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Imputado por el femicidio de Sabrina Vallejos irá a prisión

Con 18 años esperará el juicio por el crimen de su novia, quien fue hallada en el baño de la casa que compartían con un corte en la cabeza y una marca de ahorcamiento en el cuello. Para la fiscal del caso él montó la escena para simular un suicidio.


Luego de enterrar a Sabrina Vallejos, sus padres fueron a Tribunales para estar en la audiencia imputativa contra su yerno, Matías. Sabrina tenía 22 años y hacía 7 meses convivía con él entre golpes y problemas para llegar a fin de mes. A ella la encontraron sin vida en una precaria casa en Lavalle y pasaje Palpa. Matías había salido a la calle a pedir ayuda y dijo que ella se había ahorcado, pero los primeros estudios médicos no dijeron lo mismo. La chica tenía un importante corte en la cabeza que recibió antes de morir y el surco de ahorcamiento que le quedó en el cuello era leve. El forense no aventuró el motivo de la muerte y pidió más estudios. Para la fiscal la escena fue montada. El novio fue imputado por homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género. La jueza Hebe Marcogliese dictó prisión preventiva.

Matías R. tiene 18 años y ayer parecía no estar inmerso en lo que pasaba a su alrededor. Estaba perdido aun cuando la jueza le hablaba. Después de escuchar los cargos en su contradijo no entender que era el sospechoso de matar a Sabrina. Entonces la jueza reiteró la imputación. Cuando Matías declaró, contó que pelearon, que fue a la casa de su mamá y a mitad de camino “algo” le dijo: “Volvete”. Cuando regresó encontró a la chica ahorcada en el baño, aseguró.

“No le vi el corte (en la cabeza), corté la sábana con un cuchillo y ella se me cayó para adelante. La saqué para afuera”, contó. La fiscal Marisol Fabbro y el equipo de criminalística dijo que la escena fue montada basado en una comunicación que tuvieron con el forense. El preinforme de autopsia aún no está listo. El perito explicó por teléfono que el golpe en la cabeza si bien es marcado y profundo no ocasionó el traumatismo de cráneo. El forense no confirmó que haya sido la causa de la muerte. Dijo que si bien no descarta el ahorcamiento, le pareció raro que haya sido como lo describió Matías: según el médico, es posible que se lo haya provocado con la sábana o las manos, pero no con el cuerpo colgado. El cuerpo tenía lesiones leves hechas con un elemento cortante. El perito no descartó la asfixia como causal de muerte, pero también dijo que podría haber sido un infarto provocado por el mecanismo de ahorcamiento.

Vínculo y violencia

Una testigo dijo que vio entrar a Sabrina al mediodía. Cinco minutos después a Matías y 10 minutos después lo vio irse. Él pidió llamar a la ambulancia porque Sabrina se había ahorcado. “Lo vi nervioso. Como que se le fue la mano”, dijo. Otra testigo afirmó que la chica no estaba en el baño, que tenía un profundo corte, pero no le salía sangre. También que Sabrina estaba mojada y Matías le hacía respiración boca a boca.

“Se vivían matando. Se escuchaba el griterío, el quilombo” dijo una testigo ayer. La noche anterior habían peleado. La madre de la víctima la vio golpeada unas seis veces. La última, 15 días antes de la muerte. La mujer contó que llegó a la casa y vio a su hija tirada en el piso. Una vecina le dijo que la noche antes de morir Sabrina se quiso ir de la casa y él no la dejó. “La chica gritaba: «me quiero ir con mi mamá»”, dijo. “Los problemas de Sabrina y Matías eran viejos, siempre tenían una discusión y él la golpeaba”, sumó la mujer. Cuando la iba a visitar siempre la veía moreteada en los brazos y las piernas. Sabrina le decía que se había peleado con Matías. La madre le preguntaba cuánto iba a aguantar sin dejarlo. “Se van a terminar matando”, recordó decirle a Sabrina. La joven le prometía que se iba a separar, pero luego volvía. A veces le decía que no quería vivir más y después de charlar se calmaba. El padre también llegó al lugar. Para el hombre el baño tenía muy poca altura para ahorcarse. Contó que ella medía un metro setenta, por lo que quedaban unos 20 centímetros hasta el piso. Al igual que su mujer dijo haberla visto golpeada en el pasado. La chica no le admitía que la golpeaba su novio, pero dijo que lo sabía por sus hermanas.

La defensora pública María Melania Carrara trató de conseguir prisión domiciliaria para Matías. Contó de testimonios sobre una faceta violenta de la chica, pero la jueza volvió a la evidencia presentada por la Fiscalía y dictó la prisión preventiva por el plazo de ley.