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Caso Herrera: un fallo inesperado y un dolor incontrolable

Sólo uno de los policías que se sentó en el banquillo seguirá preso: lo condenaron a 6 años y 8 meses por homicidio culposo.


Desgarrador, conmovedor, triste, penoso, doloroso. No alcanzan los adjetivos para describir la situación que se vivió ayer en Tribunales tras la lectura del veredicto en el juicio oral por el crimen de Jonatan Herrera. El punto final que los jueces Juan Carlos Curto, Rodolfo Zvala y Juan José Alarcón dieron al juicio, que se llevó a cabo contra cinco policías, fue inesperado para la familia de la víctima. El decisorio dispuso la absolución, por el beneficio de la duda, de la única mujer policía del Comando Radioeléctrico involucrada en el caso. A su vez condenó, a 3 años y 8 meses, a tres miembros de la Policía de Acción Táctica (PAT) por abuso de armas agravado –no muy lejos de la sanción que se intentó acordar en el malogrado procedimiento abreviado que se había pautado para el trío, algunos meses después del hecho–. Finalmente dictaron una condena de 6 años y 6 meses por homicidio culposo para el restante, el único que seguirá detenido, ya que sus compañeros se encuentran con prisión preventiva desde enero de 2015.

“Nadie mató a Jonatan”, resonaba en los pasillos de Tribunales. La lectura inició 25 minutos después de lo pautado y el juez Curto fue el encargado. En la sala contigua se había permitido el ingreso de allegados a la familia de la víctima –que había solicitado la trasmisión en pantalla gigante para unas 100 personas que esperaban la decisión en las escalinatas, pero el trámite no prosperó– aunque no lograron conocer la decisión ya que no había audio.

En la sala 1, el juez, antes de leer la parte resolutiva aclaró que los asistentes no podían hacer manifestaciones en el recinto y tras la lectura la sala debía ser desalojada. Y sostuvo que el Tribunal por  unanimidad absolvió a Gladis Galindo por homicidio calificado por falta de pruebas que acrediten su participación en el hecho y ordenó su inmediata libertad en la causa. La mujer tapó su rostro con las manos y lloró desconsolada mientras que sus consortes de causa no efectuaron gestos.

Respecto de Francisco Rodríguez, los jueces lo condenaron por unanimidad a 3 años y 8 meses de cárcel, por el delito de abuso armas agravado por su función o cargo. Lo mismo se decidió para sus pares Luis Sosa y Alejandro Gálvez aunque la sentencia, respecto de ellos, fue por mayoría. En cuanto a Ramiro Rosales –se determinó en juicio, que uno de los balazos mortales que recibió Herrera partió de su arma–  fue sentenciado a 6 años y 6 meses e inhabilitación por 8 años y 6 meses para realizar tareas o profesión que implique la tenencia o portación de armas de fuego, por considerarlo autor de homicidio culposo agravado por el uso de arma de fuego. De lo que surge que de las 4 condenas, 3 fueron agravadas por su función o cargo, en el caso del delito abuso de armas. Respecto de Rosales el tribunal no tuvo el mismo criterio, el homicidio culposo se agravó por el uso de armas. A partir del martes 25 de abril estarán los fundamentos.

La reacción al fallo

¿Cómo se le explica a una familia que perdió a uno de sus miembros violentamente y bajo fuego policial este fallo? No hubo explicación posible. Ira, insultos, gritos, crisis de nervios fue lo que se vio con posterioridad. Los hermanos de Jonatan se volvieron incontenibles en sus sentimientos, desconsolados. Una de ellas terminó tirándose por sobre la guardia policial, mientras le gritaba al Tribunal que observó inmutable la escena. La abuela de Jonatan se descompuso en una silla. María Elena, la madre, no pudo contener las lágrimas.

Tras retirarse de la sala, Nadia, hermana de Jonatan, tuvo una crisis nerviosa y terminó en el piso, no podían sostenerla. Nahuel, el mellizo de Jonatan, lloró como un niño, desconsolado, tendido en el pasillo del primer piso boca abajo. Mientras Julieta, la hermana que se mostró entera durante este peregrinar de más de 2 años, se vio inmersa en un ataque de epilepsia y no había un médico en el edificio. Todos corrían, pedían auxilio, llamaban la ambulancia, pero no llegaba. Sus allegados la auxiliaron para que no se ahogara y tras estabilizarla sufrió un desmayo. Pasó casi media hora hasta la llegada de una ambulancia. La joven se había estabilizado gracias las personas que la auxiliaron. La escena fue desgarradora. Y se escuchó decir: “Hoy volvieron a matar a Jonatan”      .

