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Impactante

Imputada por atropellar y huir

La Justicia le dio prisión domiciliaria de 45 días a una mujer acusada de embestir y arrastrar por 10 kilómetros a un motociclista, en uno de los accesos sur a Rosario. Le concedieron el beneficio porque tiene dos hijos pequeños.


La Justicia dictó prisión domiciliaria a una joven de 31 años acusada de atropellar y arrastrar durante 10 kilómetros a un hombre a principios de mes, en momentos en que se abatía un temporal, en el ingreso sur de la ciudad. Hasta fines de mayo la mujer permanecerá detenida en su casa, sin salidas laborales, a la espera de la acusación que realizará la Fiscalía y el posterior juicio. La carátula de la causa es homicidio culposo calificado por el uso de un automóvil, delito que lleva una pena máxima de cinco años de prisión. La defensa reclamó a la Justicia investigar qué ocurrió previo al choque que le endilgan a la mujer. Dijeron que había un siniestro vial anterior que dejó al hombre en la banquina en medio de la fuerte tormenta. Desde la Fiscalía indicaron que ya tienen datos al respecto.

Al banquillo

María Belén G., de 31 años, se presentó ayer por la tarde ante el juez penal de 1ª Instancia, Carlos Leiva, tras varios días de estar detenida. Está acusada del homicidio de Víctor Hugo Leiva, de 40 años. Según reconstruyeron desde la Fiscalía, cerca de las 20.30 del 4 de marzo la joven manejaba un Peugeot 206 color gris por la intersección de la ruta 18 y la A012 cuando impactó al hombre y lo llevó enganchado durante 10 kilómetros hasta la zona sur de la ciudad, donde vive.

Citando a varios testigos, documentación policial y otros peritos, se acusó a la mujer y pidieron la prisión preventiva hasta que comiencen las audiencias del juicio. Justificaron el pedido en que fue el padre en un primer momento quien se adjudicó la autoría del hecho, hasta que vecinos del barrio llegaron hasta la Fiscalía y contaron lo contrario.

La fiscal Mariana Prunotto, que reemplaza a Walter Jurado por licencia, consideró que la mujer se ocultó de la Justicia por más de un mes. La detención de María Belén G. ocurrió el 13 de abril. El juez resolvió no dar lugar al pedido de la Fiscalía de dictarle la prisión preventiva en la alcaidía, ya que la mujer tiene dos hijos pequeños que debe cuidar. Por eso, le dio lugar a la prisión domiciliaria aunque sin el beneficio de salidas laborales.

En defensa

La acusada decidió no usar el derecho a declarar y sólo dijo al juez: “Soy inocente. Mis hijos me están esperando y llorando”. El abogado, Ramiro Coso, indicó que la investigación de la Fiscalía sólo tomó el hecho desde el impacto entre el Peugeot 206 y el hombre en la ruta. “Nada dijeron de por qué el hombre estaba a la vera de la ruta 18, en primer lugar”, sostuvo y cuestionó la pericia médica forense.

Desde la Fiscalía respondieron que por estas horas investigan qué pasó antes del choque, pero mantuvieron la acusación basándose en el dictamen médico forense, que indicó que Leiva estaba vivo al momento de ser arrollado y murió por heridas del arrastre y no antes. Entonces, lo que pasó antes de que el hombre fuera embestido corre un camino paralelo a esa causa, insistió la fiscal Prunotto.

Sobre lo que ocurrió en los minutos previos al choque que dejó enganchado a Leiva a la trompa del Peugeot, los investigadores aportaron datos. Indicaron que esa noche una persona alertó con un llamado a la guardia rural Los Pumas para decir que había encontrado un pedazo de plástico y una moto golpeada en la ruta 18 y la A012, aunque sin señales de un conductor. Sería un indicio de un siniestro vial previo.

Dos horas más tarde, el padre de la acusada y primer sindicado por la muerte del motociclista, José G., le aseguró a la Policía que había atropellado al hombre. Declaró que en pleno temporal había embestido lo que creía que era una rama, pero cuando llegó a su casa se percató de que se trataba de una persona. Al mismo tiempo, la mujer de Leiva denunció que el hombre, padre de 9 hijos, no aparecía por ningún lado. Había salido en su moto y no tenía noticias de él.

Lo que viene

Según adelantó la Fiscalía en la audiencia oral y pública, cuentan con varios testigos que ubican a la acusada en la puerta de su casa admitiendo la culpa del hecho y pidiendo asistencia a su padre. Algunos fueron testigos con identidad reservada, figura que habilitó el magistrado con vistas a las audiencias por el juicio que será dentro de un mes y medio.

Mientras tanto, el auto de María Belén G. todavía no fue peritado por la Justicia.

Dolor

Familiares de víctimas plantaron un reclamo en la mañana de ayer frente a Tribunales para reclamar más celeridad a la Justicia en las causas por siniestros viales y que se aplique la prisión efectiva en casos flagrantes. Entre los presentes estaban familiares  de Kevin Carradore, el joven de 18 años que murió en la puerta de un boliche de la costanea atropellado por un motociclista que hacía “willy” a gran velocidad, familiares de los jóvenes Emi y Faku, que buscaron, sin lograrlo, una condena a prisión efectiva para el joven conductor del auto en el que ellos regresaban desde una fiesta en Funes y que ingresó a Rosario por avenida Pellegrini cruzando Provincias Unidas a más de 100 kilómetros por hora, y de Yuri Guarducci, un joven de 16 años atropellado por un agente de Policía que se dio a la fuga en el momento y se mantuvo prófugo después, entre otras víctimas que padecieron hechos extremos.

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