Espectáculos

Pogo fatal

Tras la tragedia, se reparten las responsabilidades

El contrato presentado ante la jueza de Azul habilita al Indio Solari a realizar el recital en el predio La Colmena, en concurso de acreedores y la Municipalidad de Olavarría se presenta como fiador de las obligaciones de la productora.


Tras el trágico recital de Carlos “el Indio” Solari en la ciudad bonaerense de Olavarría, en el que murieron al menos dos personas, los cañones apuntan contra la productora organizadora del espectáculo Chacal Producciones –de los hermanos tandilenses Marcos y Matías Peuscovich– y el intendente Ezequiel Galli; quien se había encargado de promocionar el recital en las redes sociales.

Según el contrato firmado entre la productora y la Municipalidad de Olavarría, presentado ante la jueza María Hilda Galdós, del juzgado Civil y Comercial 2 de Azul, el intendente ubicaba al municipio como fiador de las obligaciones que la productora asume frente a la cedente, ya que el predio utilizado, conocido como La Colmena, se encuentra en concurso de acreedores.

El documento que habilitaba a Solari a realizar el concierto en ese predio detallaba que la Municipalidad de Olavarría se comprometía a realizar las tareas de acondicionamiento de La Colmena, tales como limpieza, desmalezamiento, nivelación de suelos y provisión de servicios propios del tejido urbano.

“El municipio autorizaba la productora a disponer del lugar desde el 1º de marzo hasta las 24 horas del 15 del mismo mes. De no entregarlo en tiempo y forma, se cobrará una multa de 10 mil pesos. Como contraprestación por el uso de La Colmena, se llegó a un acuerdo por el monto de 300 mil pesos a abonar en dos partes iguales, la primera el día 6 de febrero y la segunda un mes después, el 6 de marzo”, dice el contrato difundido por el sitio Perfil.

El documento aclaraba que la organización de Solari debía hacerse cargo de la custodia y guarda de predio, como también de mantenerlo y cuidarlo entre el inicio de los preparativos y su devolución. Asimismo, la productora se hace cargo de “todo daño material o moral que pudiera ocurrir como consecuencia del show”.

Entusiasmo opacado

Ezequiel Galli ganó la intendencia de Olavarría en 2015 representando a Cambiemos luego de que la ciudad del centro bonaerense fuera gobernada durante 24 años por Helios Eseverri y luego por su hijo José Eseverri.

El intendente es un hombre cercano al presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó.

El mandatario municipal se había encargado de promocionar el show del Indio Solari en las redes sociales, mostrando entusiasmo por el beneficio económico que significaba el recital para la ciudad.

“Es muchísima la gente que va a venir, pero no va a suceder ninguna locura. La mayoría, el 80%, va a llegar a la ciudad el sábado al mediodía, y se va a ir una vez concluido el recital. Así lo indica la experiencia de la productora, con ya diecisiete recitales a cuestas”, había manifestado.

Antecedente

Chacal Producciones organizó el recital de la banda La Renga el 30 de abril de 2011, donde el joven Miguel Ramírez resultó herido tras ser impactado en el cuello por una bengala. El 9 de mayo de ese año falleció y se dio inicio una demanda por daños y prejuicios contra el grupo de rock y la productora de los hermanos Peuscovich.

Varados tras el concierto

Cientos de fanáticos que quedaron varados en Olavarría tras el recital del Indio Solari fueron  trasladados a localidades cercanas en camiones para descomprimir el centro de la ciudad en la que se hizo el recital donde murieron dos personas y decenas resultaron heridas.

Anunciado más temprano por el intendente de la ciudad, Ezequiel Galli, el operativo de traslado iba a constar de unos 20 colectivos que se pusieron a disposición de aquellos que no tenían cómo regresar. Sin embargo, vecinos de Olavarría confirmaron que los varados eran trasladados en la caja trasera de camiones.

Sobre este tema, el secretario de Economía municipal, Gastón Acosta, aseguró a medios periodísticos que “se utilizaron tanto colectivos aportados por intendencias y el Ejército como camiones que juntaban la basura” ya que “había personas que estaban incentivando a los demás a la violencia”.

El director de Defensa Civil de Olavarría, Adrián Guevara, no quiso dar mayores explicaciones ya que “estamos dedicados al trabajo” y que “mucha gente se ha solidarizado con la ciudad”.

En los cálculos de las autoridades cientos de las más de 300 mil personas que asistieron al recital del sábado por la noche no pudieron volver a sus ciudades ya que hubo demoras a la salida del espectáculo. También hubo transportes que tenían contratados pero los abandonaron en Olavarría sin esperarlos.

Tras show, hubo piquetes, disturbios y saqueos

Dos hombres fueron detenidos acusados de robar negocios en una convulsionada ciudad de Olavarría, en la que también fue incendiada una parte de la terminal de ómnibus, tras el recital de Carlos “El Indio” Solari.

Decenas de fanáticos de Solari protagonizaron incidentes en la zona de la terminal porque no tenían transportes para volver a sus ciudades de origen, lo que desató una fuerte represión policial con disparos de balas de goma.

Al menos dos boleterías de la terminal de ómnibus de la ciudad bonaerense de Olavarría fueron incendiadas intencionalmente, dijo la Policía tras iniciar la reprimenda contra los fanáticos de SolarI que deambulaban por el lugar, algunos alcoholizados.

La Policía y los bomberos tuvieron que acudir de urgencia a la terminal para poder sofocar las llamas después de que un grupo de personas prendiera fuego dos contenedores de basura, lo que afectó las instalaciones.

