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Herencia y renovación: Don Olimpio presenta su nuevo disco

El noneto Don Olimpio, conjunto folclórico creado por el pianista Andrés Pilar, llega a la ciudad para presentar oficialmente su disco debut titulado “Dueño no tengo”.


Nueve músicos sostienen la original formación de Don Olimpio, el conjunto folclórico creado por el pianista Andrés Pilar que acaba de publicar su álbum debut titulado Dueño no tengo. El material que será lanzado oficialmente con dos recitales, uno en Rosario y otro en Buenos Aires,  responde al deseo de Pilar de “poner luz sobre una tradición musical tapada por el bombardeo mediático”.

“Me gusta pensar que este proyecto pueda servir de motivador de experiencias de creación y de pensamiento sobre la música argentina y que, más allá de los géneros, sea una puerta de descubrimiento a autores, compositores, intérpretes y estéticas diversas dando cuenta de uno de los tantos diálogos posibles con una tradición”, postuló Pilar durante una entrevista con la agencia de noticias Télam.

La agrupación reúne al pianista con Nadia Larcher (voz), Juampi Di Leone (flauta y voz), Federico Randazzo (clarinete), Santiago Segret (bandoneón y voz), Juan Manuel Colombo y Leonardo Andersen (guitarras), Diego Amerise (contrabajo) y Agustín Lumerman (percusión).

Para dar forma a su primer disco Don Olimpio visitó los anónimos recopilados por Leda Valladares como son, la canción que da nombre al material “Dueño no tengo”, así como también “Viditilla”, “Adiós pueblito de Iruya” y “Tan alta que está la luna”, junto a “Ay paloma” (Félix Dardo Palorma), “Por seguir” (Raúl Carnota y Carlos Marrodán), “Rodar la voz” (Juan Falú y Andrés Pilar), “De allá” (Polo Giménez), “Maldita huella” (Carlos Moscardini), “Arbolito del querer” (Coqui Ortiz-Aledo Meloni) y “Vidala de la copla” (Chango Rodríguez).

Las primera presentación de Dueño no tengo serán este jueves en Rosario, en el marco de un concierto organizado por Sonamos Latinoamérica. Después los músicos partirán a Buenos Aires donde tocarán el miércoles 13 de diciembre, con la presencia como invitado especial de Juan Quintero.

Al repasar la historia de Don Olimpio, Pilar contó que la génesis de la banda fueron las clases que él da en las carreras de Música Argentina del Manuel de Falla y de la Universidad de San Martín (Unsam). “En ambos lugares estoy al frente de los ensambles de folclore, escribiendo arreglos y haciéndolos sonar cada año con diferentes formaciones y músicos. Entonces me empezaron a dar ganas de armar una formación así, un grupo donde además de hacer arreglos, pudiera tocar el piano y compartir la música con otros”, contó.

“Los arreglos son parte de un lenguaje que me fue saliendo –explicó– y que fui encontrando en el hacer. Un lenguaje que aún hoy sigue cambiando. Por otro lado la estética se terminó de armar con cada músico y en esa sumatoria está la magia de lo grupal. Así, finalmente, un arreglo en papel está como en período de latencia hasta que realmente se hace sonido, y el grupo fue encontrando su propia manera de hacerlos sonar”.

“Me fascina una canción que se crea colectivamente”, confesó Pilar explicando el porqué de la incorporación en el disco de los temas recopilados por Leda Valladares. “Son temas que nadie sabe donde nacieron y cómo se fueron transformando en el tiempo y en las diferentes voces. Siento que en este sentido el grupo aporta una visión y una estética más de cómo se pueden recrear estos manantiales, como los llama Leda”, dijo el pianista que consultado sobre con qué herencia siente que Don Olimpio establece continuidad confesó: “Creo que uno nunca sabe conscientemente qué herencias continúa. Pero entiendo que la palabra herencia tiene mucho que ver con este proyecto: Desde el nombre del grupo que evoca al abuelo Olimpio, un italiano venido a la Argentina en años de posguerra, «cantor de puertas adentro» como lo describimos en el disco, trayendo en la sangre las canciones italianas y la ópera. El dibujo de tapa que hizo mi viejo (el poeta Horacio Pilar, fallecido en 1999) representando a un «cangaceiro» brasileño tocando su tambor, instrumento que podría pensarse paralelo a la caja andina, más las recopilaciones de Leda, los autores contemporáneos y un tema propio en el medio marcan esa línea temporal caótica va cristalizando lo que somos hoy en diálogo con esa herencia”.