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Habló Esteban Alvarado: “Guille Cantero quiso secuestrar a mi hijo y nadie actuó”

En una entrevista radial, el sindicado narco y jefe de una banda polirrubo cargó contra fiscales provinciales y jueces federales, dijo que puede justificar su patrimonio por la herencia de su padre y declaró sobre el sonado allanamiento en las islas

Esteban Alvarado, sindicado jefe de una asociación ilícita

Esteban Alvarado, el ex ladrón de autos que está en juicio por narcotráfico ante la Justicia federal y como jefe de una asociación ilícita que cometió varios homicidios por otro lado, habló. Si bien en el debate oral en el fuero provincial ya había rechazado la acusación fiscal, salvo la balacera contra la casa de una funcionaria del MPA, habló en una entrevista radial para aportar los elementos que su defensa contrapone a la acusación fiscal. En ese marco, dijo que el mito alrededor de su figura “está todo inflado”, que el juicio que se desarrolla en el Centro de Justicia Penal es “un show mediático” y que sus acusadores lo muestran ante los jueces como “un monstruo”.

Durante el juicio, un ex integrante de su banda, que declaró como testigo arrepentido y meses más tarde fue asesinado, aseguró que se trataba “del asesino serial más grande de la República Argentina”. Carlos Argüelles, el mecánico luego asesinado que colaboraba para darle apariencia legal a automóviles robados, estimó que Alvarado había ordenado matar a unas cuarenta personas. El testigo dijo tener anotadas sus identidades en un cuaderno.

“Argüelles dijo en el juicio que yo tenía cuarenta homicidios. Uno podés decir, se te puede escapar. ¿Pero cuarenta? ¿Tan perfectas hago las cosas para que no me imputen cuarenta homicidios?”, inquirió en un diálogo que mantuvo con el periodista Agustín Lago en el programa Radiópolis que conduce Roberto Caferra por Radio 2.

Y sobre Argüelles comentó: “Lamentablemente falleció. Era un amigo. Declaró en el juicio y estuvo todo guionado. Era imputado, no testigo. El tipo leyó lo que le pasó un fiscal”.

Negó Alvarado también estar detrás del resonante crimen de su sindicado socio en el comercio de sustancias ilegales Luis Medina y su novia, la modelo Justina Pérez Castelli.

Alvarado se comunicó desde la cárcel para dar su versión de los hechos, aseguraron sus entrevistadores. Dijo que no conoce a integrantes de la familia Cantero, el clan asentado en barrio La Granada que comanda la organización conocida como Los Monos.

“En el juicio hablan de la guerra entre Alvarado y Cantero. Yo a Cantero no lo conozco de ningún lado. No tengo por qué chocar con él”, aseguró. Sin embargo, se quejó de que nadie hizo nada para advertirle sobre un supuesto plan de Ariel “Guille” Cantero, el capo de Los Monos, para secuestrar a su hijo, una versión que se ventiló durante el juicio en su contra, a partir de un video que dejó grabado el luego asesinado testigo Argüelles y que, como represalia, pudo haber desatado el llamado triple crimen de Granadero Baigorria en el que fueron asesinados tres allegados a Cantero.

“Ahí tenés una cuestión. Están las escuchas. Guille quiso secuestrar a mi hijo y nadie actuó. Nadie me avisó ni a mí ni a la madre de mi hijo”, planteó.

En el testimonio, Alvarado negó conocer a la vicegobernadora de Santa Fe, la ex magistrada Alejandra Rodenas, a quien le allanaron en diciembre de 2018 una vivienda que alquilaba en las islas entrerrianas. En ese operativo se buscaba a Alvarado, señalado ya entonces como instigador del crimen del prestamista Lucio Maldonado, ejecutado con métodos mafiosos en noviembre de ese mismo año.

“No tengo nada con Rodenas. La mencionaron los (hermanos vinculados con Los Monos Rodrigo y Mariana) Ortigala por una casa de una isla. Fue todo adrede, en conjunto con los fiscales, que apuntaron esa casa que nada tenía que ver conmigo. Yo a ella ni la conozco”, aseguró.

De todas maneras Alvarado admitió que en un audio suyo, que se conoció en la causa y en el que pide la ayuda de Rodenas, buscaba en realidad respaldo para ser elegido en una licitación pública para pavimentar una ruta, durante la gestión del luego fallecido gobernador Miguel Lifschitz.

“Yo paraba en una casa de la isla, pero no en esa. El audio donde yo pido la ayuda de Rodenas es por otra cosa. Es porque en su momento me pasaron una carpeta del ingeniero Lifschitz porque había sobrevaluado una repavimentación de la ruta 90. El metro de hormigón valía 1.300 pesos y lo habían pasado a 9 mil. Quería que me dieran una mano a mí, que fueran justos. Eso fue lo que hablé con (su por entonces abogado Claudio) Tavella”, acotó.

“El socialismo estaba jugando mal conmigo. Acudí a Rodenas porque la estaban vinculando a mi causa. A ella la allanaron sin motivo. Calculo que la vincularon porque la querían ensuciar como a (Armando) Traferri”, dijo.

También precisiones sobre quiénes dieron los datos para el allanamiento en las islas. “Ahí también tenés otra cosa. Rodrigo Ortigala y su hermana Mariana son testigos de la Fiscalía. Él tiene causa en libertad por el (fatal) ataque al casino y los aprietes a (Leonardo) Peiti. Mariana está mencionada en el homicidio de Rodrigo Sánchez (un allegado suyo que fue asesinado el 19 de mayo de 2020 en Wilde y Urquiza), pero no está ni imputada”, sostuvo, y remarcó: “Mariana Ortigala reconoció que es visita de Guille Cantero en la cárcel, que tiene una relación cercana y va a hablar en contra de mí”.

Siempre en el terreno de la política, dijo que llegó a acordar una pena de doce años y medio de prisión como parte de un juicio abreviado, pero como parte del trámite los fiscales le exigía vincular al senador provincial –a quien hasta ahora los acusadores no han podido imputar en un causa de juego ilegal– Armando Traferri con “los puertos secos”, utilizados para la evasión fiscal en la comercialización de granos.

“¿Y yo qué sé de eso? Si declaraba contra él o inventaba me daban el abreviado y no tengo el quilombo que tengo hoy”, consideró, y agregó en referencia a los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery: “Inflan causas. Hablan de una megaorganización, pero no me hallaron fierros, droga ni plata. Que me condenen por lo que me tienen que condenar. Voy a apelar hasta La Haya. Yo ya sé que no me voy a ir mañana ni pasado, pero esto lo veo muy injusto”, opinó.

En su defensa, dijo que todos los numerosos bienes que posee puede justificarlos porque nunca fue “un seco”, que hizo dinero “revoleando” autos, pero que además heredó “un campo y plata”: mil hectáreas que, asegura, le dejó su padre.

Sobre el proceso paralelo que se lleva adelante en su contra por haber sido quien ordenó supuestamente el transporte de 493 kilos de marihuana a General Roca, Alvarado expresó: “Esa causa es de 2017, yo ya estaba en la calle. Me imputaron cuando ya estaba detenido. Salió a decir Pullaro que pedía informes a no sé dónde de la fiscalía general porque yo no tenía una causa federal y enseguida me la imputaron. Salió Sain a decir que le iba a hacer juicio político al juez Marcelo Bailaque y al toque Bailaque me procesó”.

“Cualquier juicio federal demora 4 años. A mí, en dos años me llevan por una causa paralela con la fiscalía”, subrayó.

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