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Imágenes de una banda poderosa

“El Éxito del Secreto: 10 años de A-Tirador Láser” es el título del film de Ezequiel Muñoz sobre la formación que tuvo vida hasta 2004 y que, fundada por Lucas Martí y Nahuel Vecino, conquistó un lugar en la historia del rock nacional.Este viernes, a las 20,30, gratis, en el Parque de España.


Este viernes, a las 20.30, y con entrada gratuita, se proyectará en el Túnel 4 del Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el río), El Éxito del Secreto: 10 años de A-Tirador Láser, un documental del realizador Ezequiel Muñoz sobre la banda fundada por Lucas Martí y Nahuel Vecino.
Su música y personalidad la convirtieron en banda de culto. Emergió a mediados de los 90, en un lustro donde, es innegable, el rock regaló álbumes que hoy son considerados clásicos: Soda Stereo y su Sueño Stereo (1995); Los Fabulosos Cadillacs y su Vasos Vacíos (1994); Divididos y La era de la boludez (1993); Fito Páez y El amor después del amor (1992); La Renga develaba su primer disco Esquivando charcos (1991); y Luis Alberto Spinetta editaba Exactas (1990), primer álbum en vivo.
Mientras en todo el país se escuchaban esos discos, en las profundidades de ciertas grandes ciudades, el rock latía con otras fibras, conceptos y sonoridades. A ese otro terreno llegaba, en 1994, A Tirador Laser, una banda que, a su manera, revolucionó la escena de su época y se guardó un lugar en la historia viva del rock nacional.
“Algunas bandas van volviendo pero A Tirador Laser (ATL) no va a volver: en todo caso lo hará de esta forma, como una película que muestra lo que fue”, contó el realizador y apasionado seguidor de la extinguida formación a El Ciudadano. Y, a modo de slogan, abrevió El Éxito del Secreto: 10 años de A-Tirador Láser como “un film con imágenes de hace diez años sobre una banda que duró diez años”.
En una época donde aún no existían las cámaras digitales, Ezequiel Muñoz, con cámara analógica en mano, se apersonaba cada noche a escuchar a sus bandas favoritas y les sacaba fotos tocando en vivo. “A algunas bandas les gustaba lo que hacía y me empezaron a invitar a los conciertos”, rememoró Muñoz quien durante todo ese tiempo atesoró un impresionante archivo fotográfico al que luego también se sumaron videos.
Director de otros trabajos de impronta similar como Hay lo que hay, sobre los primeros 10 años de Pez; y Cómo preparar amor en polvo en 13 cucharadas, sobre el proceso creativo y la grabación del disco de Emmanuel Horvilleur, Muñoz conoció a Martí en 1998, cuando ATL ya ostentaba dos materiales (Tropas de Bronce, 1996 y Sunburst, 1998).
“Cuando escuché la banda por primera vez –recordó Muñoz – lo hice a través de su primer videoclip, del disco Tropas de Bronce, y me pareció algo totalmente diferente. Al ir escuchando nuevos discos me fui sorprendiendo. El tercero (Braiatan) me pareció muy raro. Al cuarto (Otro Rosa) lo considero el mejor disco de música nacional junto a Dopádromo (tercer disco) de Babasónicos. Nunca escuché a los grandes capos del rock nacional, los respeto, pero para mí las bandas nuevas empezaron ahí, en los 90. Si tuviéramos que viajar a aquellos tiempos, para mí en 2002, con Otro rosa, la banda llegó a su mejor momento”.
“Nunca pensé en ponerme a filmar para hacer un documental pero con Lucas (Martí) nos empezamos a hacer amigos y lo empecé a acompañar a todos lados”, contó el realizador, quien en 2004, cuando ATL se separó, pensó en hacer un documental de la banda pero lo dejó porque “estaba muy fresco todo en ese momento”.
La película de ATL recupera muchos shows que la banda dio durante su década de vida a lo largo del país, algunos, como contó su director, en Rosario. “En la película se ven imágenes de un recital que dio la banda en García Bar, un show que estuvo buenísimo; y también imágenes de un programa de televisión de ahí (Rosario), que se llamó Al palo TV, fue muy graciosa la entrevista que le hicieron a Lucas”, contó el director. Y prosiguió: “La banda hizo unos 100 shows y un montón de ellos están registrados. Eso es lo más fuerte de la película”.
El film mantiene un relato que apuesta a contarse en primera persona, a partir de los testimonios de época en que fueron registrados. “Todo lo que aparece en el documental –continuó Muñoz– está generado en el momento en que la banda existía, no hay gente hablando de la banda. Es como una especie de compilado, y los mismos personajes de ese compilado van hablando y contando cómo es la banda y cómo es cada uno de los discos, cómo van las grabaciones. La película se cuenta sola”.
Pero un día fue el último. “La banda no le avisó a nadie y una noche, con el teatro lleno, sin que ninguno de sus íntimos lo supiéramos, ni nadie de la prensa, la banda se subió al escenario y –recordó Muñoz– le dijo a su público «hoy es el último show«. Ahí terminó la banda” que a lo largo de su vida tuvo varios cambios de formación y por la que pasaron nombres como Fernando Samalea, Migue García y Marcelo Baraj, entre otros.
—El último disco se llamó “El título es secreto” y este film “El éxito del secreto”. ¿Cuál es ese éxito?
—El título es parte de un juego de palabras con el título del último disco y fue idea de Lucas. El éxito del secreto es porque es una banda que es como secreta porque no llegó a la masividad. Llegar a la masividad tiene que ver con algo distinto: hay pocas bandas que llegan por sus propios medios, la mayoría lo hace porque una radio la pasa todo el día o se paga para que un video dé vueltas en varios canales. Las bandas que no hacen eso quedan en secreto.

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