Si bien era confusa la información en un primer momento, las imágenes de un incendio de proporciones llegaron a las redes sociales cerca de las 10.00 del domingo, en medio de una ciudad convulsionada por el recital de la noche del sábado.

Fuentes policiales indicaron que las llamas habrían sido iniciadas por personas que reclamaban en la terminal un transporte para regresar a sus lugares de origen, después de una reprogramación de viajes.

La terminal se vio desbordada por la cantidad de personas que intentaba abordar un micro. La capacidad de los ómnibus en la terminal se encontraba completa y con todos los boletos vendidos, pero se produjo el mismo tumulto y caos que hubo en los accesos al recital, donde muchos se acercaron sin entradas. Claudio Martínez, fotógrafo del diario local El Popular señaló: “Hay micros que están saliendo, pero faltan otros. Hay gente con pasajes que no puede salir, porque los micros no llegaron. Sé que hubo un refuerzo de micros, pero no sé si el necesario”. También dijo: “La gente está en ebullición. Hicieron piquetes en las calles para reclamar por más micros. Prendieron fuego maderas que había para el vallado frente al ferrocarril. Hicieron barricadas y prendieron fuego”.

Sobre los incidentes, señaló que “el foco principal fue en la terminal” y confirmó que un restaurante de la zona fue “saqueado”. “Entraron al restaurante “El Sauce” y lo saquearon. Se llevaron comida y bebidas”, indicó.

Al menos 300 mil personas fueron al concierto en un predio que estaba preparado para recibir a 170 mil, según dijo la fiscal Susana Alonso, en una ciudad en la que viven 100 mil habitantes.

Antecedentes

Las muertes de anteayer se sumaron al trágico historial que cargan las “misas ricoteras”.

En 1991 Walter Bulacio, de 17 años, murió por los golpes que le dieron mientras estaba detenido en la Seccional 35ª. La Policía Federal lo llevó por averiguación de antecedentes en una razzia a la salida de un recital de Los Redonditos en Obras Sanitarias. Fue un caso emblemático porque la ley prohíbe que las fuerzas de seguridad detengan a menores de edad sin la orden de un juez.

En 1995 Javier Lencina, de 22 años, murió en Villa María Córdoba al caer del vagón del tren en el que viajaba a ver a Los Redonditos.

En abril de 2000, después de nueve días de agonía murió Jorge Pelé Ríos, de 27 años, que había sido herido con un arma blanca durante el recital en River.

Télam informó mal y salieron a la luz problemas laborales

Comisión General Interna

“A propósito de la cobertura del recital del Indio Solari, Télam difundió esta madrugada (por ayer) un despacho que “informaba” que al menos siete personas habían fallecido durante el recital del Indio Solari. El respaldo de esa información por la agencia oficial al rumor que entonces circulaba fue el factor determinante para que numerosos medios legitimaran y replicaran ese dato, luego desmentido por la realidad.

Un desatino de proporciones. Un acto de monumental irresponsabilidad periodística. Ningún medio está exento del error. Pero aquí, más que error, quedó al desnudo una forma de conducir la redacción por parte de la empresa que no envió un periodista a Olavarría para evitar pagarle horas extras u otorgarle un compensatorio –se levantó el viaje, que estaba programado desde hace semanas por la sección Espectáculos, el jueves previo- y que no tiene una estructura adecuada en el turno madrugada. No se puede hacer periodismo sin periodistas. Sin periodistas nuestra información tiene el mismo valor que cualquier tweet. Así fue anoche. La agencia, que debió ser el canal de la certeza y la responsabilidad, alimentó el desconcierto.

El jueves por la mañana el Gerente Periodístico, Daniel Capalbo, informó que la empresa levantaba la totalidad de las coberturas periodísticas fuera de Capital Federal y por tiempo indeterminado a raíz de la que Comisión Interna no aceptaba que los periodistas no cobraran ni compensaran las horas trabajadas en los viajes. La primera cobertura que fue descartada fue la del Indio Solari (anoche no hubo cobertura del recital en sí, sólo de los fallecidos, y a la distancia). La empresa entendió que no valía la pena otorgarle un compensatorio al enviado por trabajar toda la madrugada ni pagar los diez mil pesos que costaba el traslado. El precio de ese recorte fue la degradación del servicio.

La falta de rutinas periodísticas adecuadas dejó en evidencia la debilidad de la estructura del turno madrugada, desértico, a pesar de los cerca de 500 periodistas con los que cuenta la redacción. Porque la empresa desalienta que se trabaje en ese horario, por ejemplo, negándose a pagar el adicional de ley por la hora nocturna ozz quitando los días de vacaciones extras que, al personal de esa franja, le asegura el convenio colectivo.

Télam tiene extraordinarios recursos humanos en las secciones Espectáculos y Sociedad para realizar una cobertura de excelencia del recital del Indio Solari o de cualquier otro mega evento. De hecho, anoche mismo, muchos de esos profesionales lo demostraron. Pero esos recursos no se aprovechan si la empresa no provee las condiciones estructurales para trabajar con los estándares que se corresponden a un medio público.

El Directorio eligió ajustar por el periodismo. No existe el periodismo de excelencia sin estar presente en el lugar de la noticia. Cada peso que se recorta en el servicio es credibilidad que la agencia pierde.

Quizá a la conducción de la empresa no le importe, pero a sus trabajadores sí”.

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