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Héroes deconstruidos: una reflexión sobre los valores de los caballeros tras el paso del tiempo

La propuesta teatral local “Mosqueteros. El regreso” desembarca este domingo, a las 20, en La Manzana. Pieza escrita por la rosarina Luján Enorad, cuenta con las actuaciones de Cristian Bosco, Alejandro Pérez Leiva y Javier Manuel Ojeda, bajo la dirección de Christian Valci  


Lejos de imaginar que, con el paso del tiempo, se convertiría en un clásico de clásicos, en 1844, el gran autor francés Alejandro Dumas publicaba, incluso un tiempo antes de que sea una novela, Los tres mosqueteros en históricos folletines que acompañaban el diario francés Le Siècle. Conservando esa impronta folletinesca, reeditada en 1846 y con un sinfín de reediciones posteriores y versiones a lo largo de casi dos siglos que la llevaron de la novela al relato o al cuento y del teatro al cine, una y mil veces, la historia de aquellos mosqueteros, en otros cuerpos, con otras realidades e incluso hasta con otros nombres, y con una interesante crítica respecto de qué pasa con los héroes cotidianos tras el paso del tiempo en tiempos de deconstrucción machista, desembarcan este domingo en la cartelera teatral rosarina como Mosqueteros. El regreso, una obra que, como toda fábula bien contada, intenta dejar un mensaje respecto de potenciar la salvación colectiva por encima de la individual, entre muchas otras cosas.

Se trata de una pieza escrita por la autora rosarina Luján Enorad que, bajo la dirección y con puesta en escena del también actor Christian Valci, cuenta con las actuaciones de Cristian Bosco, Alejandro Pérez Leiva y Javier Manuel Ojeda, con asistencia de dirección de Daniel Omar Monje, vestuario de Lorena Fenoglio y propuesta escenográfica de Rodrigo Frías, que desde este domingo se podrá ver en La Manzana.

Mosqueteros. El regreso presenta, en clave de humor, el reencuentro de los mosqueteros más famosos del mundo luego de muchos años de no verse, ya viejos y fuera de servicio dentro de la Guardia Real. “Una convocatoria los ha reunido, una carta entregada por su líder antes de morir, quizás una última misión”, adelantan desde la producción.

Caballeros de este tiempo

“Mediante situaciones desopilantes, la obra nos invita a reflexionar sobre los valores que han definido históricamente a los caballeros: lealtad, amistad, bravura, y sobre los desafíos que desde tiempos remotos han enfrentado los hombres al llegar a la vejez: el deterioro físico y mental, el aislamiento que alimenta la pulsión de muerte, el rechazo desde el punto de vista erótico, las ansiedades que acarrea el temor a envejecer”, destaca la autora Luján Enorad sobre esta propuesta pensada para todo público, cuyo final “reivindica el valor de la amistad, y hará sentir al público reconfortado”.

“Esta propuesta me llega a partir de la convocatoria del elenco; ellos tenían la obra de manos de la autora. Lujan es la mujer de Javier (Manuel Ojeda), uno de los actores, y esta es su primer obra, su debut como dramaturga. El material me lo acercaron en agosto del año pasado; apenas lo leí me pareció, esencialmente, muy original, muy bien escrito. Había en el texto muchos pasajes que me remitían a situaciones de humor que podía explotar muy bien y que hoy aparecen en la obra”, contó el destacado actor y director Christian Valci en diálogo con El Ciudadano.

Y sumó: “En el mismo sentido, y más allá de ser un elenco muy atractivo en general, porque son tres grandes actores, también me interesó mucho la presencia de Cristian Bosco, un actor local de una enorme trayectoria, que si bien había hecho comedia, acá propone otra cosa. Desde un comienzo, empezamos a trabajar sobre la idea de potenciar el humor y de romper con la cuarta pared. Es decir: involucrar desde la escena al público, que no estaba en el texto original. Y el resultado, luego de muchos meses de ensayos y de la realización de un vestuario muy ingenioso, muy acorde, con una propuesta escenográfica también muy interesante, es una comedia con cierto tono de disparate, donde aquellos mosqueteros de otros tiempos dialogan, de algún modo, con otras cuestiones más del presente, como pasa con esta idea de sostener la juventud a lo que de lugar y cómo enfrentar aquello a lo que los hombres nos vimos obligados a lo largo de la historia”.

En el mismo sentido, la autora planteó: “En la sociedad de la productividad y del culto a la juventud, que tiende a romper lazos de sostén afectivo y emocional entre hombres, excluye al anciano, y lo aleja de la idea de sujeto; crear redes de contención entre amigos como sugiere la obra, se plantea como una opción disruptiva e innovadora, de revalorización de la vida y de disfrute lúdico más allá de la edad”.

Y profundizó: “Cuando surge la posibilidad de llevar a cabo una comunidad de pares mediante un proyecto de vida compartida entre nuestros tres protagonistas, se plantea una alternativa a la soledad, y a la depresión que conlleva la soledad. Transitar la vejez de forma compartida, pero manteniendo la independencia de cada uno, es un tema coyuntural. Recientemente, en nuestro país comenzaron a esgrimirse bocetos de lo que se dio en llamar «cohousing», es decir, convivir con pares en comunidad, con las comodidades necesarias para una vejez activa y feliz”.

Como pasa en el original, cada uno de los mosqueteros es un sujeto singular, pero a la vez, en ellos concurren características universales de los hombres: representan lo eternamente humano en sus acciones históricamente determinadas, “por lo que cualquier hombre, en cualquier parte del mundo, se podrá sentir identificado con las problemáticas planteadas en la obra”, destacó la autora.

Y cerró: “Aunque disparatados, los conflictos que enfrentan los personajes reflejan cómo la violencia imperante en la sociedad patriarcal les impone a los varones un mandato por el cual deben mostrar fortaleza, no deben tener miedo y deben irse a las manos para defender su valor y su hombría. Es sólo a través del enfrentamiento con voces disidentes que se pondrán en jaque sus convicciones, dejándolos en ridículo, y eso abre una posibilidad al diálogo y a la reflexión, como opuestos al salvajismo y al arrebato violento. Es así que rompiendo la cuarta pared en diversos momentos de la obra, se le otorga al público la posibilidad de participar activamente de esta historia, sintiéndose atraídos y como una parte más de ella”.

Para agendar

Mosqueteros. El regreso, de la autora rosarina Luján Enorad, con dirección y puesta en escena de Christian Valci al frente de un gran elenco, se presenta desde este domingo, y todos los domingos de mayo y junio, a partir de las 20, en la sala La Manzana (San Juan 1950). Reservas +549-341-5002580

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