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Hey Latam: no hubo acuerdo para destrabar el conflicto y los trabajadores siguen en pie de lucha

Este lunes hubo una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo provincial en reclamo de los 300 puestos laborales del call center y no se llegó a ningún acuerdo. Los telemarketers llevan dos semanas de acampe frente a la empresa y decidirán qué pasos van a seguir


En el marco de una nueva audiencia para destrabar el conflicto, trabajadoras y trabajadores del call center Hey Latam se concentraron este lunes por la mañana en la puertas del Ministerio de Trabajo provincial -de San Lorenzo y Ovidio Lagos- en reclamo de 300 puestos laborales. Estuvieron presentes delegados, el apoderado legal de la firma y el gremio mercantil. Lamentablemente, no se llegó a ningún acuerdo entre las partes.

“El apoderado legal de la empresa planteó en la audiencia que si levantamos el acampe nos pagaban el aguinaldo y se iban a mantener los puestos laborales. Es ilegal esa oferta porque seguimos siendo parte de la nómina de la empresa, es un derecho”, dijo Tomás Breme, uno de los trabajadores.

Y agregó: “Hicimos una asamblea antes de firmar el acta y decidimos rechazarla. Es un apriete de la empresa. Si levantamos el acampe, nos sacan los servidores y ya no tenemos herramientas para negociar. El Ministerio de Trabajo no obligó a la firma a que nos paguen el aguinaldo ni tampoco a mantener los puestos laborales”, lamentó Breme.

Ante ese escenario, los trabajadores decidirán qué medidas tomarán para seguir en pie de lucha.

Los empleados del call center llevan más de dos semanas de acampe frente a las oficinas, ubicada en Buenos Aires al 1400. La concentración de este lunes se da luego de una masiva marcha donde los trabajadores le exigen al Estado que garantice los puestos de trabajo. Además denunciaron “quiebra fraudulenta”.

Los telemarketers atravesaron el año de la pandemia como trabajadores esenciales. El conflicto con los empleados comenzó con suspensiones y luego pasó a los despidos cuando la firma ya no pudo acceder al acompañamiento del Estado con el pago del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP). El Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria pero las y los empleados denuncian que la empresa “no les permite trabajar”.

Los trabajadores no están solos: a la marcha, se sumaron operadores telemarketers de Konecta, Budge, Easy Call, Otece y otros call centers de la ciudad, que también vienen reclamando por sus derechos, como el pago de los servicios para poder trabajar.

“Los trabajadores estamos en la calle organizados y conquistamos un amplio apoyo de partidos políticos. Pero frente a la ilegalidad de la empresa y el lockout patronal queremos que se garanticen los puestos de trabajo. Estamos a días de la Navidad y no queremos familias en la calle. Tiene que interceder el Estado”, advirtió uno de los trabajadores de Hey Latam.

Breme señaló que la empresa alega una crisis que no es real y no puede demostrarla: “Es una de las empresas que trabajó muy bien durante la pandemia. Hacemos trabajos tercerizados como vender tarjetas de crédito, de seguros, campañas para Unicef, es decir, son las principales corporaciones como Clarín e importantes bancos. Quieren sacar provecho para flexibilizar el trabajo”.

El trabajador de Hey Latam contó que un sueldo de un telemarketer ronda los 28 mil pesos, según la antigüedad, entre otras cosas. “Es un sueldo de hambre, pagamos el alquiler, un servicio y nada más”.

Los 300 empleados de la empresa de Buenos Aires y Zeballos son jóvenes, madres, padres, sostén de hogar y estudiantes que están en peligro de quedarse en la calle y, por ese motivo, piden medidas de fondo.

“Exigimos al Estado que se haga cargo de la difícil situación que estamos pasando, que garanticen nuestros puestos laborales sin ninguna pérdida de conquistas, ni derechos, queremos volver a trabajar como corresponde”, cerró Breme.

Los que apoyan la causa

Por su parte, Octavio Crivaro, referente del Frente de Izquierda Santa Fe, dijo que “la empresa muestra una intransigencia importante a la hora de despedir masivamente”.

“El Estado no le pone límites ni respalda el reclamo de los trabajadores, que es volver a sus puestos laborales. Los empleados se movilizan, ganan las calles y tienen voluntad de pelearla”, amplió el dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS).

Y cerró: “Sería bueno que las organizaciones sindicales estén a la altura convocando un paro de call centers, de comercios, incluso pensando en todas las luchas que hay en curso como aceiteros y la UTA. Se planteó que se haga un paro regional de la CGT y los sindicatos para que triunfen estos conflictos”.

En tanto, el diputado provincial por el Frente Social y Popular, Carlos Del Frade, celebró la lucha de los telemarketers como nuevos actores sociales organizados y lo relacionó con otros emergentes similares. “La prepotencia patronal de los call centers estaba asentada en la idea de que era la primera experiencia laboral de muchos chicos y chicas menores de 25 años, entonces estaba en un segundo plano la cuestión laboral frente a un proyecto de vida que incluía el estudio y eso hizo que se creyeran cada vez más impunes”, opinó.

Y agregó: “Esta juventud, que tiene el mayor número de desocupados en Santa Fe, tolera hasta cierto punto. Allí es donde se ilumina la conciencia de clase, como pasó con la Multisectorial de los Humedales. Este año de pandemia sirvió para la recuperación de la juventud como sujeto social. La violencia patronal generó la aparición de esta conciencia de clase, social y política. Hay un nuevo protagonismo de la juventud del que no se vuelve”.

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