Policiales

Acuerdo abreviado

Hermanos condenados a 20 y 18 años de cárcel por crimen de colectivero

En acuerdo abreviado, Sergio Gregorio Méndez aceptó una pena de 20 años de prisión, mientras que Lucas Alejandro Méndez consintió la condena de 18 años de cárcel.


Con las manos entrelazadas, la familia de Daniel Alejandro Bracasini presenció la audiencia donde se condenó este viernes, a través de un juicio abreviado, a uno de sus homicidas. Altanero, con miradas crudas y gestos de soberbia, el agresor aceptó el acuerdo. La tensión llegó al máximo cuando el tribunal dispuso un cuarto intermedio para evaluar el convenio: 20 años de cárcel por el homicidio en ocasión de robo del chofer de colectivos, ultimado el día del cumpleaños de su hijo, y el robo de una bicicleta que terminó en un entrevero con policías. Cuando lo sacaron de la sala, el imputado le dedicó una frase al fiscal: “Ya voy a salir”. Luego caminó unos pasos junto al personal que lo custodiaba. Se dio vuelta y largó: “No te olvides de mi cara”. Finalmente el tribunal homologó el acuerdo y el joven de 26 años deberá pagar dos décadas de cárcel. Por los mismos hechos, su hermano aceptó 18 años de prisión, en agosto pasado.

El 4 de febrero de 2015 era el cumpleaños del hijo mayor de Daniel Bracasini. Como todas las mañanas, se levantó para ir a trabajar a la empresa de colectivos. Manejaba un ómnibus de la línea 153 y llegaba hasta el galpón en su moto Suzuki de 125 centímetros cúbicos. Esa madrugada recorrió algunas cuadras y al llegar a Circunvalación y 27 de Febrero, dos muchachos se pararon de frente y le cortaron el paso. Eran los hermanos Méndez. Un testigo del hecho que iba en un auto describió la secuencia.

Sergio Méndez se abalanzó sobre la víctima. Forcejearon, y en ese tironeo al ladrón se le cayó el arma. Su hermano Lucas la levantó y le disparó a Bracasini en la cara. La víctima cayó malherida en la calle mientras los Méndez se llevaron la moto.

Agonizante, Daniel fue trasladado al hospital, donde falleció al día siguiente. Finalmente los hermanos Méndez fueron detenidos. Además del crimen de Daniel le imputaron otro hecho ocurrido en octubre de 2015. Sergio Méndez, robó con un arma una bicicleta y el celular de un muchacho que circulaba por Garibaldi y pasaje 1815. La víctima avisó a la Policía, que los ubicó entrando a un pasillo. Ya con su hermano, gritaban a los uniformados. “Rajen de acá putos. Me van a llevar muerto, pero antes nos vamos a cagar a tiros”. Ambos entraron a una casa de Valparaíso al 3700. Cuando la Policía quiso llegar se resistieron, apuntaron con armas y uno de ellos salió corriendo. Luego de algunos metros y forcejeos Lucas Méndez fue detenido: el acta detalló que en esas circunstancias al muchacho se le cayó un arma. En la casa fue detenido Sergio Méndez. Tenía una tumbera; cuando la Policía intentó avanzar les apuntó y le dispararon con munición antitumultos, dijo la Policía. En la casa estaba la bicicleta robada.

En agosto pasado el hombre que hirió de muerte al chofer aceptó un juicio abreviado por ambos hechos. Lucas Alejandro Méndez consintió la pena de 18 años de cárcel. Esa sanción además incluyó una condena condicional de un juzgado de menores. El convenio fue homologado por la jueza María Isabel Más Varela.

Ahora fue el turno de su hermano. Sergio Gregorio Méndez aceptó una pena de 20 años de prisión. La sanción incluye ambos hechos y una condena anterior –a tres años de prisión condicional– por robo. Este muchacho tuvo actitudes soberbias durante toda la audiencia: desafiante y con una mueca de sonrisa que iba y venía consintió el acuerdo al que arribó el fiscal Ademar Binachini y su defensor José Giraudo. Luego de un cuarto intermedio, los jueces Alejandro Negroni, Raquel Cosgaya y Juan Carlos Curto homologaron el convenio.

 

“Asegurar una condena”

 

Tras la audiencia y luego de recuperarse de lo vivido la familia habló con El Ciudadano: “Preferimos asegurar una condena, que sea efectiva y no salga con transitorias”. La familia entiende que esta decisión les ayudará a cerrar, al menos, la etapa judicial. “El dolor no cierra, aprendés a convivir. Yo lo que quiero es ver a mi hermano. Lo mataron el día del cumpleaños de su hijo. En lugar de festejar el cumpleaños estábamos en el velorio”, relató Vanesa, una de sus hermanas.

Esta situación traumática que le tocó vivir a toda su familia y la pérdida de su hermano impulsaron a Vanesa a estudiar abogacía, aunque estos avatares del caso le afectaron tanto que no pudo continuar el cursado. La chica espera retomar la carrera el próximo año.