Espectáculos

Hermeto y la razón de su vida

Una terapia que cura llamada música. El multiinstrumentista brasileño Hermeto Pascoal mostrará parte de su inclasificable repertorio. Este viernes a las 21.30, se presenta junto con Aline Morena, en el teatro El Círculo.


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Por Julieta Rigali / Franco Falistoco, especial para El Ciudadano

 

El viernes a las 21.30, en el teatro El Círculo, tendrá lugar el concierto del músico y multiinstrumentista Hermeto Pascoal, quien se presentará junto con Aline Morena para repasar su enorme bagaje discográfico. Antes de su llegada a Rosario, el connotado artista que recibió halagos hasta de Miles Davis, fue entrevistado telefónicamente mientras aguardaba en un aeropuerto chileno un vuelo que lo llevaría a Bahía Blanca, donde dio el primero de los recitales en tierra argentina.

Del otro lado de la línea hay una pareja bastante particular, el primero en cuestión es un experimentado e inclasificable artista capaz de sacarle sonidos armónicos y melodiosos a una tetera.

La primera pregunta acerca de quién era Hermeto Pascoal fue respondida del siguiente modo: “Es un músico que ama la música y le gusta mucho tocar en cualquier lugar del mundo”. También dijo que se relaciona con la música de una forma muy particular, algo que debería ser una constante en todo el mundo. “Hago música desde que nací, todos los días de mi vida, en este mismo instante estoy componiendo una canción para que cuando llegue allá (Argentina) la pueda presentar para todos los que puedan ir al show, la llevo bien fresca, para que la disfruten”.

Acerca de qué entiende por música, la respuesta de Hermeto sonó como el golpe de un platillo. “La música es la razón de mi vida, la comunicación con el público es maravillosa. La música es una terapia pura y cura independientemente de la religión que cada uno profese. Cuando nací, en 1936 y ya  tengo 76 años, sentí que tenía que hacer música, mi llanto fue mi primera canción, llegando a este mundo que puede ser muy duro pero que vale la pena vivir”.

La obra de Hermeto Pascoal es inclasificable, libre de etiquetas y nomenclaturas, es un músico inabarcable que toca gran cantidad de instrumentos y tiene la habilidad de ejecutar prácticamente cualquier cosa que tenga enfrente, de arrancar desde las entrañas mismas del acero las melodías más increíbles, de crear sonoridades partiendo de utensilios de cocina, artefactos eléctricos, elementos de uso cotidiano, como también de objetos de percusión, instrumentos de cuerdas y de vientos; nada, al alcance de su mano, queda marginado de la magia que le imprime el músico para obtener melodías.

Sobre las emociones que obtiene de tocar objetos, el artista brasileño expresó: “Cada vez estoy más feliz, siento plenitud, así voy llevando la vida hacia adelante. Cuando nacemos pisamos el primer escalón de la infinita escalera de la vida. Y es bonito tocar mientras voy subiendo los escalones en la vida del sonido”.

 

De paisajes y texturas

 

Quienes hayan profundizado en la obra de Pascoal, reconocerán sonoridades clave en sus piezas, algunas tienen límites borrosos entre lo concreto y lo experimental. Pascoal no sólo trabaja con los sonidos convencionales que estructuran lo que se denomina “música” sino que va mas allá acercándose al trabajo con paisajes y texturas sonoras, registrando sonidos de la naturaleza, el campo, la ciudad. Su relación con estos sonidos es sorprendente. “¡Ave María! Yo nací en Arapiraca, Lagoa da Canoa, en el estado de Alagoas, Brasil. Hasta mis 14 años viví en el interior donde no había suministro eléctrico, estaba solo con los sonidos del agua, de la naturaleza, del pueblo”, señaló. Allí aprendió a tocar el bandoneón de ocho bajos que pertenecía a su padre; luego, a los once logró reemplazarlo en las festividades campesinas tocando forró, un ritmo folclórico de la zona brasileña. También, por esos años, aprendió a tocar tamborín y flauta, todo de manera autodidacta. “A los catorce fui a Pernambuco, en Recife, donde comencé a conocer las grandes ciudades. A la música que hacemos la denomino Música Universal”.

