El Hincha

Historia del fútbol

Hace 85 años nacía el mote de los cinco grandes del fútbol argentino

La razón fue que, por asamblea de la AFA, se estableció que aquellos equipos que contaran con más de 15 mil socios tendrían tres votos para decidir los destinos del fútbol argentino. Y los beneficiados por esta decisión fueron Boca, River, Independiente, Racing y San Lorenzo


Cuando se le pregunta a un hincha argentino por qué Boca, River, Independiente, San Lorenzo y Racing son considerados los cinco grandes del fútbol argentino, se escuchan argumentaciones de todo tipo: que fueron los primeros campeones, que ganaron todos los títulos desde 1930 y hasta 1967 cuando Estudiantes rompió esa hegemonía, que son los clubes con más hinchas y bla bla bla bla.

Pero pocos saben que existe una fecha muy precisa que marca por qué a esos cinco clubes se los consideró durante años por encima del resto.

Bien. La fecha fue el 4 de agosto de 1937, es decir hace exactamente 85 años. Y la razón fue que, por asamblea de la AFA, se estableció que aquellos equipos que contaran con más de 15 mil socios tendrían tres votos para decidir los destinos del fútbol argentino; que los que tuvieran más de diez mil socios contarían con dos votos y que los estuvieran por debajo de ese rango, apenas sumarían un voto.

La AFA por esos años tenía 49 clubes afiliados: 18 de Primera, 17 de Segunda y 14 de Tercera. Hasta ese 3 de agosto de 1937, cada club de Primera tenía un voto y la Segunda uno solo. La Tercera categoría no cortaba ni pinchaba. Es decir, había 18 clubes que votaban más un voto de la Segunda. Esto dejaba muy claro que si un tema que estaba en debate, con una mayoría simple de 10 votos era suficiente para que el asunto en cuestión se aprobara.

Pero el golpe de gracia a la democracia se lo dio el voto proporcional, que establecía que la opinión de un club en un tema podía valer tres votos, dos o uno, según ciertas condiciones arbitrarias.

El boletín 286 del 4 de agosto de 1937 establecía en su “Artículo 13 –aprobada por 17 votos– que cada club de Primera, mientras permanezca en ella, tendrá en las Asambleas y en el Consejo Directivo un número de votos proporcional a su importancia, según se establece: a) Un voto para el que no esté comprendido en alguna de los siguientes incisos; b) dos votos para el que cuente con más de 10.000 y menos de 15.000 socios o el que, no teniendo esa cantidad de asociados, haya sido campeón de primera división y tenga en esa división una antigüedad no menor a 20 años consecutivos; c) tres votos para el que, teniendo más de 15.000 socios y más de 20 años de actuación consecutiva en primera división, haya sido campeón de primera división en dos o más temporadas”.

Y los beneficiados por esta decisión fueron Boca, River, Independiente, Racing y San Lorenzo con tres votos para cada uno; mientras que Huracán y Estudiantes se quedaron con dos y el resto, con uno.

Todo fue porque los únicos equipos que tenían más de 15 mil socios allá por 1937 eran justamente River, Boca, San Lorenzo, Racing e Independiente, por lo que pasaron a ser considerados “los grandes”, especialmente porque eran los que más peso tenían en las determinaciones de la AFA. O sea: si se ponían de acuerdo podían ejercer el poder de veto en cada una de las votaciones, porque sus 15 votos eran muy difíciles de vencer por los 18 restantes.

La Memoria y Balance de la AFA de 1937 dejó constancia del voto proporcional. Ese día se agregó además otro artículo al Estatuto: el 92, que decía que “cada dos años, en febrero en los años impares, la Asamblea deberá rever las condiciones de los clubes cada de primera categoría para aumentarles, disminuirles o confirmarles la cantidad de votos que tengan asignado”.

El cambio de Estatuto fue aprobado por el Poder Ejecutivo Nacional el 18 de octubre de 1937 (decreto 116.757) gracias a la gestión del presidente de la AFA y dirigentes de Boca, Eduardo Sánchez Terrero, que también era el yerno del presidente Agustín P. Justo. Eran los tiempos de la década infame y en donde todo era posible, incluso en el fútbol.

Como ya fue dicho, cada dos años se modificaba el voto proporcional. Huracán pidió entrar al selecto club en 1941 y fue aprobado. Y pasó a tener tres votos. La publicidad de los cigarrillos Imparciales que acompaña esta nota, así lo deja claro. Por obra y gracia de una decisión administrativa, se sumó al team de los “grandes”.

En los años siguientes no hubo cambios. Recién en 1949, Gimnasia y Chacarita pasaron a tener dos votos.

La cosa quedaba así cuando arrancaba la década del 50: Boca, River, Huracán, Independiente, Racing y San Lorenzo, tres votos cada uno; Chacarita, Estudiantes y Gimnasia, dos; y los demás, uno cada uno.

En 1951, solicitaron subir de rango Newell’s, Platense y Lanús, pero fueron rechazados por 15 votos (imaginen de quienes eran esos votos) contra 12. En 1953, otra vez Newell’s y Lanús pidieron su ascenso, junto a Vélez, pero otra vez les dijeron que no por la negativa de “los grandes”, quienes no querían perder su hegemonía.

Finalmente, el voto proporcional quedó sin efecto en 1955. Otra Asamblea decidió cambiar todo: “Los representantes de los clubes de primera categoría y los que representen al conjunto de los clubes de Primera B, segunda y tercera y a las ligas afiliadas, tendrán de ahora en más en la Asamblea, un voto cada uno”.

Sin embargo, aquellos 13 años de dominio de la AFA habían sido suficientes. Nadie les sacaría a River, Boca, Independiente, Racing y San Lorenzo el título de “los cinco grandes” y a Huracán su lugar entre los clubes más importantes de nuestro fútbol. Y todo por obra y gracia de una manganeta.

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