Política

Embajador venezolano en Argentina

“Hay que desmitificar que en Venezuela hay una dictadura”

El embajador venezolano en la Argentina, Carlos Martínez Mendoza, dijo que su país “está fortaleciendo su democracia”.


El avance de la derecha en Latinoamérica aisló a Venezuela. El país caribeño intenta superar una crisis económica y social que el año pasado produjo enfrentamientos entre grupos opositores y el gobierno de Nicolás Maduro, con un saldo de más de 120 muertos. De visita en Rosario, el embajador venezolano en la Argentina, Carlos Martínez Mendoza, expresó que “la apertura que realizó el gobierno bolivariano (de Nicolás Maduro) permitió pacificar y desmontar las estrategias de violencia de la oposición no democrática”.

“El diálogo permitió que un sector importante de la oposición retome la vía democrática para disputarle el poder a la revolución bolivariana. Venezuela está fortaleciendo su democracia. Hay que desmitificar que en Venezuela hay una dictadura”, indicó el embajador en una entrevista con El Ciudadano, antes de participar de un acto en la Facultad de Humanidades y Arte de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) en homenaje a Hugo Chávez, a 5 años de su fallecimiento, el lunes pasado.

—¿Se superaron los episodios de violencia en Venezuela?

—El gobierno bolivariano ha venido llevando una política de total apertura dentro del país, que permitió pacificar y desmontar las estrategias de violencia de la oposición no democrática. El año pasado pudimos conformar una Asamblea Constituyente y se adelantaron las elecciones presidenciales para el 20 de mayo (estaban previstas para diciembre) por pedido de la propia oposición. Un sector importante de la oposición retomó la vía democrática para disputarle el poder a la revolución bolivariana.

—Presidentes como Mauricio Macri aseguran que en Venezuela no hay democracia y no se respetan los derechos humanos…

—Si de buena fe quieren ayudar a Venezuela, deben favorecer este diálogo que tanto nos ha costado. Le digo a la sociedad argentina que Venezuela está fortaleciendo su democracia porque salió de un sistema que se centraba en lo representativo y entró en uno participativo y protagónico. Es una democracia viva con una raíz popular que da acceso a movimientos sociales e individuos, sin negar la importancia que juegan los partidos políticos. Esperamos que esta oposición que adoptó la vía democrática favorezca a la estabilidad del país. Hay que desmitificar que en Venezuela hay una dictadura.

—¿Hay presos políticos en Venezuela?

—No son presos políticos, sino políticos presos que incitaron a la violencia y llamaron al desconocimiento del gobierno. Son expresiones fascistas que degollaron gente. Si algo le permitió fortalecerse al gobierno, lamentablemente ante esas pérdidas humanas, fue que los 30 millones de venezolanos coinciden en señalar de dónde provenía la violencia.

—¿Cómo está la situación económica?

—Más allá de lo que representó la presión y el boicoteo internacional, Venezuela sigue caminando y haciendo grandes esfuerzos para garantizarle bienes y servicios a toda la ciudadanía. La política imperial quiere ahogar al gobierno y producir el colapso de la revolución bolivariana. Pero desde afuera no interpretan nuestra idiosincrasia. Los 30 millones de venezolanos entendimos que sólo nosotros podemos sanear nuestras diferencias. El tutelaje desde afuera hizo daño principalmente a la oposición, que se ha desdibujado esperando que otros le indiquen qué hacer.

—¿A qué atribuye el avance de la derecha en Latinoamérica?

—Hay una derecha con una gran capacidad para manipular las emociones. Van quitándole el contenido político a la convivencia humana y despolitizando a la gente. Lo que hoy está planteado en toda la región y en el mundo es la antipolítica.

—¿Cómo es la relación con el gobierno de Macri?

—Estamos destinados a vivir en el mismo barrio y las aguas vuelven siempre a su cauce. La relación con Argentina ha tenido encuentros y desencuentros pero se mantiene. Tratamos de tener apertura para que las cosas puedan fluir con la mayor cordialidad. Por supuesto, exigimos respeto y tenemos respeto para todos los gobiernos de la región.