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Hoy habrá 15 nuevas sonrisas

Cilsa entrega quince sillas de ruedas a personas de bajos recursos. La ONG trabaja desde 1966 en favor de los sectores más vulnerables y para mejorar la calidad de vida de marginados y discapacitados.

El Centro de Integración Libre y Solidario de Argentina (Cilsa) hará entrega hoy a las 13, en las instalaciones de la sede de la Universidad Nacional de Rosario (Maipú 1065), de unas quince sillas de ruedas a personas discapacitadas de bajos recursos. A lo largo de 34 años esta entidad promueve la integración de las personas con discapacidad en la sociedad.

“Cilsa se propone vencer las barreras ideológicas para lograr una sociedad que no discrimine ni margine, brindando a todos los individuos igualdad de oportunidades para su desarrollo. Actualmente cuenta con presencia –además de Rosario–, en Santa Fe, Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Mar del Plata, Mendoza, Río Cuarto y Puerto Madryn y en el año 2003 comenzó a trabajar en España, en las ciudades de Málaga y Tenerife”, detalló Laura Reginatto, coordinadora de los programas sociales de Cilsa Rosario. Según explicó, en Cilsa se trabaja con las familias de los sectores más carenciados en los distintos programas que componen la columna vertebral de la entidad.

Los programas se dividen en cuatro categorías. Uno de ellos es el que pondrá en práctica hoy y tiene que ver con la entrega de material ortopédico a aquellos pacientes o personas discapacitadas de bajos recursos que lo requieran. “Este programa consiste en entregar, siempre que se cumpla una serie de requisitos mínimos, sillas de ruedas, trípodes, sillas de ruedas para parálisis cerebral, bastones y demás elementos ortopédicos durante el tiempo que la persona lo necesite”, detalló. Reginatto también comentó que a nivel nacional Cilsa entrega unas cien sillas de ruedas mensuales entre quince y dieciocho en Rosario.

Otro de los programas se denomina “Concientización en escuelas” y la coordinadora explicó que se desarrolla en los distintos niveles educativos (primario, secundario, terciario y universitario). Consiste en realizar proyectos sobre la integración de las personas con discapacidad, totalmente gratuitos. “Ofrecemos las charlas a las escuelas, o bien ellas mismas nos las piden. Hemos tenido muy buenas experiencias con chicos de escuelas de la ciudad. Por ejemplo, un curso del colegio Nuestra Señora del Huerto, el año pasado presentó un proyecto sobre un CD con cuentos, destinado a personas no videntes. Los chicos lo grabaron, ellos mismos leyeron los cuentos y lo donaron a la biblioteca parlante de la Biblioteca Argentina de Rosario”. “Los proyectos son pensados con salida a la comunidad durante todo el año lectivo, de marzo a diciembre”, agregó.

Por otra parte, se trabaja con las familias en barrios desde 2001 con la idea titulada “Un niño, un abuelo”. La propuesta consiste en brindar un espacio de contención en hogares de día, a niños de entre 4 y 15 años, provenientes de familias sin recursos económicos y en riesgo social. Estas actividades se realizan en contraturno con la escuela, y en zonas periféricas de la ciudad, como el Club Unión y Fuerza (Beruti y Cerrito) y hay otros dos centros en la Vecinal 13 de marzo (Magallanes 3885). “El objetivo principal de este programa es que los niños al salir de la escuela asistan a este espacio y así podamos evitar la situación de calle de los chicos, además del apoyo escolar que se recibe con las docentes que trabajan allí. Además, hay talleres donde se trabajan los valores, las temáticas que interesan a lo chicos de hoy y proyectos comunes de salud, educación y medio ambiente. Por otro lado cada tarde se les entrega la merienda, incorporando así una cuota de alimento importante en la jornada de cada uno de los que asisten a estos espacios”.

Al mismo tiempo, la coordinadora señaló que estos centros son visitados por 250 chicos en total y que gracias al trabajo comprometido de docentes, psicólogos y coordinadores, los mismos estuvieron abiertos durante las vacaciones para que los chicos no pierdan el ritmo y la contención.

El último y cuarto bloque de trabajo ideado por Cilsa no tiene espacio en Rosario. Se trata del programa “Recreación y deporte”, que sólo tiene desarrollo en Santa Fe capital y en Buenos Aires. “Aquí no tenemos el espacio ni los recursos para solventar esta actividad”, expuso Reginatto. Sin embargo destacó que la función de Cilsa es “dejar de tirar la pelota al costado y tomar cartas en el asunto de acuerdo con las necesidades de nuestros pares, que también requieren una sociedad más justa”.

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