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Analía Ratner, titular en Rosario de La Bancaria

“Hay que saber qué es lo que no queremos, y nuestro límite es Macri”

Hija del histórico dirigente de los municipales, la gremialista es la primera mujer en llegar a la cúpula de los bancario en Rosario. En diálogo con El Ciudadano contó su historia, defendió al sindicalismo, el rol de las mujeres y criticó al gobierno nacional


Foto: Juan José García

Candela Ramírez / Especial para El Ciudadano

Analía Ratner entra a la oficina como si estuviera apurada, ansiosa por empezar la entrevista. Tuvo una mañana de reuniones y todavía no llegó a fumarse ni un pucho. La sala está llena de cosas apretadas: escritorios, mesas, sillas, cuadros, cajas, carpetas, folletos, fotos. Están arreglando el piso que ocupa La Bancaria en el edificio de San Lorenzo al 1300. Ratner asumió hace un mes el cargo de secretaria General del gremio local y es la primera vez que fue electa una mujer. Dice que llegar a ese cargo es su sueño desde que empezó a trabajar en el Banco Municipal. Hasta que terminen los arreglos comparte la oficina con Sergio Rivolta, compañero de fórmula y actual secretario adjunto.

“Fue un mes movido, como el último año”, empieza. La Bancaria es un gremio que existe desde 1924 a nivel nacional y en Rosario desde 1936. Ratner destaca que no solo fue una mujer quien encabezó la lista ganadora en La Bancaria local sino que fue la secretaria de Derechos Humanos, Género e Igualdad, cargo que ocupaba desde 2014. “Es un mensaje político”, dice.

En las elecciones participó el 75 por ciento del padrón electoral y su lista, la Naranja, se llevó el 98 por ciento de los votos. Comparte sus preocupaciones por las políticas económicas tomadas por el gobierno nacional y sus efectos sociales, el ataque a las dirigencias sindicales y la importancia de construir un gran frente opositor. Unidad es la palabra que más repite.

Analía Ratner tiene 38 años y es hija del conocido secretario General del gremio de trabajadores municipales, Antonio Ratner. “Claro que tiene que ver con la historia familiar”, dice en relación a su trayectoria como militante sindicalista.

“A los cuatro años acompañaba a mi papá a las asambleas. Más que una forma de vida es una cuestión solidaria, es una actitud de solidaridad con el otro. Es llevar la voz de los que no tienen voz”, señala.

Para ella el trabajo sindical no tiene horarios y requiere mucha responsabilidad. “Así lo vivo yo y así lo viví siempre. Hasta hemos suspendido vacaciones en familia. Me acuerdo que una Navidad mi papá no sabía si la pasaba con nosotros o en una carpa. Es esto de siempre pensar en el otro. El rol del dirigente es justamente poder representar al otro y llevar la voz”, relata, y cuenta que lo disfruta mucho: “Es dedicarse realmente, pelear por lo que te parece justo. Pelearte en el directorio de un banco cuando ves que no se cumple lo que se tiene que cumplir”.

“Para ser dirigente mínimamente hay que estar informados y actualizados sobre las leyes laborales, hay que estar unidos y organizados. Creo que es la mejor manera de representar a nuestros compañeros”, agrega.

La sindicalista considera que empieza un año difícil económicamente y que hay miedo a un estallido social dado el deterioro de las condiciones de vida de muchas personas en todo el país.

En ese marco, Ratner sabe que el gremialismo se ha ido estigmatizando, sobre todo en los últimos años: “Tiene que ver con las políticas que se están llevando adelante porque van en prejuicio de los trabajadores. Entonces obviamente van a atacar la dirigencia sindical”. Cita luego a su referente, Sergio Palazzo, secretario General de la Asociación Bancaria a nivel nacional. “Desde el día uno del gobierno de Macri dijo que iba a estar en contra de este gobierno neoliberal. Tenía razón y como sindicato nos han castigado”, analiza.

La mujer cuenta que en la última paritaria tuvieron que defender el aporte solidario de los no afiliados, que era un derecho ya adquirido. “No solo nos tuvimos que sentar a negociar un porcentaje para no perder el poder adquisitivo de los trabajadores, sino que también nos tuvimos que sentar a sostener derechos que ya teníamos ganados y nos querían quitar como trabajadores. Es un poco complejo. Hay una intención de disciplinar a la dirigencia sindical. Cada uno se tiene que hacer cargo de lo que hace. Y todo depende de cómo uno se para en los lugares que le toca asumir”, señala.

Mesa familiar

Ratner siente que desde la secundaria el tema de “lo que es justo y lo que no” forma parte de su vida cotidiana. Por eso estudió unos años Derecho. Cuenta que aún le queda pendiente terminar la carrera. La vida de estudiante se interrumpió por no poder conciliarla con el trabajo y el armado de su vida familiar. Tiene un hijo de 19 años y otro de 6.

También relata que tiene un compañero que piensa las tareas del hogar como compartidas y eso ayudó a que ella pudiera dedicarse a la vida sindical. Y agrega que las mujeres están rompiendo paradigmas, sobre todo en cuanto a la división de las tareas de cuidado y de la casa.

“Es cosa de varones” o “con alguno debe andar” eran comentarios que se escuchaban hace no muchos años atrás cuando una mujer decidía meterse en el mundo gremial. “No, yo estoy acá porque puedo, me gusta, me apasiona y porque tengo ganas de hacerlo”, enfatiza Ratner. Las mujeres -plantea- reciben muchos ataques. Por ejemplo, por las licencias de maternidad que pueden necesitar. Le parece importante desandar estos prejuicios y en eso está.

La gremialista además contó que, cuando empezó a participar en la comisión interna del banco, la mamá le dijo que no le convenía por la cantidad de horas que requería. En cambio, para su papá fue un orgullo. “Estaba agrandadísimo”, recuerda. “Dale que vos podés”, fue lo que le dijo.

La política y la militancia

La construcción de la unidad del movimiento obrero general es una de las discusiones que se cuelan en los almuerzos familiares de domingo. “Esos son nuestros temas. Venimos de gremios distintos y tenemos realidades distintas. A veces discutimos si fue mucho o poco el aumento salarial y si las horas de trabajo deben ser seis o siete y media. Y otras discutimos sobre política”, menciona.

Ratner también habla sobre su sindicato. Resalta que es plural porque contiene filiaciones políticas diversas -Partido Socialista, Movimiento Evita, Nuevo Encuentro- ya que “lo importante es participar”.

Empieza un año electoral muy intenso. La Bancaria pertenece al Movimiento Sindical Rosarino, que es el que definirá los lineamientos a seguir. “El gremio acompañará y se encolumnará con quien sea mientras sea en contra de este gobierno nacional. Nuestro límite es Macri. Después de encolumnarnos armaremos la unidad de acción. Hay que saber qué es lo que no queremos y después el sí lo vamos a construir. Lo fundamental es estar unidos, sino ahí es donde el otro ve que puede continuar”, termina.

 

 

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