Coronavirus

Reapertura desmadrada

Hay descontrol en la puerta de los bancos: sin distancia de seguridad, es caldo para los contagios

La eficacia de la extendida cuarentena para reducir la progresión de infecciones quedó seriamente comprometida por la aglomeración de ciudadanos frente a las entidades crediticias. Una medida para atender a los que no están bancarizados pone en riesgo toda la estrategia. Los mayores, más expuestos


En el Superville de Sarminto y Pellegrini de Rosario, la cola daba la vuelta a la manzana. Foto: Franco Trovato Fuoco.

La reapertura transitoria de los bancos para quienes no disponen de tarjetas de débito, dispuesta por el gobierno nacional, transcurre este viernes en el descontrol por la gran aglomeración de gente, en especial mayores, y la falta de observación de la distancia de seguridad contra el contagio de coronavirus en la mayoría de los casos. El paisaje de extensas colas desde la madrugada fue común en todo el país, y Rosario no escapó a esa lógica de falta de medidas de distanciamiento social largamente machacadas. En la ciudad de Santa Fe, las imágenes son aún peores: ancianas y ancianos en sillas de rueda en la calle, a centímetros de separación, son las que reflejaron los medios capitalinos.

El gobierno dispuso la reapertura de las entidades a partir este viernes y el lunes y martes próximo para que pudieran cobrar haberes o las ayudas sociales otorgadas todos los ciudadanos que no están bancarizados y no fue posible hacer el depósito correspondiente en sus cuentas.

Las recomendaciones de que concurran sólo los que no tengan otra opción, y que lo hagan con respeto a las medidas de seguridad contra los contagios difundidas con amplitud, en general no se acataron.

Con megáfono en la city rosarina. El intentende Pablo Javkin intentó organizar y ordenar a la gente.

Los dispositivos de control dispuestos por las administraciones locales junto a las fuerzas de seguridad no pudieron contener la marea de ciudadanos que desde la madrugada, bastante antes de las 7, el horario fijado como inicio de la atención en la mayoría de los casos, se expusieron en los alrededores de las entidades bancarias.

La Municipalidad había diseñado junto a la Policía de Santa Fe y la Gendarmería nacional un fuerte operativo de contención que se inició en la noche de este jueves con la limpieza y desinfección de las zonas circundantes a las entidades crediticias. Hasta se pintaron marcas para facilitar el distanciamiento. Poco de todo eso, a juzgar por lo que se ve sobre todo en el centro de la ciudad, fue suficiente.

La aglomeración pone en jaque toda la estrategia de la cuarentena. Y más porque la mayoría de quienes se agolpan en las filas son adultos mayores, el grupo de riesgo por contener las tasas de mortalidad por covid-19 más altas.

La inesperada reacción ciudadana hizo que el gobierno nacional se aboque, de inmediato, a la posibilidad de habilitar los bancos también durante el fin de semana.

Ante la locura de este viernes, aseguran que los bancos abrirán sábado y domingo

En la ciudad de Santa Fe, un caos

La ciudad de Santa Fe mostró también desde las primeras horas de este viernes numerosas aglomeraciones frente a los bancos, con filas que excedían los 200 metros en algunos casos.

Ni siquiera las disposiciones para una atención especial a los jubilados consiguió que se mezclaran sin distancias de prevención con otros muchos asistentes que fueron para cobrar asignaciones universales o ayudas extraordinarias.

Un caso singular se dio en la sede del Banco de Corrientes de 9 de Julio y La Rioja, que lució casi huérfana de gente, por lo que la Policía redirigió a ese local a muchos que estaban atestando las colas en otras entidades.

Hubo incluso cortes de calles para morigerar la congestión en medio de una cuarentena en riesgo de tornarse inefectiva.

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