Espectáculos

Nuevos rumbos

Imanol Muñoz, un artista rosarino en Cataluña, reconocido por la Junior Chamber International

Mientras se prueba frente a otros públicos como bailarín de tango y gestor cultural y por segundo año consecutivo, el también coreógrafo y docente que habla de las luces y sombras de instalarse en Europa, fue destacado como referente en su área por la organización con presencia en más de 120 países


Buscar, salir, viajar, arriesgar, dejar cualquier posible lugar de comodidad conocido para probar suerte en otros territorios, para probarse en otras latitudes donde también quedaron raíces. El talentoso bailarín, coreógrafo y docente Imanol Muñoz, rosarino por adopción dado que es oriundo de Las Parejas pero desarrolló en Rosario toda su etapa de formación donde entre más obtuvo el título de Profesor de Danzas Folclóricas, en marzo del 2022 decidió, junto a su compañero de vida, probar suerte en España.

En este tiempo, y más allá de su importante recorrido en la actividad artística local, Imanol encontró un nuevo lugar donde poder desarrollar su arte y sus conocimientos, con sus luces y sombras como pasa en todos los lugares, aunque con la posibilidad de cierta previsibilidad, que le permite proyectarse para los próximos meses e incluso a lo largo de un año, algo menos frecuente por estas latitudes.

El año pasado, Imanol fue destacado como joven sobresaliente de Santa Fe por la Junior Chamber International (JCI), una organización con presencia en más de 120 países, que reúne a jóvenes líderes de entre 18 y 40 años y que destaca la tarea de cado uno que, en ciernes, con sus trabajos, proyectos y programas buscan como propósito un mundo mejor, más amplio e inclusivo.

“Y este año, a nivel nacional, fui nuevamente destacado en un apartado de logros y aportes a la cultura donde soy el único santafesino”, dijo Imanol del otro lado del teléfono en la mañana de Argentina y en las primeras horas de la tarde en Barcelona (Cataluña) donde vive y trabaja por estos días.

“Estoy muy sorprendido y muy contento por este nuevo reconocimiento que otorga la Cámara Junior Internacional a jóvenes de todo el país: el año pasado me destacaron a nivel provincial, y como todas las provincias elevan sus postulaciones de aquellos distinguidos en el año anterior, al año siguiente se evalúan todas esas presentaciones a nivel nacional, y así surgió este nuevo reconocimiento en el rubro de logros y aportes culturales y artísticos; soy el único santafesino y el único en este rubro. La verdad es que es una gran noticia, me pone muy contento integrar esa lista con otras nueve personas, todos jóvenes destacados con grandes aportes en otros rubros como la ciencia, los negocios, aportes humanitarios en las políticas públicas, en salud; estoy muy agradecido por este premio que reconoce no solamente algo puntual, sino la trayectoria de cada uno”, contó Muñoz quien entra las múltiples tareas que lleva adelante por estos días en España, también estuvo bailando como parte del espectáculo Piazzola Inmortal, de Raúl Lavié, en el marco de su gira por Europa.

Sueños y oportunidades   

Radicado en Cataluña junto a su marido desde marzo del año pasado, con el deseo de probar otros escenarios y experiencias respecto de sus conocimientos profesionales, Imanol planteó: “Hace un año y medio que estamos acá, la verdad es que es una experiencia muy enriquecedora, estoy puntualmente en Barcelona y las oportunidades no dejan de llegar, de aparecer; pero creo que también las oportunidades llegan porque uno las va a buscar. Nada llega esperando en tu casa. Estoy trabajando puntualmente con el tango que es una de las áreas de los coreográfico en donde más me formé”.

Y sobre su tarea específica, sumó: “Trabajo en la producción de espectáculos y shows, bailando y dando clases en Salón Pugliese aquí en Barcelona, uno de los lugares más destacados desde hace muchos años, y recientemente estrenamos nuestro primer musical que se llama Donde estás Valentín, que fue también un poco el corolario de lo que fue todo este largo año de trabajo con los distintos talleres; también estoy dando clases junto a Anabel Gutiérrez en una de las milongas más antiguas de Barcelona, la Milonga del Ángel, y coordinando con mi compañero de vida la programación y la gestión de un bar cultural que está dentro de un casal, que es como un centro cultural y el teatro de Alella, que es un pueblo que está muy cerca de Barcelona. Estoy muy abocado a la producción, a la gestión cultural y es algo que en un año y medio de residencia no esperábamos, no esperaba estar tan instalado y haciendo lo que me gusta y para lo que estudié y me preparé; nos está yendo muy bien”.

Anabel Gutiérrez e Imanol Munoz.

Más allá de la idea de un viaje idealizado y de probar suerte en otros ámbitos donde, aunque parezca que no, siempre hay algo nuevo para ofrecer o hacer, el irse a vivir a otro país no deja de ser, aunque voluntario, una especie de exilio.

