Ciudad

Alta pena

Histórica condena a 48 años de prisión para violador serial

El tribunal lo encontró responsable de abusar de 18 chicas. Hubo emoción y conformidad en víctimas y familiares


Foto Juan José García

La Justicia condenó a Luis Marcelo Escobar a 48 años de prisión por abusar sexualmente de 18 chicas de entre 14 y 25 años entre abril de 2014 y agosto de 2016.  La pena es la más alta desde 2014, cuando entró en vigencia en Santa Fe el nuevo sistema de Justicia Penal. Durante cerca de un mes, los jueces María Isabel Varela, Irma Bilotta y Mariano Alliau escucharon el testimonio de las víctimas, sus familiares, policías y peritos y concluyeron que el locutor de 42 años fue el autor de los hechos atribuidos por la Fiscalía. En su decisión consideraron la modalidad usada con 6 víctimas donde las pruebas de ADN lo inculparon para establecer un patrón que se repitió en la otra docena de casos. Además señalaron que los ataques sólo se detuvieron cuando Escobar fue detenido en agosto de 2016. El Tribunal tuvo en cuenta las secuelas que el agresor dejó en las víctimas, consideradas por los especialistas como “daños inconmensurables”.

Con esos elementos lo encontraron autor en 9 hechos “de abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma de fuego”; en 3 hechos “de abuso sexual con acceso carnal”; en un hecho “de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el empleo de arma de fuego”; en dos hechos “de abuso sexual simple agravado por el uso de arma de fuego”; en dos hechos “de abuso sexual simple”; y en un hecho “de tentativa abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma de fuego”. Por último, lo absolvieron por el delito de amenazas simples contra su suegra por falta de pruebas. Las víctimas y sus familiares se mostraron satisfechas con la condena, a la que consideraron ejemplar.

“No hay en la provincia otra condena de tanto monto. Es proporcional a los daños que les ocasionó a las víctimas. Todos los hechos denunciados y que forman parte de esta serie que tiene como autor a Escobar han sido condenados. Las víctimas no van a poder volver el tiempo atrás, pero tienen la satisfacción de tener justicia”, dijo la fiscal de la Unidad de Delitos Sexuales, Carla Cerliani.

Ejemplar

Cuando el Tribunal anunció la condena, un aplauso estalló en la sala. Las víctimas y sus familiares habían llegado temprano al segundo piso del Centro de Justicia Penal con carteles donde pedían una pena de más de 50 años de prisión para el hombre que violó a 18 chicas. Junto con organizaciones sociales y miembros del Ministerio Público de la Acusación esperaban conocer la decisión del Tribunal después de un mes de juicio donde 200 personas pasaron por el banquillo a contar su testimonio.

Escobar escuchó a los jueces con la cabeza gacha. Mantuvo la serenidad que mostró durante todo el juicio y después de conocer la condena se retiró de la sala sin darse vuelta. “Violador”, le gritó la mamá de una víctima y otras familiares la siguieron. Las víctimas, que escucharon con atención la sentencia, liberaron las lágrimas contenidas y la sonrisa reprimida mutó en llantos y abrazos dentro y fuera de la sala. Al fin habían encontrado algo de paz. “Estamos contentas con la condena. Nos da tranquilidad. La logramos gracias a la unión de las mujeres”, dijo la mamá de una de las víctimas.

Patrón de conducta

Los jueces repasaron brevemente los casos presentados por la Fiscalía y establecieron que Escobar actuaba bajo una misma modalidad. Sus víctimas eran adolescentes, las contactaba en la calle o en una parada del colectivo y con una credencial falsa fingía ser policía. Las acusaba de vender drogas para subirlas al auto con la excusa de llevarlas a una comisaría y averiguar sus antecedentes. En el recorrido les preguntaba por su vida privada y simulaba hablar con una autoridad o un familiar de ellas por un handi. Luego desviaba el recorrido y las llevaba a un descampado donde las violaba amenazándolas con un arma. En dos ocasiones actuó con un acompañante que no fue localizado por la Justicia.

El tribunal analizó primero los 6 casos donde las pruebas científicas de ADN responsabilizaron a Escobar. Estableció parámetros de actuación y los comparó con los 12 casos restantes para concluir que en todos hubo una serie de similitudes que lo convirtieron en el autor de los 18 delitos.

Entre los elementos mencionaron la descripción que las víctimas hicieron del agresor como un hombre “morocho, petiso y gordo”, el uso de un handi para comunicarse –que la Justicia corroboró había robado-, y la coincidencia de los modelos de autos que usaba con los que mostraba en fotos de su perfil de Facebook. La variedad respondía a su trabajo como comprador y vendedor de autos.

También consideraron la estrategia de hacerse pasar por policía para subirlas al auto.

Los términos que el hombre usaba en su discurso también coincidieron entre las víctimas, a quienes les proponía “arreglar” y las amenazaba con “tirarlas al río”.

A partir de estos elementos, los jueces consideraron que en los 18 casos Escobar usó una modalidad idéntica para capturar a las víctimas basada en provocarles miedo con una posible detención policial. Luego intentaba generar una mínima confianza diciéndoles que las podía ayudar. Con el pretexto de requisarlas, las manoseaba dejando en claro sus intenciones. Y cuando ellas resistían, las amenazaba con un arma, llegando en algunos casos a disparar al aire.

Secuelas

Antes de dar a conocer la sentencia el tribunal hizo eje en las consecuencias que los ataques dejaron en las víctimas según su relato y el de sus familiares.

Tuvieron en cuenta el informe de una especialista del Ministerio Público de la Acusación, quien mencionó el “daño inconmensurable” que los hechos ocasionaron en ellas.

También se dijo que la agresión de Escobar causó heridas emocionales y secuelas físicas que quedaron evidenciadas en la estigmatización, tendencias suicidas, rechazo a los hombres, miedo a salir y a formar una pareja.

La confesión

En la última audiencia del juicio, Escobar había pedido perdón a las víctimas y a sus familias, después de contar que fue abusado por dos hombres cuando tenía 10 años. La defensa había pedido que lo tomen como un atenuante, pero los jueces dijeron que no les correspondía verificar los dichos de Escobar.

Señalaron que el locutor comprendió los actos que cometió y no los hizo en un estado de trance, como pretendió justificarse. Por el contrario, los jueces lo describieron como un frío y astuto manipulador que actuaba conscientemente.

“No todas las víctimas de abuso se vuelven abusadores. Las 18 víctimas debieron vencer los temores y se acercaron a declarar”, concluyeron los jueces.

Cómplice

La fiscal Carla Cerliani explicó que están investigando para identificar al compañero que actuó en dos hechos con Escobar. “Tenemos una línea de investigación por el cómplice. Se realizaron múltiples medidas, pero aún no pudimos dar con él. En un hecho abusa con Escobar y en otro participó del engaño pero luego se retiró”, señaló. Y dijo que desde 2015 las víctimas recibieron asistencia de parte del equipo interdisciplinario del MPA.

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