Ciudad

Final feliz

Hubo acuerdo y el Sanatorio Masa volvió a recibir pacientes

El sanatorio está ubicado en calle Urquiza al 1700 y pertenece a la empresa Medicina Ambulatoria SA (Masa).


Por fin un tiro para el lado de la justicia. Finalmente, y a ocho meses del cierre, el viernes pasado reabrió la clínica ubicada en calle Urquiza al 1700 que pertenece a la empresa Medicina Ambulatoria SA (Masa).

Tras una compleja negociación entre los trabajadores, representados por la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Atsa), el Ministerio de Trabajo provincial y la empresa se alcanzó el acuerdo que posibilita la reapertura de la clínica y la recuperación de 44 puestos de trabajo.

“Para los trabajadores fue un esfuerzo muy importante, pero el acuerdo tripartito que logramos para la reapertura de la clínica lo justifica”, remarcó Gustavo Martino, secretario gremial de Atsa Rosario.

El Grupo Masa también tenía efectores en la ciudad de San Lorenzo, Villa Gobernador Gálvez (ex sanatorio Gomara), Capitán Bermúdez y el sanatorio Saladillo, los cuales fueron todos cerrados.

La única clínica que volvió a abrir es la ubicada en calle Urquiza.

La situación de dicha clínica llegó a ser casi terminal ya que los empleados no sólo no cobraban; además no había médicos para la atención básica.

En ese marco, los trabajadores cuidaron el instrumental médico como un tesoro y comenzaron una lenta negociación para recuperar las fuentes de trabajo.

Así, la reapertura se concretó el viernes a la mañana tras un prolongado proceso de discusión. Los 44 trabajadores recuperaron sus puestos de trabajo.

Queda por resolver aún la deuda salarial de 2017, para la cual se están analizando distintas alternativas de cobro.

En tanto, las deudas salariales del resto de los trabajadores cesanteados (alrededor de 140) quedaron dentro del concurso preventivo de acreedores.

Desde el gremio señalaron que están “empeñados en abrir los otros efectores, los cuales estaban en la misma situación de la clínica Urquiza”.

La tarea no parece sencilla. Tampoco lo era, ocho meses atrás, para los 44 trabajadores que este viernes se presentaron a trabajar.

Porque nunca es más oscuro que cuando está por amanecer.