El Hincha

La Revolución

Histórico: selección femenina de Irán jugará en el estadio más grande del país

El combinado de mujeres se medirá con su par de Rusia en el Azadi de Teherán, con capacidad para 78.116 espectadores, en un encuentro amistoso. Será como parte de la preparación de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio


Desde la Revolución Islámica en 1979 las mujeres en Irán no pueden, entre otras cosas, ir a la cancha a ver partidos de fútbol. Los hombres, quienes imponen las leyes y las reglas que luego se hacen costumbre, argumentan que esta prohibición se debe a que tienen que ser protegidas del ambiente masculino y de la visión de hombres con el torso semidesnudo.

Pero no es sólo en el fútbol. La prohibición se extiende a partidos de básquet y vóley dependiendo de la situación, porque en general no pueden presenciar deportes que son considerados de hombres.

La opresión a la mujer no sólo tiene que ver con cuestiones deportivas. La desigualdad de género va más allá y se mete en la cama, en el divorcio, en la custodia de los hijos y ni hablar del código de vestimenta y los accesos a los puestos de trabajo.

De a poco y acorde a los cambios mundiales y a las transformaciones internas impulsadas por las jóvenes iraníes, algunas cuestiones se van modificando.

Ahora se conoció, en un acto de verdadera revolución, que el estadio más grande de Irán, con capacidad para 78.116 personas, acogerá un partido de la selección femenina de fútbol por primera vez desde la Revolución Islámica.

La selección se medirá con Rusia en el estadio Azadi de Teherán en un encuentro amistoso, como parte de la preparación para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, según afirmó el presidente de la federación de fútbol, Mehdi Taj.

A ese partido, que todavía no tiene una fecha fijada, sólo podrán asistir mujeres.

En los últimos meses ha habido cierta relajación en las normas. O mejor dicho, una transformación que se toma su tiempo. Unas 850 mujeres pudieron ver en persona la final de la Champions asiática entre el Persepolis FC iraní y el Kashima Antlers japonés en noviembre del año pasado. Las mujeres se sentaron en un sector separado y entraron al estadio dos horas antes para evitar la multitud.

En junio, algunas mujeres también pudieron obervar los partidos de Irán en el Mundial de Rusia en el estadio Azadi, que significa “libertad”.

Se cree que la primera vez que hubo mujeres en un partido de fútbol tras la revolución fue en noviembre de 2001, cuando unas 20 irlandesas acudieron a un Irán-Irlanda clasificatorio para la Copa del Mundo Corea-Japón del año siguiente.

Sin embargo, las iraníes tuvieron que esperar cuatro años más, al 8 de junio de 2005 para que unas pocas docenas fueran autorizadas a ver un Irán-Baréin, también de clasificación pero para el Mundial de Alemania 2006.

Ha habido más ocasiones, aunque no abundan, en las que se permitió que las mujeres vieran partidos, pero el problema continúa dividiendo a las autoridades.

Después de que un grupo de mujeres acudiera en octubre pasado a un amistoso Irán- Bolivia, el fiscal general de la Asociación de Fútbol iraní avisó que no volvería a pasar, argumentando que es una actividad que “conduce al pecado”.

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