Policiales

Zona noroeste

Hermanos condenados por atacar a balazos a dos vecinos y amedrentar a una mujer

Los jóvenes de 24 y 25 años aceptaron un acuerdo abreviado por dispararle en la cabeza a un hombre y a su hijo en la puerta de su casa de pasaje Tobas al 8500 y por amedrentar y dispararle contra el frente de la casa de una chica. Estos hechos ocurrieron en 2016


La tentativa de homicidio de padre e hijo ocurrió en pasaje Tobas al 8500.

Dos hermanos de 24 y 25 años fueron condenados en un juicio abreviado a más de 8 años de prisión por dispararle a un vecino y a su hijo y por amenazar y balear el frente de la casa de una muchacha, en dos hechos ocurridos en abril y mayo de 2016 en la zona noroeste.

Por casi dos años, los vecinos de barrio Stella Maris quedaron en medio de una disputa por el liderazgo del territorio entre dos gavillas. Desde 2014 a 2016 hubo ataques cruzados sin discreción que incluyeron homicidios, abusos de armas, amenazas, extorsiones y robos. Las sedes de las bandas estaban a sólo 150 metros y, según los casos, sus protagonistas eran víctimas o victimarios en hechos en los que también caían vecinos ajenos a la situación. Este martes, los hermanos Germán y Sebastián Hermosín fueron condenados en un juicio abreviado por dos de esos casos: uno ocurrido en abril y el otro en mayo de 2016. El juez Juan Andrés Donnola aceptó el acuerdo abreviado celebrado entre el fiscal Luis Schiappa Pietra y la defensa de los hermanos donde Germán de 24, fue declarado reincidente y recibió la pena de 8 años y medio de prisión por los delitos de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, portación ilegal y amenaza simple mientras que su hermano Sebastián, de 25, fue condenado a 8 años y tres meses por la tentativa de homicidio agravada por el uso de arma de fuego y la portación.

La tentativa de homicidio ocurrió el 22 de abril en pasaje Tobas al 8500 – Schweitzer a la misma altura –. A eso de las 22, la víctima, Pedro Alberto G., de 51 años, estaba en la puerta de su casa junto a su hijo Pedro Franco G., de entonces 19, cuando se les aparecieron los hermanos para exigirles el pago de un peaje. El mensaje fue simple, si no les daban plata, los cagaban a tiros, describieron los voceros en dicha oportunidad. El hombre le pagó 50 pesos y los jóvenes se retiraron.  Al rato, los hermanos volvieron acompañados de otro joven para pedir otro pago. Pedro les explicó que no contaba con más dinero, que, lo que tenía, se los había entregado. Hubo un intercambio de insultos hasta que uno de los recién llegados sacó un arma y abrió fuego. El hijo de Pedro,  de entonces 19, sufrió un roce en el cráneo, mientras que su padre recibió un tiro en la cabeza que le quedó alojado en el cráneo y lo dejó internado por largo tiempo en el hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).  Por este ataque los hermanos cayeron al tiempo.

Cuando fueron imputados, el entonces fiscal Rafael Coria ya había recibido una nueva denuncia contra los hermanos. Fue el 15 de mayo de 2016 cuando a la madrugada, Germán y Sebastián junto a Eduardo S. se presentaron en la vivienda de su vecina Carolina G. y tras amedrentarla, le dejaron como recordatorio varios plomos incrustados en el frente.

El móvil del ataque contra Carolina se originó una semana antes, ya que su pareja Daniel “Lagarto” B. había sido detenido y acusado por el homicidio de Franco, el hermano de Eduardo S. –ocurrido el 15 de noviembre de 2015–. Lagarto también quedó acusado por atacar a balazos la casa de los padres de Franco y Eduardo.

Tras casi dos años, el fiscal Luis Schiappa Pietra y la defensora oficial María Pasqualli llegaron a un acuerdo sobre los delitos achacados a los hermanos Germán y Sebastián Hermosín y este martes fueron condenados por el juez Juan Andrés Donnola a más de 8 años de prisión por la tentativa de homicidio de Pedro y su hijo, y las amenazas contra Carolina.

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