Edición Impresa

Iban a pescar a Malvinas y se resistieron a un control

Tenían permiso de Gran Bretaña, que en el marco de la disputa de soberanía Argentina no reconoce.

Un barco pesquero de bandera española con autorización británica para pescar en el área de las islas Malvinas se refugió el sábado pasado en aguas jurisdiccionales del Uruguay para evitar ser abordado por personal de un guardacostas argentino que lo había interceptado, según se supo ayer.

El episodio fue confirmado por el comandante de la Armada oriental, Alberto Caramés, quien aseguró al diario El País de Montevideo que la acción fue monitoreada por el presidente José Mujica y sus ministros de Defensa y Relaciones Exteriores, Eleuterio Fernández Huidobro y Luis Almagro, respectivamente.

Según Caramés, el barco español logró regresar a aguas uruguayas custodiado por un avión de la Armada de ese país luego de que la tripulación del guardacostas argentino lo conminara a detenerse para abordarlo.

El relato del marino uruguayo destacó que el incidente ocurrió durante la mañana del sábado, cuando el buque español Villa Nores, de 41 metros de eslora y que había partido del puerto de Montevideo hacia el Atlántico sur, comenzó a recibir un “acoso radial” por parte del guardacostas argentino GC24 Mantillas.

Caramés precisó que la Armada de su país intervino en el hecho alertado por el pesquero, con la intención de “proteger su libre navegación y permitir que salga a altamar por aguas uruguayas”.

El hecho se sumó a la tensión producida días pasados entre Uruguay y Gran Bretaña, cuando Mujica impidió que un buque con bandera de las islas Malvinas atracara en Montevideo, en un gesto de solidaridad con el reclamo de Argentina por la soberanía de los territorios del Atlántico Sur.

El Villa Nores, admitió el comandante uruguayo, tenía una patente concedida por la autoridad británica para pescar en el área de Malvinas, a lo que el gobierno argentino se opone.

De acuerdo con el relato del comandante de la Armada de Uruguay, cuando el pesquero español ya había ingresado en aguas internacionales fue interceptado por radio por el Mantillas.

El oficial del guardacostas le recordó al capitán español la vigencia del decreto 256/2010 del gobierno argentino y le advirtió que debería informar por esa vía una serie de detalles sobre el buque y su tripulación, lo que Caramés definió como una situación de “acoso radial”.

Comentarios

10