La escucha es cultural. Se sabe, pues, que es siempre dirigida y está velada por ciertos intereses; en los medios de difusión siempre se promueve lo que responde a intereses determinados. Sobre si debería promoverse más la escucha consciente, una escucha que aleje de la unidireccionalidad sin discernimiento, Hermeto afirma lo siguiente: “Nunca antepongo el saber a mi forma de sentir, todas mis emociones van primero. Me gusta sentir primero y pensar después. Primero escucho los sonidos, las ideas, invento canciones con imágenes, y trato de desarrollar eso. Hay tantas cosas que es difícil de explicar, porque los sonidos son sensaciones. Son sonidos que voy escuchando como palabras, imágenes, a veces me veo andando a caballo o nadando, pienso en todo eso cuando estoy componiendo, el sentimiento, las emociones están primero”.

Acerca del proceso creativo y la improvisación, el músico apuntó: “Yo tengo cuatro formaciones, toco con un grupo, luego el Hermeto Pascoal Dueto, una sinfónica y una Big Band. Con todos, cuando llegamos al escenario para hacer nuestra música, no tenemos repertorio preparado. No hay orden o cosa similar, va todo junto, improvisamos y nos sentimos como en casa”.

Todo es bueno cuando suena

 

Hermeto saca sonidos de cualquier elemento que pueda ser ejecutado: “Son sonidos sin premeditación, improvisados, ni yo mismo puedo creer los sonidos que llego a lograr, ahora estoy tocando con una tetera con agua. Dejo que la tetera fluya y que su música salga, se libere, algo muy distinto e inesperado. Dejo que partan las sorpresas de quien toca la música con la tetera y de quien la recibe también”.

“Mis días nunca son iguales, creo que es importante vivir el presente y, particularmente, nunca recuerdo lo que hice ayer. Es importante vivir ahora, el día anterior ya está en mí, ya pasó, y especialmente, me interesa el hoy. Me gustan mucho los viajes y estando ahora en el aeropuerto, hablando con ustedes, ya estoy pensando en una nueva canción. Una canción que me muestre todo lo bonito que me pasa ahora, siempre sucede así, con mucha naturalidad y sin programar, me deleita escuchar música y también pensar en ella”, describió.

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Maestro Hermeto

 

“Tuve un sueño lindo con el cual luego hice una canción, muchas veces me ocurre esta situación, que los sueños se convierten en canciones”, dice Hermeto y se pone a cantar junto con Aline Morena que está a su lado. Luego de cantar a capella durante un minuto y hacer sonidos con algún objeto que tenía en sus manos, Pascoal puso al teléfono a Morena y ella contó cómo fue su encuentro con el artista: “Nos conocimos hace 10 años en un workshop que Hermeto dio en Londrina, al norte del estado de Paraná, fui a tocar algo con él y luego me invitó a participar del grupo. Por ese entonces, pertenecía al club de fans de Hermeto. A él le encantó mi voz; cuando terminó preguntó dónde estaba yo y así nos conocimos. Así empezamos a hacer un show juntos. Así estamos juntos hasta el día de hoy”.

Aline también señala: “Yo quiero continuar encontrando mi camino, como todos los músicos que están con Hermeto, él hace que cada uno saque lo mejor de sí mismo, y a mí siempre me gustó bailar, así que también estoy haciendo percusión corporal con Hermeto. Empecé a tocar piano, guitarra caipira, percusión y quiero seguir encontrando mi camino en la música. Quiero descubrirme más en ese sonido, y a mí me gusta variar con los sonidos. Yo cantaba en un grupo folclórico y siempre me gustó la mixtura de géneros. Me encantó la música de Hermeto porque es la más mixturada de todas”.

A lo lejos, como si se hubiera alejado del auricular telefónico, se escucha la voz de Hermeto señalando que el de Rosario “va a ser un gran show, todos deberán ir con sus gargantas bien afinadas y preparadas para cantar: vamos a intercambiar mucha energía, mucha alegría dejando mucha esperanza para este mundo y unos sonidos tal vez un poco extraños”.

 

Compañera de ruta musical

 

Desde hace unos años Hermeto Pascoal comparte su vida con Aline Morena, quien es integrante de uno de los grupos con los que sale a hacer sus presentaciones. En el dúo con Aline, ella también toca varios instrumentos: la guitarra caipira, percusión y también baila. Pascoal ilustra: “Una vez tocamos en una pileta con agua dentro, ella tocaba con las manos y yo varios instrumentos juntos. Imaginen eso en el palco con el público, la gente reacciona y reacciona muy bien”.“A veces veo que Aline está bailando con la música que estoy haciendo, es algo maravilloso y cuando lo veo más me sorprendo. Cuando ocurre todo esto en el dúo, me parece que lo importante es crear sin parar, también veo que el dúo tiene más instrumentos que personas. Aline es una compañera de ruta musical y de vida”, grafica humorísticamente el músico brasileño.

 

Intérprete en simultáneo: Laura Berchansky

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