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Sociedad

Idea Vilariño, poesía y pasión

Miembro de la llamada Generación del 45 en Uruguay, publicó su primera obra en ese año, cuando era una joven de 25, con versos que escribió desde los 17 años. Compositora musical, ensayista, traductora y docente, influyó la cultura de la región.


Idea Vilariño fue una poetisa, ensayista y crítica literaria uruguaya. Realizó también tareas tales como docente, compositora y traductora.

Su estilo es particularmente singular y algunos de sus poemas fueron interpretados por cantantes como Alfredo Zitarrosa. Se la ubica en la corriente literaria denominada en la Banda Oriental como la Generación del 45.

Esbozo biográfico

Idea Vilariño nació el 18 de agosto de 1920 en Montevideo, en el seno de una familia de clase media amante de la música, la poesía y las artes. Su madre era una mujer con muchos conocimientos de la literatura europea, y transmitió a sus hijas e hijos la afición por la lectura. Su padre, Leandro Vilariño, que simpatizaba con las ideas anarquistas, fue un poeta que vivió entre los años 1892 y 1944, pero no logró ver editadas sus obras en vida.

Idea, al igual que sus hermanos Numen, Poema, Azul y Alma, estudió música desde su infancia. Ella ejerció como profesora de literatura desde 1952 hasta el cruento golpe cívico-militar acaecido en Uruguay en 1973. Luego de restaurado el sistema constitucional en su país retomó su labor como educadora en los departamentos de Literatura Uruguaya y Latinoamericana en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República.

Sobre Idea se reseña en la enciclopedia virtual Wikipedia: “Escribió desde muy joven; y sus primeros poemas ya maduros fueron concebidos entre los 17 y los 21 años. Su primera obra poética, “La suplicante”, fue editada en 1945 sólo con su nombre. En años subsiguientes sería reconocida internacionalmente y premiada con distintos galardones. Sus poemas están marcados por una experiencia íntima, intensa y angustiosa, muy coherente siempre”.

La Generación del 45

El movimiento literario llamado en Uruguay Generación del 45 estaba conformado por escritores, poetas, ensayistas y críticos literarios que impulsaron una ruptura con la tradición sostenida por las generaciones anteriores –cultoras de temáticas costumbristas– para abordar en sus cuentos, versos y novelas cuestiones de la vida cotidiana.

Ejemplo de lo dicho son los libros de Mario Benedetti “Montevideanos” y “Poemas de la oficina”. También las novelas de Juan Carlos Onetti “El pozo”, “La vida breve”, “Tiempo de abrazar”, “Los adioses”.

Entre los miembros de la Generación del 45, que emergieron artísticamente entre los años 1945 y 1950, es posible mencionar a críticos tan relevantes como Ángel Rama y Emir Rodríguez Monegal, y a otros como Sarandy Cabrera, Carlos Martínez Moreno,  Carlos Real de Azúa, Carlos Maggi, Alfredo Gravina, Mario Arregui, Amanda Berenguer, Humberto Megget, Gladys Castelvecchi y José Pedro Díaz.

Vilariño, reseña un crítico, se sumó participando en numerosos emprendimientos literarios. “Fue una de las fundadoras de las revistas Clinamen y Número, que tuvieron significación entre 1945 y 1955. Por entonces conoció al poeta andaluz Juan Ramón Jiménez, exiliado en Latinoamérica luego de la cruenta caída de la Segunda República al final de la Guerra Civil Española. Colaboró con notas en  publicaciones señeras en la cultura latinoamericana contemporánea como las revistas Marcha, La Opinión, Brecha, Asir y Texto crítico.

Traductora y compositora

Las traducciones del inglés de obras de William Shakeaspeare realizadas por Idea Vilariño han merecido el reconocimiento por su fidelidad al estilo del autor y fueron llevadas a escena en teatros montevideanos.

“Como compositora, se pueden mencionar cuatro canciones emblemáticas pertenecientes a la música popular uruguaya: «A una paloma» (musicalizada por Daniel Viglietti), «La canción y el poema» (musicalizada por Alfredo Zitarrosa), «Los Orientales» y «Ya me voy pa’ la guerrilla» (musicalizadas por Los Olimareños)”.

En 1997 fue entrevistada por Rosario Peyrou y Pablo Rocca, y de allí surgió el documental “Idea”, con dirección de Mario Jacob, que fuera estrenado en mayo de 1998.

En 2004 Idea Vilariño fue galardonada con el premio Konex Mercosur a las Letras, otorgado por la Fundación Konex (Argentina), como la más influyente escritora de la región.

Obras

Entre las obras de Idea Vilariño es posible mencionar, en poesía, “La suplicante” (1945), “Cielo Cielo” (1947), “Paraíso perdido” (Número. 1949), “Por aire sucio” (Número. 1950), “Nocturnos” (1955), “Poemas de amor” (1957), “Pobre Mundo” (1966), “Poesía” (1970), “No” (1980), “Canciones” (1993), “Poesía 1945-1990” (1994), “Poesía completa” (Montevideo. Cal y Canto. 2000). En ensayos, “Grupos simétricos en la poesía de Antonio Machado” (1951), “La rima en Herrera y Reissig” (1955), “Grupos simétricos en poesía” (1958), “Las letras de tango” (1965), “El tango cantado” (1981). Además tradujo de Raymond Queneau “El rapto de Ícaro”, (1973); de Jacques  Alexis “Romancero de las estrellas”, (1973); de William Shakespeare “Hamlet, príncipe de Dinamarca” (1974), “Macbeth” (1977); de Andrew Cecil Bradley “Macbeth, la atmósfera” (1976); de Guillermo Enrique Hudson “La tierra purpúrea” (junto a Jaime Rest 1980), “Allá lejos y hace tiempo” (junto a Rest, 1980); de Christine Laurent “Transatlántico” (1996).

La obra de Idea Vilariño fue traducida a diversos idiomas como el italiano, el alemán y el portugués.

En el prólogo a la Antología Personal de Idea Vilariño, Ana Inés Larre de Borges señala: “La conciencia de la muerte,  la finitud de la pasión, las rebeldías  asumidas y la intensidad del deseo, configuran el repertorio de la poetisa: Su poesía despojada, áspera, más que hablar de soledad y abandono, los respira, los toca,  los  padece en cada línea de  una biografía silenciosa cuyos capítulos son los paraísos perdidos o distantes: la infancia, el amor, un mundo menos desolado.  La intensidad de vida y su mirada ética son la contratara del escepticismo. Su poesía amorosa, nombra con valentía inédita el sexo, trazando una comunicación honda entre el éxtasis del amor y un erotismo delicado y audaz”.

La vida de Idea Vilariño  se apagó en su Montevideo natal el 28 de abril de 2009 pero su legado poético persiste y continúa interpelándonos.

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