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Hacemos Santa Fe: una pieza más para el rompecabezas del PJ provincial

Con mensajes cifrados hacia la Casa Rosada y el Instituto Patria, los dirigentes más cercanos al gobernador Perotti presentaron en sociedad el espacio con el que buscarán hacer pie en el barroso terreno de las definiciones electorales


El lanzamiento de Hacemos Santa Fe, el espacio político referenciado en el gobernador Omar Perotti, actualiza el tablero del PJ provincial justo cuando se pone en marcha –con cautela y muy poco ruido– la campaña electoral para los comicios de medio turno. Quieren mayor autonomía, pero ratifican su pertenencia al Frente de Todos.

Como señalaron los dirigentes que integran Hacemos Santa Fe, se trata de un espacio que ya existe en los hechos, pero que no tenía nombre. La denominación es una variación de la máxima peronista “mejor que decir es hacer”, aunque no pasó desapercibido para nadie la similitud con Hacemos por Córdoba, el sector que conduce el gobernador de esa provincia, Juan Schiaretti.

El perottismo santafesino se integra al mosaico partidario que conforman los otros espacios del PJ, como la Corriente Nacional de la Militancia, el Movimiento Evita, La Cámpora y el Nuevo Espacio Santafesino (NES) de los senadores provinciales. Para despejar dudas, sus principales referentes dejaron en claro en todo momento la pertenencia al Frente de Todos.

El senador nacional Roberto Mirabella, la ministra de Género Celia Arena, los secretarios de Municipios José Luis Freyre y de Turismo Alejandro Grandinetti y la concejala santafesina Jorgelina Mudallel son las caras visibles del perottimo. De aquí en adelante, irán ganando protagonismo a nivel gestión, pero también en la construcción de las propuestas electorales.

Los senadores provinciales leales a la Casa Gris –Alcides Calvo, Marcos Castelló, Eduardo Rosconi y Cristina Berra– también se sumaron al lanzamiento de Hacemos Santa Fe, el pasado viernes, a través de un acto virtual. En ese marco quedó sellada la incorporación de la diputada provincial del partido FE, Cesira Arcando, a las filas del oficialismo provincial.

Decenas de intendentes y presidentes comunales de toda la geografía santafesina acompañaron el lanzamiento. Ellos encuentran en la constitución del nuevo sector un lugar de pertenencia que antes no tenían, tironeados por las peleas de cúpulas que supieron protagonizar no tanto tiempo atrás los caciques de las principales tribus justicialistas. Al fin y al cabo, como había señalado en la previa el propio Mirabella, la formalización y presentación en sociedad de Hacemos Santa Fe era “una demanda de dirigentes, intendentes y presidentes comunales”.

 

Mensaje a Buenos Aires

Hacemos Santa Fe es un espacio formal dentro del PJ, pero también una herramienta para la construcción electoral a través de la cual el gobernador Perotti buscará incidir en el armado de las listas locales y, sobre todo, en la definición de las candidaturas nacionales.

Allí hay pocos casilleros y muchos nombres en danza, aunque lo cierto es que cada espacio los guarda bajo siete llaves. Con la gente preocupada por la economía, la salud y las restricciones de la pandemia, todavía no es tiempo de nombres propios. Ya llegará el momento.

Durante la presentación virtual de Hacemos Santa Fe, el senador Mirabella dejó en claro que sus dirigentes persiguen la unidad partidaria “detrás del liderazgo de Perotti, de Alberto y Cristina” pero también envió un mensaje a la Casa Rosada y al Instituto Patria: “No necesitamos que desde Buenos Aires o desde algún lugar nos digan lo que tenemos que hacer o nos quieran marcar la cancha”.

La definición del senador nacional, que se encuentra en plena disputa con los otros sectores del PJ por el liderazgo de la propuesta electoral del oficialismo, es un claro posicionamiento del perottismo hacia adentro y hacia afuera de la provincia. Como en los tiempos de Reutemann y Obeid, el gobierno provincial busca autonomía al momento de las decisiones y en ese camino desde el perottismo dejaron en claro que no aceptarán mansamente las condiciones que eventualmente quiera imponer la Nación al momento del armado de las listas.

De cara a las elecciones, Perotti lanzó el espacio “Hacemos Santa Fe”

De todos modos, Mirabella aplacó el mensaje al aclarar que la constitución de Hacemos Santa Fe “va a trascender la coyuntura electoral”, porque se trata de una herramienta ideada para “consolidar un modelo de gestión”.