Hubo frases que se reiteraron y los Herrera tras el shock de la noticia están dispuestos a seguir hasta las últimas consecuencias, y así lo hicieron saber tras recuperarse de la noticia en las escalinatas de Tribunales. Julieta tomó el micrófono, se paró frente a su familia y les pidió a uno por uno que la miraran a los ojos. Repitió los nombres de los 5 policías enjuiciados y las condenas que había pedido la querella que representó a su familia, cuyas penas iban de prisión perpetua a 14 años para los involucrados: “Me duele el alma, tengo ganas de un montón de cosas pero les voy a decir algo, no terminó acá”. La joven sostuvo que no esperaban esta decisión, que van a seguir adelante y aclaró que “lo que importa es que la gente sabe que a mi hermano lo mató la Policía”.

Tras ello, envió un mensaje a las madres de víctimas de violencia institucional y les dijo:“Que no le digan ellos lo que valen sus hijos”. Finalmente le habló a los jueces y tildó el fallo de bochornoso. Destacó que a pesar de fijar la fecha de la lectura un día de paro nacional fueron todos y se van a plantar allí y van a dar pelea para que no haya otro Jonatan Herrera, señaló.

Por su parte María Elena valoró el acompañamiento de la gente: “La vamos a seguir peleando, hasta que no demos más” refirió. “No nos vamos a quedar con lo que nos dijeron hoy, hoy simplemente nos susurraron al oído, pero nosotros vamos a hablar más fuerte, más fuerte le vamos a dar esta pelea si lo buscan”, afirmó. Criticó que en todas las audiencias hubo un juez durmiendo, lo que tildó con una falta de respeto total. “Esa falta de respeto la volcaron hoy porque no les importó nada de lo que estábamos haciendo y lo que le estábamos diciendo que a Joni lo mató la policía”, refirió. Y afirmó que “no tiene que haber un pibe más muerto en Rosario y para eso tienen que sacar la manzana podrida del cajón que es la Policía”, refirió.

Bronca

Durante la jornada de ayer, la Multisectorial Justicia por Jonatan manifestó sus quejas no sólo por el fallo, sino por las características del proceso. Fue una queja constante que la lectura del fallo se realizara un día de paro nacional, lo que impedía a mucha gente llegar a los Tribunales. Y otro reproche fue que no se permitiera la trasmisión en pantalla gigante en las afueras del edificio, donde había una manifestación acompañando a la familia. Para los allegados a la familia habilitaron la sala contigua al recinto donde se dio la lectura para escuchar el veredicto, aunque ello no fue posible porque no se trasmitió el audio.

“Ahora resulta que nadie mató a Jonatan”

Los únicos letrados que dieron declaraciones a la prensa tras el fallo fueron los representantes de la querella de la madre de la víctima. El resto de las partes prefirió salir por una puerta lateral, mientras el personal de seguridad corría el cordón policial hacia la puerta desalojando el pasillo.

Para Analía Abreu el fallo fue inesperado, sorprendente y triste. “En este panorama nadie mató a Jonatan Herrera; vamos a apelar por supuesto, pero es increíble que cueste tanto ciertas resoluciones desde abajo”, y agradeció el acompañamiento. Su par Salvador Vera refirió: “Lamentamos terriblemente la resolución que habla en primer lugar de un nivel de cobertura y seudo encubrimiento al Comando Radioeléctrico”. Recordó que la incorporación de Galindo por parte de la Fiscalía se produjo un año y medio después de iniciada las actuaciones: “Hay sin lugar a dudas de una manera trasversal y corporativa, un poder muy fuerte de la fuerza del Comando Radioeléctrico. En segundo lugar nadie le pegó a Jonatan en la cabeza y esto es un dato muy fuerte”. A su vez sostuvo que Rosales “no lo quiso matar con una nueve, disparando cuando no debía”, como dijo su defensa. Y agregó: “Me parece que no alcanza con una condena por abuso de armas con tres imputados. Es un fallo muy deficitario, insatisfactorio que genera impunidad”.

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