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Hace 40 años se estrenaba el film “The Wall”, la feroz crítica del rock a la sociedad moderna

Un 23 de mayo de 1982 se conocía en el Festival de Cine de Cannes la película de Alan Parker, una producción que se convirtió en un clásico y despertó especial interés en Argentina donde se mantuvo en cartel, en horario de trasnoche, gran parte de esa década


Por Hernani Natale, Télam

El 23 de mayo de 1982, en pleno Festival Internacional de Cine de Cannes, se estrenó The Wall, la película de Alan Parker basada en el disco homónimo de Pink Floyd, que se convirtió en un clásico de la cultura rock por su feroz crítica a la sociedad moderna y despertó un interés particular en la Argentina, donde se mantuvo en cartel en horario de trasnoche durante gran parte de esa década.

Con guión del propio líder del grupo, Roger Waters, animaciones de Gerald Scarfe y la actuación protagónica de Bob Geldof, el film abordaba temáticas como la guerra, el control social a través de la educación formal, la sobreprotección materna, la alienación y la sociedad de consumo, entre otras cosas, a través del personaje central, una atribulada estrella rockera de nombre Pink.

La película prácticamente no contenía diálogos y toda la historia se narraba a través de las canciones del disco publicado en 1979 y las imágenes, en una lograda amalgama.

Aunque ya existían estos maridajes entre el rock y el cine, como el caso de Tommy, la ópera rock de The Who, o 200 moteles, la sardónica crítica de Frank Zappa al negocio musical; The Wall se convirtió en la más perfecta síntesis de las miserias que rodean a esta industria, como sinónimo de un estado general de la sociedad.

Acaso por estas cuestiones, particularmente impactantes en un país que empezaba a salir de la feroz dictadura cívica-militar, como por el efecto alucinógeno de las animaciones de la película, la producción de Alan Parker permaneció en cartel en cines porteños en horarios de trasnoche durante casi toda la década. Tal como había ocurrido con La canción es la misma, de Led Zeppelin, y sus proyecciones en el cine Lara de la Avenida de Mayo, o con Woodstock, The Wall se convirtió en un ritual obligado para los amantes del rock en la Argentina.

A pesar de su monumental éxito y del estatus alcanzado a lo largo de los años, la película no dejó satisfecha a ninguna de las partes involucradas. Por un lado, el trío neurálgico del film -Parker, Scarfe y Waters- mantuvo marcadas diferencias en torno al proyecto, lo que provocó no pocas discusiones.

Además, la obra The Wall resultaba también urticante en el seno de Pink Floyd debido a que se trató de un emprendimiento casi en solitario de su líder, en uno de sus momentos de mayor megalomanía.

En tal sentido, Waters tomó el mando de manera casi dictatorial y acalló cualquier aporte creativo de los otros miembros del grupo.

Cabe recordar que la presentación del disco constó de una serie de conciertos temáticos en los que se construía una gran pared mientras la banda tocaba, hasta dejarla totalmente oculta detrás de los ladrillos, para finalmente tirar abajo el gran muro mientras sonaba el último tema. Waters pretendía simbolizar de esa manera la incomunicación entre el artista y público que la industria musical provocaba a través de la exacerbación de una suerte de ‘star system’.

Insatisfechos con esta dinámica y ante el gran esfuerzo de producción que significaba esta puesta, el espectáculo apenas se representó en pocas ciudades. La obra completa fue luego interpretada en 1990 por Waters y artistas invitados para celebrar la caída del Muro de Berlín, y fue motivo de una gira especial del músico en 2012 que en la Argentina se cristalizó con nueve estadios repletos en River Plate.

En tanto, la película se mantiene hasta el día de hoy como el clásico de la cultura rock que mejor sintetizó la unión entre cine y música, a la vez que supo expresar con claridad aquellos grandes cuestionamientos que siempre sobrevolaron al género.

Por su parte, The Wall le sumó a la filmografía de Alan Parker otro título que junto a films como Expreso de medianoche y Fama lo catapultarían a la fama. Cabe recordar que en 1995 rodó en la Argentina la ópera rock Evita, lo que le valió varias críticas desde la ortodoxia peronista.

Lo cierto es que la película también fue un gran espaldarazo para Bob Geldof, quien en esos años lideraba la banda Boomtown Rats y que, poco después, aprovecharía su fama para organizar los conciertos benéficos Live Aid.

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