“Hay servicios de inteligencia que están operando en Santa Fe. Hay intentos desestabilizadores”, lanzó ayer, visiblemente ofuscado, el gobernador Miguel Lifschitz, acompañado por los ministros Maximiliano Pullaro (Seguridad) y Ricardo Silberstein (Justicia).
El mandatario santafesino encabezó ayer una conferencia de prensa en la sede local de Gobernación donde cuestionó con dureza al gobierno nacional y a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich por la demora en la firma de un convenio conjunto para combatir la inseguridad en la provincia.
“Durante la primera marcha contra la inseguridad del jueves 25 (de agosto) se dieron algunas convocatorias violentas a través de las redes sociales, de clara incitación a la violencia, sobre todo hacia mi persona; hice una denuncia con el fiscal Jorge Baclini, y en Buenos Aires se allanó la vivienda de una de las personas detectadas, pero no fue detenida porque no se encontraba en su casa”, explicó Lifschitz sobre los mensajes intimidantes que recibió vía Twitter.
Según añadió Lifschitz, el sospechoso de efectuar las amenazas tendría antecedentes, estaría vinculado a la farándula y en los últimos meses hizo más de 120 viajes al exterior.
El gobernador denunció la presencia de “organizaciones mafiosas que están operando en Santa Fe”, y también llamó a trabajar de manera colectiva a todo el arco de dirigentes políticos, y dejar de lado la intención de aprovechar el malestar de la ciudadanía por la ola de violencia para impulsar “intentos desestabilizadores”. “Dirigentes apurados por lograr fama que aprovechan el dolor de las víctimas”, acusó en este sentido.
Cortocircuitos con Bullrich
Un día después de que los rosarinos volvieron a salir masivamente a las calles a pedir por seguridad, el gobernador cuestionó a Bullrich por demorar la llegada de las fuerzas federales a territorio santafesino.
El convenio estaba listo el lunes pero fue corregido por la ministra Bullrich “sorpresivamente con un artículo ilegal e inconstitucional y hasta burdo”, según palabras del propio Lifschitz, “que obviamente objetamos”, añadió.
Según el mandatario provincial, se trata de un artículo que viola la ley de Seguridad Interior y afecta la “institucionalidad federal de Santa Fe”.
De todos modos, agregó: “A más tardar este lunes hay que cerrar el convenio con el gobierno nacional para que las fuerzas federales de seguridad estén en la provincia de Santa Fe”.
Una “obligación”
En torno a las críticas de Bullrich, quien dijo que el gobierno santafesino no estaba “comprometido en depurar a la Policía”, Lifschitz respondió: “Tal vez fue un exabrupto”.
“Vamos a seguir al frente de la seguridad de Santa Fe porque es nuestra obligación. Es la que fija la Constitución provincial y la obligación que tengo al haber asumido el 10 de diciembre el cargo de gobernador. Estoy dispuesto a trabajar en conjunto, compartir ideas, opiniones e información para poder avanzar en las soluciones, pero la depuración, renovación y la reestructuración de la Policía santafesina, que no es ni mejor ni peor que otras policías provinciales, es una tarea de nuestro gobierno”, enfatizó sobre presuntas presiones del gobierno nacional por controlar la Policía provincial.
Por otro lado, Lifschitz afirmó tener un buen diálogo con el ministro del Interior Rogelio Frigero y confió en que se arribe a una “solución política” a través de su gestión.
Pullaro: “Pasó a ser el tema principal para los dirigentes”
“Después de la primera marcha, vi una reacción positiva de parte del Estado y el tema de seguridad pasó a ser lo más importante que ya lo era para la gente. Ahora, la seguridad es el principal tema para la sociedad y los dirigentes”, sostuvo ayer el ministro de Seguridad de la provincia Maximiliano Pullaro en torno a la repercusión de las movilizaciones de los rosarinos para clamar seguridad.
En declaraciones a LT8, el ministro sostuvo que las marchas del 25 de agosto y del pasado jueves “sirvieron para sacudir al Estado y que los distintos niveles trabajemos de la misma manera en este tema de Estado que es la seguridad pública”. Y agregó: “Puede ser verdad que la gente se está cansando”.
Respecto de las acusaciones de la titular de la cartera nacional de Seguridad, Patricia Bullrich, en cuanto a que el gobierno provincial no quería “depurar a la Policía”, Pullaro respondió: “No quiero entrar en una discusión con la ministra. Ayer (por el jueves) hubo una segunda marcha multitudinaria en Rosario. La sociedad nos está pidiendo que no discutamos entre nosotros, y que nos pongamos de acuerdo, que encontremos puntos de coincidencias para éste que es el principal problema de Argentina”.
“Los rosarinos piden que nos dejemos de pelear y que busquemos las coincidencias”, abundó.
“Nosotros como gobierno mostramos con acciones el norte que hemos tomado y podemos ser ejemplo en el país de la manera que llevamos adelante un plan de reforma policial, estamos trabajando en la incorporación tecnológica, en la capacitación, en la división de funciones de la Policía. Tenemos organismos de controles internos y externos, la Secretaría de Control tiene más de 700 inspecciones en la provincia, tenemos 109 pedidos de destituciones de policías”, especificó Pullaro.
“Estamos trabajando profundamente en la reforma policial y como ninguna otra provincia encaramos la concepción de una policía moderna, nosotros no tenemos que contestarle a la ministra sino relevar la cantidad de acciones que hemos llevado adelante, las depuraciones en la fuerza”, detalló.
“Santa Fe es un gobierno que tiene coraje para depurar la Policía”, concluyó el ministro Pullaro.
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