“Idealizamos bastante la experiencia de irnos a vivir a otro a otro país, el hecho de ser migrante, de cruzar el charco, de irnos a vivir a Estados Unidos, no sólo a Europa, y también hay mucha gente que está migrando a Australia. Pero el hecho del exilio, por más que sea voluntario, no deja de ser un exilio, una experiencia muy movilizante porque es como dejar todo lo que tenés y salir a probarte; es estar arriba de una montaña rusa y no solamente con las cosas con las que uno se puede encontrar en el campo de lo laboral, sino y sobre todo, con las emociones. Es estar lejos de la familia, lejos de los afectos y lo idealizamos un poco”, contó el creador que hoy disfruta de un tiempo de cosecha fruto de su trabajo artístico y con proyectos para lo que resta de este año y el próximo.

“Entre todas las cosas en las que estamos trabajando, en febrero de este año abrimos el Bar del Casal en la localidad de Alella, que es un espacio gastronómico y cultural que combina comida catalana y argentina con arte y espectáculos, y que particularmente fomenta el vínculo y el desarrollo social entre personas de aquí y de allá. En el mismo edificio se conjugan la vida del Casal de Alella, que es una institución sostenida por vecinas y vecinos, y el Espacio de Artes Escénicas del Ayuntamiento de Alella”, sumó el bailarín y corógrafo en una saludable conjunción de todo su caudal de conocimientos.

“El salir a probar suerte en otro país no es sólo trabajar sino también tener que estar haciendo cosas todos los días, esforzándote, estudiando todo el tiempo para mejorar en tus conocimientos y en las posibilidades de gestión. De todos modos es algo que también se hace de la misma manera en Argentina, pero te encontrás con diferentes realidades: hay muchos argentinos por acá, hay gente que viene un poco a la deriva tratando de encontrar posibilidades sin tener muy en claro qué hacer o cómo hacerlo, con dificultades no sólo en la posibilidad de trabajo sino también en cuanto a los papeles y ese tipo de cosas. La gran diferencia está en que, cuando encontrás algo para hacer, podés proyectarlo y proyectarte al menos a mediano plazo, no es tan el día a día que se vive en la Argentina. Para estar acá, lo bueno es tener un objetivo claro y tratar de cumplirlo. Creo que hay que poner el mismo empeño que llevaría en Argentina o en cualquier lugar del mundo, mucha dedicación, mucha disciplina; tener los objetivos claros y avanzar en esa dirección”, planteó respecto de todos estos meses de búsqueda y trabajo, luego de dejar en Rosario un recorrido y una experiencia como docente, director y gestor cultural con un espacio para programar (IDAE). “La de venirnos no fue una decisión fácil pero creo que es una experiencia sumamente valiosa la que estamos transitando y vale la pena vivirla”, destacó.

 

En el mismo sentido, y finalmente, Muñoz habló del mito de hacer fuera del país aquellas tareas que en Argentina serían impensadas para determinadas personas. “Conozco muchos profesionales universitarios que llegaron de Argentina y que trabajan, por ejemplo, en hotelería. Algunos lo hacen por necesidad y otros porque eligen transitar otras experiencias laborales, probar cosas nuevas y quizás eso no lo harían en la Argentina porque además no sea tan rentable. Pero hay una gran diferencia entre los que venimos a probarnos como en nuestro caso con una idea y un conocimiento y aquellos que vienen porque en Argentina no encontraron otra oportunidad de trabajo. También hay mucha gente que llega a Europa con un puesto porque en Argentina trabajan para multinacionales que le ofrecen esa oportunidad por un tiempo determinado o a largo plazo, y también el trabajo ligado con el conocimiento: por investigación o a cursar algún doctorado, y muchos se terminan quedando”.

Y cerró: “Creo que la gran diferencia en lo específico del trabajo, y lo llevo a un ejemplo que es la producción, el hecho de montar una obra desde cero que es lo que yo hago, está en la estabilidad, en lo previsible. Acá, la programación, las agendas de los teatros o de los centros culturales se plantean con mucho tiempo de anticipación. Para estrenar una obra, ya sea de danza o de teatro, la fecha la pedimos ahora y se concreta recién quizás para el segundo semestre del 2024. Lo que quiero decir es que todo este año ya está cubierto de programación en todos los teatros y espacios independientes. No estoy hablando de los grandes teatros o de teatros oficiales donde los contratos también se hacen de manera anticipada y previsible, sobre todo en materia de presupuesto. Las compañías de teatro producen con una estabilidad que es distinta, el costo de producción de una obra lo van a poder cubrir con las entradas, que ya saben cuánto van a costar de acá a un año y medio; eso en Argentina es imposible. Creo que allí radica una de las grandes diferencias”.

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