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Hackear el "llegar al verano"

“Hermana soltá la panza”, la iniciativa para liberarse de los mandatos y ocupar espacios

Mujeres Que No Fueron Tapa lleva adelante la campaña para llenar las redes sociales con fotos de cuerpos que no respondan al modelo de belleza hegemónico. “En cualquier red social hay una sola imagen de mujer aunque veamos a muchas mujeres”, dijo Lala Pasquineli, impulsora de la propuesta


Bajo la consigna de “hackear la operación bikini y llegar al verano”, la iniciativa Mujeres Que No Fueron Tapa lleva adelante la campaña “Hermana Soltá La Panza” con el objetivo de llenar las redes sociales con fotos de cuerpos que no respondan al modelo de belleza hegemónico. Más de 1.600 mujeres se sumaron a la propuesta y compartieron su foto junto a un comentario de lo que significa para ellas mostrarse en público.

“Hoy el cuerpo que se impone como ideal para los varones es tener abdominales marcados y torso depilado, pero tener un poco de panza o estar un poco pelado, es decir, no encajar del todo con el modelo no te hace menos masculino. Si cumplís con las otras obligaciones de la masculinidad: ser profesional, proveedor, arriesgarte y tomar aventuras, podés no cumplir con el mandato de belleza. En cambio, las mujeres somos educadas para ser adornos agradables a la vista: ser joven, delgada, blanca, mostrar el cuerpo y estar sexualizada. En cualquier red social y en la televisión hay una sola imagen de mujer aunque veamos a muchas mujeres”, dijo Lala Pasquineli, artista visual, comunicadora, escritora e impulsora de Mujeres Que No Fueron Tapa, a Radio 2, sobre la campaña que iniciaron en octubre del año pasado.

Según explicó Pasquineli, la consigna no tiene que ver sólo con usar una bikini o ir a la playa, sino con ocupar más espacios. “El ideal de belleza tiene tanto peso en las mujeres que cuando le piden buena presencia en un trabajo no le están diciendo que lleve la camisa planchada, sino que encaje en ese ideal”, señaló.

Para la comunicadora, la exigencia de un modelo de cuerpo de extrema delgadez se fortaleció en el último tiempo desde una mirada opresiva hacia las mujeres y, al mismo tiempo, sumó discursos que enmarcados en el ideal de “lo saludable” terminaron favoreciendo a la industria del consumo.

“Cuando se empezó a poner en discusión este ideal de belleza como algo opresivo y violento empezó a surgir un discurso de la delgadez identificada con la salud. Se encontró un lugar muy eficiente para sostener la industria de la delgadez que reporta ganancias multimillonarias en todo el mundo a la corporación farmacéutica, médica y cosmética. Pero cuánta enfermedad hay del lado de la delgadez, incluidos los trastornos alimentarios”, cuestionó.

Pasquineli habla de “soltar la panza” para ocupar espacios y salir de un estado de sumisión al que ideal de belleza femenino quiere apuntar. “Hay testimonios de chicas que hablan de la liberación de espacio mental para no tener que estar preocupada por todo lo que implica la belleza en cuanto a hábitos o dinero, pero también en gestos que tienen que ver con la sumisión: estar callada, quieta, ocupar poco lugar, ser amables, ingenuas, todos requisitos de la belleza que hablan de una desjerarquización de ciertas identidades y de un beneficio del mercado. Por ejemplo, la depilación definitiva irrumpió en los varones, cuando nosotras ya estamos queriendo salir de ese mandato”, cerró.

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