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Delitos informáticos

Hackers se alzaron en el país con 40 millones de pesos en 2016

Es una estimación de una ONG con base en las 400 denuncias relevadas en la Argentina en los últimos doce meses.


En el último año, los delincuentes hackers se apoderaron de unos 40 millones de pesos, según el informe de una ONG donde se puntualiza que en la Argentina este tipo de delito creció 30 por ciento en el mismo período. Los que más sufren estos ciberataques son instituciones de carácter público, pero también bancos y financieras.

El informe de Defendamos la República Argentina establece que en los últimos 12 meses se instruyeron más de 400 causas, principalmente por hechos de estafas a instituciones públicas –tal como ocurrió recientemente en el municipio bonaerense de 25 de Mayo–, bancos o particulares que utilizan servicios bancarios.

A pesar de la gran cantidad de casos, si se lo compara con el resto del mundo, Argentina figura en la mitad de la lista de las estadísticas de países con mayores casos de ataques cibernéticos, que encabeza Estados Unidos.

En relación con la problemática en el país, Javier Miglino, el director de Defendamos la República Argentina, precisó: “Los tribunales de Instrucción de la Nación, algunos federales con competencia ante el desfalco de organismos públicos y los provinciales instruyen 440 causas que se iniciaron entre noviembre de 2015 y noviembre de 2016, principalmente en base a la comisión del delito de estafa, inscripto en el artículo 172 del Código Penal, que contempla hasta seis años de prisión”.

Este número equivale a un incremento del 30 por ciento, ya que según el abogado especialista, “entre noviembre de 2014 y noviembre de 2015 se instruyeron 329 causas, es decir 111 menos que a lo largo de este año, lo que da cabal idea de que el delito hacker, uno de los llamados  crímenes de guante blanco, no sólo no disminuye sino que aumenta”.

Miglino advirtió que las instituciones más atacadas en la web “son las de carácter público, desde municipalidades a direcciones generales e incluso ministerios, seguidas por las entidades privadas como bancos y financieras”.

A la vez, alertó a los particulares que ingresan en su cuenta de homebanking o interbanking. “De pronto ven como la computadora ya no sigue las instrucciones del cliente, sino que primero se ralentiza como si estuviera trabajando con poca señal de wi-fi o escasa memoria Ram y acto seguido es posible que el cursor del mouse directamente no responda sino que aparentemente “cobra vida propia”.

En realidad, está obedeciendo al hacker que desde otro lado va cliqueando cuidadosamente en las claves pertinentes, primero para chequear saldos y luego autorizando transferencias frente a los sorprendidos ojos del usuario que puede seguir el robo que está sufriendo en tiempo real”, graficó el abogado a Diario Popular.

Una cuestión que genera dudas es la de las cantidades de dinero que se roban los hackers.

“En muchos casos no trascienden los montos robados porque las cantidades no estaban exactamente establecidas en cuenta o a fin de salvaguardar el patrimonio del afectado, por lo que se fija un promedio de 100 mil pesos por cada ciberataque”, explicó Miglino.

“Con esa cifra, se estima que durante 2016 se habrían robado unos 40 millones de pesos, lo que indica que no son simples rateros, sino bandas criminales con infraestructura y capital como para llevar adelante grandes operaciones delictivas”, agregó.

El director de la ONG insistió en que, pese a lo elevado de estos números, la Argentina está lejos de los más comprometidos con este tipo de delitos.

“Según los sitios especializados, el más atacado del mundo es Estados Unidos, pero también el que tiene la mayor tasa de condenas de hacker, ya que casi un 80 por ciento termina tras las rejas. Siguen Rusia, Francia, Italia, Corea del Sur, España, Irlanda, Inglaterra, México, Argentina, Brasil, Venezuela, Chile, Uruguay, Canadá, Alemania y Austria”, describió.

Cambiar clave cada 10 días

Miglino brindó una serie de consejos para evitar ser víctima del hackeo de cuentas, entre los que figuran cambiar la contraseña periódicamente, ser discreto sobre la utilización de servicios en línea, alertar a las autoridades ante cualquier sospecha, acceder al homebanking sólo desde webs oficiales y usar computadoras privadas y seguras.

“Hay que cambiar la clave de seguridad cada diez días. Ese es el tiempo promedio que le lleva al hacker romper la clave. El tipo trabaja, trabaja y trabaja y cuando entra y ve que cambió la clave dice: «Ese se avivó»“, explicó el abogado sobre la necesidad de no mantener siempre el mismo password.

Con respecto a la discreción, alertó: “No hay que comentar la clave y hablar lo menos posible de que se trabaja en homebanking. Hay mucha gente que lo dice por Twitter y Facebook y eso es un gran riesgo, porque puede haber alguien atento y con malas intenciones que se aproveche de la información”.

Frente a un posible ataque, Miglino instó a “tener en cuenta que, así como el ladrón que entra a tu casa y aunque no se lleve nada siempre deja una marca, mueve algo de lugar, una maceta, un cuadro. Hay que hacer la denuncia porque esta persona, si ya lo hizo una vez, puede volver a entrar. Si vas a tu cuenta de red social y ves algo raro, hay que dar cuenta a la fiscalía”.

Asimismo, el especialista sostuvo: “No hay que acceder al servicio de homebanking desde links en otras páginas o e-mails que simulan ser del banco. Las entidades nunca envían mensajes por SMS, e-mail o llamado telefónico solicitando tus datos personales”.

Por último, Miglino  pidió utilizar equipos seguros. “Hay que evitar utilizar computadoras compartidas o de uso público para acceder. De ser necesario hacerlo, lo más conveniente es ingresar la clave a través del teclado virtual”, advirtió.

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