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en la región de abruzos

Hotel fue sepultado por avalancha en el centro de Italia

Socorristas buscaban a unas 25 personas, entre ellos varios niños, que se encontraban en el edificio ubicado en una zona sacudida también por una secuencia de fuertes terremotos


Socorristas buscaban ayer a unas 25 personas, entre ellos varios niños, que se encontraban en el hotel sepultado por una avalancha de nieve en la región italiana de Abruzos, sacudida también por una secuencia de fuertes terremotos. Hasta el mediodía de ayer se habían recuperado tres cadáveres, extraídos de entre los escombros.
“Hay muchos muertos”, adelantó ayer Antonio Crocetta, uno de los jefes de los socorristas alpinos que logró acceder.
Los equipos de rescate, que tuvieron mucha dificultad para acceder a la zona por fuertes nevadas y ráfagas de viento, caminaron numerosas horas para llegar al lujoso hotel Rigopiano, aislado en la montaña, dentro del Parque Nacional del Gran Sasso y que fue golpeado por el alud del miércoles de noche.
Imágenes tomadas por socorristas muestran restos de muebles, ventanas y otros objetos destruidos y desperdigados.
El edificio de tres pisos se redujo a uno, cubierto por escombros, árboles caídos y vidrios rotos. La piscina cubierta se congeló tras la ruptura de la marquesina que la cubría.
En el momento del siniestro había 30 personas dentro del hotel, entre ellos 22 huéspedes, varios de ellos niños, además de los empleados.
Según los pronósticos, se preveía nieve en las próximas 48 horas en las regiones afectadas del centro de Italia y el peligro de avalanchas aumentó de nivel.
La zona dista un centenar de kilómetros de Amatrice, sacudida el miércoles por una serie de terremotos. Era imposible saber por el momento si la avalancha fue provocada por uno de estos sísmos que se sintieron hasta en Roma, situada a 180 kilómetros del epicentro.
“Estamos atrapados en una situación sin precedentes entre una ola excepcional de fuertes nevadas y los terremotos del miércoles”, reconoció el jefe de gobierno italiano Paolo Gentiloni, quien adelantó su regreso de Alemania para visitar el centro de evacuados.
Las regiones de Abruzos, Lazio y Marcas fueron también las más afectadas por los sismos del año pasado que causaron 300 muertos así como derrumbes de edificios históricos y aldeas enteras arrasadas, por lo que buena parte de la población vive en condiciones precarias.
Entretanto en Montereale, uno de los epicentros de los temblores del miércoles, muchos residentes pasaron una noche negra dentro de la enorme carpa instalada para los habitantes.

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