Ecología

Experiencia sensorial

Idearon mapa interactivo para escuchar los sonidos de los bosques del mundo y Rosario tiene el suyo


Bosque de bambú de Kioto, Japón.

Cada bosque tiene sus propios sonidos. No se escuchará igual un bosque en la isla de Ibiza que uno en Estados Unidos, porque ni el viento, ni los animales, ni los ríos y ni siquiera el rumor de las hojas suena igual.

Sound of the Forest recoge algunos de esos sonidos en un mapa interactivo creado por la productora inglesa National Forest y Timber Festival, un festival de artes que se celebra en el corazón de un bosque nacional de Reino Unido. La música y la naturaleza siempre han inspirado este proyecto cultural motivado como un agente del cambio hacia una vida más sostenible y saludable.

Durante estos meses de pandemia el equipo de Timber Festival ideó una experiencia sensorial que pudiera compartirse en todo el mundo, “algo que pudiera crear conexiones emocionales entre las personas y la naturaleza”. De ahí surgió la idea de este mapa; y así nos lo cuenta Sarah Bird, la directora de Wild Rumpus, la empresa que organiza de Timber Festival.

La posibilidad de registrar a través de un teléfono móvil cualquier sonido, les sugirió que también se podía hacer lo mismo con los bosques. En mayo lanzaron un llamamiento para que personas de todo el mundo registraran el sonido de bosques cercanos, y así pudieron publicar una primera versión del mapa, que han ido actualizando a medida que han llegado más sonidos.

En él es posible escuchar todo tipo de seres vivos, desde lemures hasta perezosos, si tu oído está entrenado, claro. Y en todos los rincones del mundo, desde Madagascar hasta Noruega o Nueva Zelanda.

Sonidos de Rosario

El proyecto Sonidos de Rosario, bajo la dirección de Adolfo Corts, archiva registros acústicos de la ciudad, clasificados y catalogados según temática, lugar y fecha de grabación. Desde el 2002 se viene compilando con el objeto de documentar la riqueza sonoro-cultural de la urbe y de preservarla para las generaciones futuras.

“En nuestro mundo urbano, del que se dice habitualmente que está dominado por la cultura de la imagen, se despliega una red de relaciones entre silencios y sonidos que se podría considerar casi infinita, inagotable. El proyecto propone inicialmente trazar algunos hilos de esa compleja red”.

 

Dark Hedges, Irlanda del Norte.

 

Bosques de Trillemarka, Noruega.

 

Bosque de Hallerbos, Bélgica.

 

Fuente: traveler.es

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