El senador nacional, principal espada política de Perotti, ubica en las elecciones de 2015 el inicio del proceso que decantó, este viernes, en el lanzamiento formal del nuevo espacio: “Es la unidad en la diversidad que construyó la provincia de Santa Fe y que supimos construir nosotros en estos seis años lo que nos permitió hacer un proyecto para gobernar Santa Fe y hacer un proyecto para gobernar la Argentina”.

Ese último mensaje no admite dobles lecturas: sin reelección en la provincia, el perottismo se proyecta como una alternativa en el plano nacional. Ese objetivo puede ayudar a la cohesión de los propios, pero con el paso del tiempo también irá abriendo grietas con el resto de los espacios aliados en el Frente de Todos.

 

Enemigos íntimos

Desde Buenos Aires observan los movimientos de Perotti en relación con las alianzas que le permitieron al rafaelino llegar a la Casa Gris en su tercer intento electoral.

“Perotti llegó en 2019 a la gobernación sin un sello propio y con la base de sustento del kirchnerismo local, tanto en su versión de raíces nacionales como en la rama que comanda Agustín Rossi. Ahora, el gobernador necesita ensancharse por más de un motivo. En primer lugar, porque el kirchnerismo aspira a pelear lugares protagónicos en las próximas contiendas y no se contentará con ser soporte. En segundo, Perotti recibió el fuego amigo peronista desde el Senado provincial, donde perdió la mayoría tras partirse el bloque por la pulseada entre históricos del PJ con el polémico ex ministro de Seguridad Macelo Sain, ya eyectado de su cargo”, señaló Ariel Basile en un artículo reciente publicado en Ámbito Financiero.

En el peor momento de la actual gestión, cuando a la crisis sanitaria desatada por la pandemia se le sumó la guerra intestina que tuvo como protagonistas a Sain y a los senadores provinciales, fue el kirchnerismo de Agustín Rossi el espacio que le aportó sustento político al gobierno de Perotti. La designación de Roberto Sukerman como nuevo ministro de Gobierno fue, entre otras cosas, un gesto del gobernador hacia el sector que lo ayudó a llegar a la Casa Gris y que lo sostuvo en los momentos más difíciles.

Justamente por eso, otro referente del espacio, el diputado provincial Leandro Busatto, fue el primero en advertir sobre los riesgos que supone la constitución formal de Hacemos Santa Fe dentro del complejo rompecabezas del peronismo santafesino. Según el actual presidente del bloque de diputados del PJ, el gobernador “debería estar por encima de cualquier discusión terrenal de la política santafesina”.

La salida a la cancha del perottismo santafesino como nuevo jugador con ansias electorales preanuncia tensiones dentro de la colación oficialista. Busatto y Sukerman deberán hacer equilibrio entre los intereses de su sector –el kirchnerismo nacional– y sus funciones institucionales y políticas como aliados y como integrantes del gobierno provincial.

 

Tambores de guerra

Donde cayó decididamente mal el lanzamiento de Hacemos Santa Fe fue en el NES que conduce Armando Traferri. Uno de los principales líderes de ese espacio, el senador provincial Rubén Pirola, descerrajó munición gruesa sin filtro: “El tiempo nos dio la razón, finalmente vemos que todas y cada una de las acciones desarrolladas por el perottismo una vez asumido el gobierno tenían una clara intencionalidad política partidaria: intentar debilitar de mala manera un espacio interno para hacerse un lugar, para pelear una cuota de poder dentro del justicialismo. Con este lanzamiento se blanquea aquella situación que señalamos en su momento”.

En declaraciones al diario El Litoral, poco antes del acto encabezado por Mirabella, el senador Pirola hizo una lectura crítica del movimiento del perottismo: “Hay que abandonar esas construcciones políticas basadas en una épica fundacional desde los escritorios. Creer que todo empieza cuando uno llega a determinado lugar de poder es una falacia. Hay que saber entender que todos pueden ayudar, colaborar, sumar, desde cada lugar, de manera permanente. Sólo así se representan cabalmente los intereses de la mayoría”.

Los senadores del bloque de Traferri respondieron al movimiento del gobernador con tambores de guerra. Esa es la tónica entre ambos espacios desde la misma noche en que Perotti ganó las elecciones de gobernador. A diferencia de otros momentos, ahora también el kirchnerismo hizo oír su descontento. El gobierno provincial tiene por delante dos años y medio de gestión; de la muñeca política de sus líderes, en sus relaciones con Buenos Aires y también con sus propios aliados locales, va a depender que el barco llegue a buen puerto.

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