Policiales

Violencia sin fin en Tablada

Hirieron a una nena en ataque a la casa donde perpetraron triple crimen en 2018

Renata, de tres años, sufrió el roce de una bala en el brazo derecho. Su madre dijo que los agresores fueron cuatro y se movían en dos motos. El abuelo de la niña, apodado Petete, fue acribillado en marzo pasado junto a dos amigos en la misma dirección. Por el atentado reciente no hay detenidos


Foto: Juan José García

Un nuevo ataque a balazos contra una vivienda en Rosario dejó este viernes como víctima a una nena de apenas tres años, que sólo sufrió el roce de un proyectil en un brazo, a la altura de la muñeca. Los tiros fueron frente al domicilio de Colón 3897. Esa ubicación exacta reconoce un antecedente de sangre: el triple crimen perpetrado el 22 de marzo del año pasado en el que murieron el dueño de casa y dos amigos que estaban con él. Este es la segunda balacera en menos de 24 horas, ya que el jueves por la noche dos personas en moto pasaron por el frente de una vivienda de Alem al 3500 y dispararon.
Diana, de 21 años y madre de la niña herida, dio el primer testimonio de lo ocurrido. La joven es la hija de Rodolfo “Petete” Palavecino, el hombre de 42 años acribillado junto a dos de sus amigos, Fabricio Heredia, de 36, y Marcelo González, de 45, en esa misma casa de barrio Tablada. Tras ese hecho, quedaron 15 vainas calibre 9 milímetros en el piso de la vivienda, a la que los dos tiradores, que llegaron en un auto, irrumpieron tras derribar la puerta a patadas. Cada una de las víctimas recibió al menos tres disparos.
La balacera de este viernes pasadas las 20 fue distinta. Los atacantes, dijo la madre de Renata, la nena herida, fueron cuatro y se movían en dos motos. No intentaron entrar en la casa. Dispararon varias veces, aunque no se encontraron vainas servidas en la vereda. Sí, proyectiles incrustados en el frente de Colón 3897.
Los policías trasladaron a la pequeña hasta el Hospital de Niños Víctor J. Vilela. Los médicos del centro de salud le diagnosticaron herida por roce de disparo en el brazo derecho y calificaron su estado como estable.
En paralelo, integrantes de la fuerza de seguridad iniciaron la búsqueda de los atacantes con los datos que brindó Diana. Observaron, en el asentamiento precario de bulevar Seguí y Ayolas, dos motos compatibles con la descripción de la joven, que circulaban a gran velocidad. Dieron después con uno de los rodados, ya detenido, junto al muchacho que lo conducía.
Lo demoraron, pero al constatar que sus facciones no coincidían con las del relato de Diana, no tenía armas y el dermotest dio negativo para rastros de pólvora. El demorado recuperó la libertad por orden del fiscal de la Unidad de Flagrancia en turno.

Una dirección con ecos de sangre

Qué hay detrás del triple crimen de barrio Tablada

Petete, asesinado en marzo pasado en el interior de la misma casa baleada anteanoche, y abuelo de la pequeña rozada por una de las balas, estuvo vinculado a la barrabrava de Newell’s y nombrado en varias causas por infracción a la ley de drogas.
Su ejecución se produjo el 21 de marzo de 2018 cuando minutos después de las 22, llegaron dos hombres de un Chevrolet Astra gris. Uno se bajó y volteó la puerta de la casa a patadas para comenzar a disparar, según reconstruyó en su momento la pesquisa. Segundos más tarde los acatantes se fueron en el vehículo en que habían llegado. Detrás, dejaron una escena dantesca: los cuerpos de las tres víctimas, que estaban sentadas a la mesa en el comedor, presentaban varios impactos cada una –en la cabeza, el pecho y el estómago– y en el piso quedaron al menos 15 casquillos calibre 9 milímetros. Incluso uno de los hombres asesinados quedó sentado en la misma silla donde lo sorprendió el homicida.
El fiscal Luis Schiappa Pietra dijo en una conferencia de prensa que los vecinos tienen miedo de hablar. No se reportó que hubieran hallado drogas ni armas en el lugar, aunque por las características del triple crimen la principal hipótesis es que el ataque pudo haber sido un vuelto en el marco de la disputa territorial por el narcomenudeo, que ha dejado en ese sector de zona sur cuatro decenas de víctimas fatales en los últimos dos años, describieron los pesquisas en dicha oportunidad.

La otra balacera

El ataque en la cuadra de Alem al 3500 ocurrió el jueves pasado cerca de las 23 cuando dos desconocidos en moto abrieron fuego al menos ocho veces contra el frente de una vivienda. Allí radicó domicilio, aunque no vive, un hombre nombrado y sobreseído en una causa por asesinato en 2013. Ahora es testigo en otra causa en el fuero federal y en los últimos días tanto él como su familia recibieron amenazas por lo que contaba con custodia por parte del personal de la Policía Federal. En el lugar la Policía levantó ocho vainas. Cuatro de los disparos dejaron su marca en el frente de la casa, que cuenta con cámaras de seguridad. También hay otros sistemas de videovigilancia en la zona.

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