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Hay más hipótesis que certezas y hasta víctimas bajo la lupa

La jueza Alejandra Rodenas explicó detalles de la investigación por la ejecución de Luis Medina y su joven novia.


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La jueza Alejandra Rodenas convocó ayer por la mañana a una conferencia de prensa en la que realizó un resumen de la investigación que lleva adelante por el doble homicidio de Luís Medina y su pareja Justina Pérez Castelli, ocurrido a finales de diciembre cuando transitaban en un vehículo por acceso sur y Ayolas. Además, la magistrada hizo hincapié en las sinuosidades que se presentaron en un primer momento respecto de la computadora secuestrada que pertenecía Medina y al cuestionado operativo policial de la División Judicial de la UR II en territorio bonaerense sin orden judicial. “Las puntas de la investigación nos van a llevar de alguna manera a los vínculos con el narcotráfico, si es que los hay. También sus relaciones con otras personas que hayan tenido algún tipo de cuestión con Medina que las llevó a tomar decisión de su muerte. Alguien ordenó matar a Medina o fue directamente a matarlo, por eso hablamos de autoría intelectual y material; esos «alguienes» están siendo investigados”, remarcó la magistrada.

“El Poder Judicial enfrenta la complejidad de una investigación interceptada por otras matrices (en referencia al narcotráfico) diferentes a las que veníamos trabajando. Esto nos pone ante un nuevo paradigma que son los crímenes que se cometen dentro del marco de la narcocriminalidad”, sostuvo Rodenas, quien agregó que si bien este tipo de delito es investigado por la Justicia federal, su complejidad ha invadido la competencia de los Juzgados provinciales.

“La especulación que se haga acerca de Medina y sus vínculos sobre el narcotráfico está siendo motivo de investigación, por eso mi aclaración inicial. Estamos frente a la complejidad de un delito que se inserta en la nueva economía delictiva”, dijo la magistrada a cargo de Instrucción 2ª, Rodenas.

Respecto de las hipótesis del caso, la jueza sostuvo que existen tres o cuatro líneas investigativas aunque prefirió no profundizar sobre las mismas. “Todos los que están acá traen un preconcepto: que Medina era parte de una organización criminal. La ex pareja, Daniela Ungaro, lo definió como un empresario. Incluso hay dos empresas inscriptas (a nombre de los dos)”, esquematizó.

Ante este nuevo panorama, la magistrada sostuvo la necesidad de realizar un “buen diagnóstico” de contexto y consideró importante realizar un mapa del delito, un trabajo de campo y el reconocimiento de las economías delictivas que atraviesa a Rosario, que no son las mismas que existían históricamente. “Se acrecentaron en estos últimos 10 años”, remarcó.

Rodenas consideró que la narcocriminalidad es un fenómeno que ha llegado para quedarse y por ende hay que trabajarlo como eso, como un nuevo fenómeno, un nuevo modelo a investigar que requiere de otras herramientas, otros instrumentos desde el campo político, legislativo y desde el Poder Judicial.

La computadora

Respecto de la investigación de los homicidios de Medina y su pareja, la modelo de 23 años, la jueza contó que se hizo cargo de la investigación el 30 de diciembre y explicó el derrotero de entredichos que generó la computadora de la víctima secuestrada junto con un celular de la caja fuerte que había en la habitación 241 del hotel Pullman, ubicado en el complejo del casino City Center. Tras el allanamiento, la computadora fue trasladada a la sección pericias informáticas que depende de la UR II. Acción que fue respaldada por la fiscal de Cámaras, María Eugenia Iribarren, quien se presentó en la Jefatura de Policía y solicitó que los peritos pidieran autorización a su par Raquel Cosgaya.

Cosgaya dio la orden de continuar el estudio en Santa Fe. Pero Rodenas aclaró que no le resultó del todo regular “o cuanto menos inusual”, la presencia de dos funcionarios del Ministerio de Gobierno de Santa Fe en la sección de pericias informáticas antes de que la jueza diera la orden de que los visitantes llevaran adelante el peritaje.

La responsabilidad de las pericias fue modificada por Rodenas al hacerse cargo de la causa y la continuidad de la medida quedó a cargo del personal de Gendarmería Nacional. Los resultados de un primer informe estarán a partir de la próxima semana, según adelantó la magistrada.

Cruces con la División Judicial

La magistrada se refirió durante la conferencia a los tres policías pertenecientes a la División Judicial demorados el sábado 4 de enero pasado por la Policía bonaerense cuando se presentaron sin una orden judicial en el country Haras del Pilar, donde Medina convivía desde hacía un año con su pareja. Por este hecho, los uniformados enfrentan una investigación por parte de la Justicia bonaerense por abuso de autoridad, a la vez que fueron pasados a disponibilidad y debieron prestar declaración informativa en la causa a cargo de Rodenas.

El próximo 6 de febrero será el turno del jefe de la división, Cristian Romero, quien actualmente se encuentra de licencia de acuerdo con la información que le brindó la Policía de la Unidad Regional II a la jueza.

En este sentido, la magistrada explicó que la causa judicial ante el juez de San Isidro se inició cuando los policías intentaron ingresar a la casa de Medina invocando una orden judicial con su nombre. Rodenas describió que los uniformados sostuvieron que cumplían órdenes de la superioridad, presuntamente de la impartida por la jefatura de la División Judicial, la cual los había enviado a “marcar una casa”. Esta versión fue confirmada por el padre de la joven asesinada el 29 de diciembre, Justina Castelli Pérez.

Sin embargo, la jueza no quedó conforme con las explicaciones brindadas por los tres uniformados demorados en Pilar y remarcó que estos funcionarios no llegaron a ingresar a la vivienda gracias al trabajo del personal de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE). Los ingrantes de Operaciones Especiales  se encontraban apostado en el lugar porque ya había una agrupación trabajando y haciendo inteligencia para realizar un allanamiento en una de las viviendas ubicada en el barrio cerrado Haras del Pilar La Pradera. Rodenas catalogó este episodio como una irregularidad “muy grave” y aseguró que le sorprendió “que ante tamaño hecho y audacia de presentarse sin orden de allanamiento emitida por el magistrado a cargo de la investigación, el comisario (Cristian) Romero no se presentara espontáneamente a declarar”, resaltó ayer por la mañana en el edificio de los Tribunales provinciales.

Imágenes del auto gris

Una de las novedades que surgió durante la mañana de ayer fue que aparecieron nuevos datos sobre el auto en el que transitaban los sospechosos de cometer del doble crimen de avenida Circunvalación y Ayolas. Una cámara de seguridad que se encuentra a la altura del frigorífico Mattievich, ubicado en Beruti al 3100, a 100 metros de avenida Belgrano y tres cuadras antes del lugar del hecho, captó el paso del vehículo conducido por Luis Medina al tiempo que era seguido por otro de color gris. Esta captura confirma el dato brindado por el automovilista –que circulaba en sentido contrario– que llamó al 911 para advertir cuando los ocupantes de un auto gris baleaban el vehículo de Medina y su pareja. A la vez, ayer se confirmó que en el ataque se utilizaron dos armas que no habían sido usadas en otro hecho.

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