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Identifican a preso por robo de legajos

Es el ex policía sospechado por asalto al área de Derechos Humanos bonaerense.

La secretaria de Derechos Humanos bonaerense, Sara Derotier de Cobacho, reconoció ayer al único detenido por el robo a su oficina, un ex agente policial, como uno de los hombres que el pasado 30 de diciembre sustrajo su notebook, documentación sobre los juicios a represores y 11 mil pesos, según informaron fuentes judiciales.

Se trata de Juan Mateo, un efectivo policial que fue exonerado de la Policía Bonaerense a comienzos de diciembre de 2009, y quedó detenido el 1º de enero bajo sospecha de ser uno de los autores del robo a la dependencia bonaerense.

De la rueda de reconocimiento, que se realizó en la Departamental de Investigaciones de La Plata y se extendió por más de cuatro horas, participaron Cobacho y otros siete empleados de la Secretaría asaltada.

Las fuentes judiciales precisaron que Cobacho identificó a Mateo como una de las personas que ingresó a la sede de la Secretaría y que, tras amenazarla y maniatarla, robó dinero, documentación, su computadora personal y teléfonos celulares.

Cobacho “reconoció a Mateo a pesar de que presentaba cambios en su fisonomía, como por ejemplo el pelo más corto” y “otros tres empleados también lo reconocieron como uno de los autores del robo”, relataron los voceros del procedimiento. Y además, confirmaron que el miércoles un efectivo de la División de Narcotráfico de La Plata, donde se desempeñaba el detenido, entregó la computadora personal de Cobacho que había sido robada el 30 de diciembre, en la que había denuncias contra policías por casos de gatillo fácil y legajos de represores a los que se juzgará este año.

La computadora fue entregada por cuatro hombres y una mujer a un efectivo policial, quien se la hizo llegar al fiscal y que comenzó a ser analizada ayer por peritos informáticos de la Procuración de la Corte.

Mateo, el único detenido en la causa, fue apresado el 1º de enero, cuando efectivos policiales encontraron en su domicilio 11 mil pesos, la misma cifra que los delincuentes habían sustraído de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia.

En su declaración ante el fiscal, la funcionaria ratificó que “no se trató de un robo común”, y por el contrario vinculó el hecho a “nichos de corrupción enquistados en la Policía Bonaerense”.

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