médico Legal (IML) donde le realizaron la autopsia bajo el protocolo de Minnesota.

Apenas se conoció el confuso episodio que terminó con el asesinato de Sobrero, sus familiares contaron que era chofer de colectivos de larga distancia, que no tenía ningún antecedente penal y reconocieron que sí tenía problemas de adicciones. Además, agregaron que “no ingresó a esa casa, donde lo conocían, a robar”, como surgió de trascendidos. La víctima vivía a sólo ocho cuadras de Vera Mujica al 2700.

La detención y la imputación

Esta semana, el personal de la División de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI), supervisado por la fiscal Pairola, obtuvo el resultado de la autopsia preliminar al cuerpo de Sobrero. La medida arrojó que la víctima sufrió una golpiza, aunque la causa concreta de muerte aún no fue determinada ya que resta los resultados de los exámenes anatomopatológicos y toxicológicos, aclararon los voceros.

Estos resultados preliminares derivaron en que el miércoles último se realizara un allanamiento en la vivienda de Vera Mujica y Gálvez, a la cual Sobrero llegó la madrugada del día en que murió y donde viven los sospechosos. En el patio de esa casa, según reconstruyeron tras las pruebas realizadas con luminol y los indicios recolectados, Sobrero estuvo maniatado y fue sometido a una paliza, algo que la Fiscalía tiene acreditado, confiaron fuentes judiciales.

Fue en ese marco que el personal de la División Homicidios de PDI detuvo a Federico C., de 24 años; su hermano Fernando C., de 29, y demoró a su hermana, la cual recuperó la libertad tras algunas horas.

A su vez, al día siguiente se entregó Santiago D., de 20 años y amigo de los hermanos, quien estaba nombrado en la causa y llegó a la audiencia imputativa de este viernes en libertad.

En dicha jornada, Pairola acusó al trío por el delito de homicidio preterintencional. La fiscal señaló que los tres redujeron a Sobrero, lo llevaron al patio, lo sentaron en una silla para luego someterlo a una brutal golpiza. Una vez que lo dejaron simiinconsciente, le sacaron las pertenencias, por lo que también les achacó el delito de hurto calamitoso.

Tras escuchar los argumentos de la Fiscalía y de la defensa a cargo del abogado Juan Ubiedo, el juez Carlos Leiva aceptó la acusación y dispuso que transiten el proceso en libertad, previa caución de 15 mil pesos cada uno.

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