Incansables, los socorristas desafían al tiempo en busca de sobrevivientes a más de una semana del sismo que destruyó Puerto Príncipe, y sus tareas febriles les siguen deparando alegrías.
Las réplicas sísmicas que el miércoles de madrugada sobresaltaron a los sufridos haitianos, no lograron amedrentar a voluntarios y personal de ONG y otros organismos internacionales que exploran las derruidas construcciones alentados tras hallar a cinco personas con vida, a más de siete días del terremoto del 12 de enero.
El miércoles, ocho días después de la tragedia que suma un saldo parcial de 75.000 muertos, vecinos eufóricos ubicaron con vida en Puerto Príncipe a una niña de once años, muy debilitada y aterrada entre los escombros a los que fue reducido su hogar por el sismo.
Ya en el hospital de campaña donde quedó internada, la pequeña gemía entre pesadillas: “Mamá, en el agujero no. No me dejes mamá”.
Pocas horas antes, un niño de cinco años también apareció con vida aunque “severamente deshidratado y desorientado”, entre las ruinas de una casa donde se presume murieron sus padres.
El martes, una anciana fue rescatada con vida por bomberos mexicanos que se emocionaron al oírla cantar cuando era retirada de los escombros de la Catedral de Puerto Príncipe.
Abrazos, lágrimas y aplausos recibieron a la septuagenaria cubierta de polvo, que cantaba mientras le colocaban suero intravenoso y un cobertor térmico en una camilla improvisada para trasladarla al hospital.
Horas después, una mujer de 25 años fue ubicada en buen estado de salud atrapada bajo las ruinas de un pequeño centro comercial capitalino, donde permaneció siete días acostada, en un espacio que le permitió respirar y moverse ligeramente.
“Está consciente y en buena forma”, declaró a la AFP Thiery Cerdán, de Rescatistas Sin Fronteras, que junto a bomberos haitianos y un equipo estadounidense de socorro urbano llevaron a cabo la operación de más de nueve horas.
“Hasta nos ha ayudado en el rescate haciendo fuerza para salir más rápido”, corroboró el médico francés Nicolás Roy. También esa día una bebé de tres semanas dio la nota feliz, con su exitoso rescate en la sureña localidad de Jacmel, luego de siete horas de trabajo de bomberos colombianos y socorristas franceses que respondieron a su madre, quien aseguraba que estaba protegida por un muro desplomado al colapsar la vivienda.
La niña, de 23 días, “estaba bien. Se la entregamos a la madre que inmediatamente le dio el pecho”, narró Philippe Besson, presidente de la ONG francesa Bomberos de Emergencia Internacional.
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