Rodrigo Miró
El Hospital Carrasco es una de las instituciones destinadas a la atención de pacientes covid en Rosario. Este miércoles por la mañana, tenía sólo dos camas disponibles de las 21 que posee. Además, fue noticia esta semana por la alta cantidad de personas que se están presentando a hacer hisopados, en promedio más de 200 por día. Sin embargo, para quienes trabajan en la institución, la pandemia no empezó ahora con esta explosión de contagios, sino hace meses. Y en muchos casos la gestión de soluciones, corrió por cuenta del propio personal. Por eso ahora que la Sala covid está casi completa, al stress por la atención del coronavirus, se le suman reclamos previos para conseguir insumos adecuados, con cuestionamientos a las autoridades del Hospital. Ante la consulta por la situación de la Sala covid en el Hospital Carrasco, fuentes de la Secretaría de Salud de Rosario, afirmaron a El Ciudadano: “Es cierto que estamos al borde de no poder dar respuesta ahí. Y en la ciudad están en situación parecida todos los efectores públicos. Si no tomamos conciencia y no logramos bajar el nivel de contagios, la situación se puede agravar”.
Respecto a lo publicado por El Ciudadano sobre la autogestión de insumos sanitarios en el Carrasco, desde Salud aseguraron que existe un monitoreo permanente para que no haya personal sin batas, barbijos y demás elementos de protección.
En la Sala 1 del Carrasco destinada a pacientes covid, no hay ventilación mecánica ni respiradores, pero sí pacientes con síntomas intermedios monitoreados las 24 horas, con boquilla o máscara de oxígeno y en caso de necesitar asistencia artificial, son trasladados adonde sí los haya. El espacio cuenta con 21 camas, de las cuales hoy están ocupadas 19. No tenían respiradores, porque cuando se pensó en el armado para la atención de covid, en el Carrasco se iban a alojar los pacientes que no los necesitaran.
El crecimiento de casos fue exponencial en las últimas semanas. También hay una fuerte suba en la cantidad de gente que asiste a solicitar un hisopado. “Está pasando en muchos pacientes, que acuden a trabajar con algún síntoma gripal y sus empleadores les dicen que deben hisoparse para descartar covid. Y vemos mucha gente que tiene resultado negativo, que comparte horas de espera para hacerse un test, con otros que sí son positivos y a veces con muy pocos síntomas”, afirman desde el Carrasco.
El hospital se preparó desde el comienzo para la pandemia, ya que fue designado como espacio covid desde el inicio. Pero muchos de los elementos de trabajo los tuvo que gestionar el propio personal, con donaciones o como en el caso de las batas. “Hasta botas conseguimos, porque las botitas sanatoriales que teníamos no servían. Nos ayudó una empresa y nos trajeron unas de lluvia”, señalaron a El Ciudadano pidiendo reserva de los nombres a los fines de evitar sanciones.
Otro problema que se denuncia hoy es la sobrecarga de tareas. Parte del personal tiene licencia, por ser población de riesgo. Y se están contratando para enfermería a personal recién recibido y sin experiencia. “Intubar cuando hay covid de por sí no es fácil, por el riesgo al contagio. Y si tenemos casos, como nos pasó, de pacientes con obesidad que empieza con amneas y necesita urgente pasar a terapia, hay que tener el criterio de poder definirlo rápido”, explican desde el Hospital. Y finalizan: “Existe una tensión desde el inicio, pero ahora con tantos meses en esto y la poca capacidad de camas que sabemos que hay en el sistema, todo se profundiza. En el Carrasco los pacientes que tenemos, todos tienen neumonía bilateral. Se les puede llenar los pulmones de agua en muy poco tiempo. Y ahí tenés que decidir a quién darle el tubo de oxígeno, priorizando al que peor está”.
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