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Horacio Carbonari: “Había que sumar para pelear por la permanencia y el objetivo se cumplió”

El ex defensor canalla destacó la campaña que realizó el equipo de Diego Cocca en la última temporada, sobre todo teniendo en cuenta en la difícil situación en la que había arrancado. Además, Petaco hizo un repaso de su etapa como mánager en el club de Arroyito y su actualidad como columnista


Es dueño de uno de los goles más importantes y festejados de la historia de Central. No hay dudas de ello. El que abrió la llave para forzar la definición con remates desde el punto penal en la histórica final ante Atlético Mineiro. Hizo el 4 a 0 en la vuelta de la final, el gol soñado, el que igualó la serie, el del milagro. El que permitió agregar otro título en Arroyito, el primero internacional, la Copa Conmebol. Por eso, entre otras cosas, Horacio Carbonari forma parte de la historia grande auriazul.

Sin embargo, el ex defensor canalla mantiene el perfil bajo y la humildad de siempre. La misma de aquel pibe que hace años llegó desde su Santa Teresa natal a la ciudad deportiva de Granadero Baigorria persiguiendo la ilusión de muchos, la que solo consiguen unos pocos.

Dueño de opinión calificada, en diálogo con El Hincha, Petaco analizó el presente futbolístico del equipo canalla. Dio su visión sobre los puntos fuertes y flacos del equipo de que dirige Diego Cocca y habló de lo que espera del Central post pandemia. Además, repasó con una sincera autocrítica su paso por el club como mánager, allá por el 2006. Y también contó sus sensaciones sobre su tarea en Zapping Sport, donde el defensor es panelista tanto en la versión radial, que se emite diariamente por LT2, como en la televisiva, que va los domingos por la noche en canal 3.

—¿Cómo viste al equipo en esta temporada?

—En líneas generales lo vi bien. Tuvo un período en el que le costó ganar, en el que hubo muchos partidos en los que mereció más, especialmente de local. Pero después encontró el equipo, se hizo muy fuerte en casa y cerró el año con un buen triunfo ante Boca en el Gigante. Lamentablemente le costó el arranque de este año.

—¿Qué te parece que sucedió?

—Principalmente, creo que sintió las ausencias. En el último mercado dejaron el equipo tres titulares como Barbieri, Molina y Gil, y la estructura defensiva se resintió. Eran jugadores que habían rendido y costó reemplazarlos. Te cambia mucho cuando tenés que reemplazar a tres titulares. Para colmo, en el arranque no pudo contar con Noivaretti, que estaba suspendido, ni con Laso, que no estaba habilitado; y perdió mal con Independiente (5-0). Le costó encontrar el funcionamiento y no hizo pie de visitante. Creo que si mantenía el equipo semestre anterior, Central hubiera terminado la Superliga mezclado entre los de arriba.

—En líneas generales, ¿qué balance hacés?

—Positivo, sin dudas. Fue bueno porque había que sumar puntos para pelear por la permanencia y el objetivo se cumplió, al menos hasta el parate del fútbol. Si te decían que ibas a conseguir la cantidad de puntos que se consiguió, te lo firmaba cualquiera. Además, Central logró hacerse fuerte de local, más allá de que este año consiguió resultados en casa pero sin jugar bien. Una lástima lo que pasó en el último partido, que se perdió ante Colón sin público en el Gigante. Fue un partido raro, en el que te hacen tres goles de contragolpe, algo que no debería pasar, pero pasó.

—¿Cómo imaginás el escenario del fútbol que tendremos post pandemia?

—Es difícil imaginar cómo será lo que viene. Habrá crisis económica para todos y habrá que ver cómo se restructura la disputa del torneo. En el caso de Central, seguramente será duro el tema de la baja de recaudación de la cuota societaria. Pero no creo que se desmantele el plantel. A lo mejor, en un nuevo escenario, aparece la posibilidad de que les demos más bolilla a los chicos de las inferiores, que en este último tiempo han quedado bastante postergados.

Su etapa como manager

—Hace un tiempo, en 2006, fuiste mánager de Central. ¿Qué te quedó de aquella experiencia?

—Fue hace mucho. No tenía experiencia, pero contaba con el empuje de haberme retirado hacía muy poco tiempo del fútbol. Estuvo bueno porque pude traer a Central a un jugador de jerarquía internacional como Paulo Wanchope, y también repatriar al Kily González. Pero fue algo lindo y malo a la vez, por esto que te digo de mi inexperiencia en esa función. De todos modos, el de mánager no es un cargo fácil de sobrellevar en el fútbol argentino. Si hasta a Carlos Bianchi le fue mal de mánager en Boca. Así que imagínate.

—¿Volverías a asumir un cargo similar?

—La verdad que hoy no lo sé. Dependería de quién me lo proponga y del proyecto que me presenten. Pero es un cargo complicado. Uno tiene la toma de las decisiones hasta ahí, condicionada, porque lo económico lo manejan los dirigentes y a los jugadores los eligen los entrenadores. Al técnico le gusta un lateral y a uno no, qué hacés, ¿le deís que no? Es complicado. No digo que algún día no pueda volver a ser mánager. Pero creo que sabría encarar la situación mejor de lo que lo hice en aquel momento.

—Si se pudiera volver atrás el tiempo, ¿harías las mismas cosas que la otra vez?

—Cambiaría, sin dudas. No haría lo mismo. Charlaría mucho más con los dirigentes y con el técnico. En ese momento, con el técnico que estaba (NdR: Leonardo Astrada) no teníamos mucho diálogo. Y creo que eso estuvo mal. A lo mejor me tomé atrevimientos que no correspondían y lo mismo sentí de las otras partes. Cada uno fue un poco por su lado y esa no debe ser la idea. No se trabajó en armonía, creo que ese fue el problema.

Petaco, el analista de fútbol

—Ahora mejoraste en el tema comunicación, ¿estás cumpliendo rol de periodista?

—(Se ríe) Periodista no, porque para eso hay que estudiar y yo no lo hice. Soy columnista en Zapping Sport. Hablo de Central y meto algún bocadillo sobre Newell’s. Me gusta, está bueno. A veces hay poco tiempo para hablar, especialmente en televisión, y hay que resumir mucho. Pero me gusta. Lo mejor de todo esto es que empecé a ir más a la cancha. Antes veía los paridos de Central más por la tele. Pero para analizarlos es otra cosa estar en la cancha. Así que casi siempre estoy en la platea del Gigante.

—Por radio se te escucha muy cómodo, a gusto, en tu rol de panelista.

—Trato de hablar con naturalidad, digo lo que pienso. Estoy relajado. Y por suerte no me pesa criticar a los jugadores. Si me parece que hubo uno que jugó mal, lo digo, no tengo problemas. ¿Quién no jugó mal algún partido? Es mi opinión, ojo, otro puede verlo diferente y lo respeto como debe ser.

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